domingo, 2 de septiembre de 2012

Iniciando sesión


España. Grande y libre. Gran país, mejor nación. Fuerte, poderosa, omnipotente. Gentes de todo tipo y la mejor comida del mundo ¡Qué grande eres, coño! Essssspaaaañññññññññaaaaaaaa

¡Vale ya! Dejando el patriotismo a un lado, creo que lo que hemos exportado hacia el mundo es realmente CUTRE y PATÉTICO. Siempre he pensado que España tiene mucho más que sol, playa, alcohol, toros y sevillanas. Pero no hay nada que hacer. Supongo que tenemos lo que nos merecemos.

¿A qué viene esta reflexión? La respuesta es muy simple. El viernes por la tarde, bajé con el ordenador al lobby de la residencia y el único sitio libre que había era al lado de un chico de Estados Unidos. En cuanto me senté, después de la típica presentación de “¿cómo te llamas-qué haces aquí?”, vino el “¿de dónde eres?” y fue mencionar SPAIN, y se le iluminó la cara. Pero no por lo maravillosos que son nuestros paisajes, ríos y parajes, ni por lo buena que es nuestra gastronomía, ni por lo saludable que es el aceite y el vino, ni la riqueza de culturas e idiomas, ni tan siquiera la copiosa variedad de gentes y festejos. Nada de eso, nada más lejos de la realidad. Sus ojos brillaban tanto porque pensaba que yo era un fiestero empedernido y ese año iba a ser un poco mejor porque iba a emborracharme cada día de la semana con él.

MARCHANDO UNA DE CLICHÉEEEEEEEEEE!!!!!

¿Acaso yo le dije que me gustaba que fuera estadounidense porque comen hamburguesas, pueden llevar pistola y bailan country? Pero bueno estaba tan emocionado por conocer a un “foreigner” que no le di importancia. Y más cuando me dijo que el viernes había reunión con todos los internacionales.

Así que allí estábamos la noche del viernes. Para conocernos algunos y reencontrarse la mayoría. Primero, unas cervezas en el salón y luego a tomar algo a un bar llamado Hellen’s
El bar de marras.
que estaba a unos 10/15 min de la universidad. Un maldito antro, pero molaba. Solo deciros que las cervezas son de 80cl y no llegan ni a un euro. Aquella noche conocimos a franceses, portugueses, estadounidenses, brasileños, un ecuatoriano, italianos, japoneses, un kazajo, un ucraniano y creo que no me dejo nadie, pero seguramente había más nacionalidades por ahí sueltas. Aquello parecía un Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Y nada, en cuanto salía la palabra SPANISH de nuestra boca, ya imaginaban fiesta, alcohol, farras y demás.

MARCHANDO SAN BENITO HASTA FINAL DE CURSO!!!!!!

Hay que decir que todo se debe, en parte, gracias al “esfuerzo, empeño y dedicación” de las chicas que estuvieron aquí el año pasado. Chicas, desde aquí: GRACIAS por liarla tanto.

Sin embargo, cuando llegamos a casa, la sensación que tuve era tremendamente positiva. Un regusto de felicidad que me hizo recordar los momentos vividos en Wolverhampton. Tianjin como ciudad no tiene mucho, corrijo, no tiene nada, pero el ambiente con los estudiantes y el hecho de compartir experiencias con gente de todo el mundo, seguramente harán de esta aventura un gran capítulo de mi vida. Lo presiento.



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