miércoles, 11 de diciembre de 2013

Un chino se suicida tras pasar cinco horas de compras con su novia


En China ha vuelto a producirse una de esas noticias increíbles, curiosas e insólitas; de esas que un lector, en su fuero interno, nunca sabe si son verdad o medio verdad; de esas en las que uno duda si cada uno de los detalles que se cuentan responden a la realidad tal cual fue o si el desencadenante responde a otras razones ajenas al hecho en sí.

La noticia reza así y la contó ayer, lunes, el diario británico The Daily Mail, un periódico amarillista y efectista: un hombre de nacionalidad china, de nombre Tao Hsiao y 38 años de edad, se suicidó hace escasos días lanzarse por un balcón de un centro comercial de la provincia de Jiangsu, al este del país, al no soportar que su novia siguiera comprando zapatos. Otras informaciones aseguran que lo que no aguantó fue llevar más de cinco horas de compras con su novia, zapatos al margen. 

Como siempre, caben múltiples interpretaciones. The Daily Mail cita a varios testigos, según los cuales la chica le dijo a su novio que sólo necesitaba probarse un par de zapatos y se podían ir a casa. Pero Tao no podía más: "Le dijo a su novia que ya se había comprado muchos zapatos, muchos más de los que podría llevar el resto de su vida y que quería irse a casa ya. Entonces ella empezó a gritarle que era un tacaño y que estaba estropeando el espíritu de la Navidad". 

Fue entonces cuando Tao soltó las bolsas que tenía en las manos y se arrojó al vacío desde una planta alta del centro comercial. El hombre murió al impactar contra el suelo, los servicios de emergencia llegaron rápido pero no pudieron hacer nada. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que Tao suelta las bolsas y cae por la baranda.

Dicen que Tao estaba harto de haber pasado cinco horas metido en el centro comercial y que por eso se suicidó. Puede ser. Pero también puede ser que estuviera harto de la vida desde hace tiempo, que atravesara una depresión y que el comentario de los zapatos no fuera más que un desencadenante. 

 

FUENTE: Diario Público.es Un chino se suïcida tras pasar cinco horas de compras con su novia. [En línea] 10 de diciembre de 2013.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Récord de ventas en internet en "el día de los solteros" en China


Los consumidores chinos gastaron la cantidad récord de 35.000 millones de yuanes (5.700 millones de dólares) en las dos mayores plataformas de comercio electrónico del país, con motivo de las rebajas del “día de los solteros”.
El 11 de noviembre (11 del 11) se considera tradicionalmente “la fiesta de los solteros” en China, y representa para las plataformas de comercio electrónico una ocasión de aumentar sus ventas a base de rebajas, que se supone consolarán a las personas sin pareja.
Se trata del día más rentable para el comercio en línea, ya que los chinos aprovechan las rebajas para comprar de todo, desde teléfonos celulares hasta automóviles, pasando por seguros, artilugios electrónicos de todo tipo y hasta anillos de diamantes.
Tmall y Taobao, dos plataformas pertenecientes al gigante chino del sector Alibaba, registraron el lunes ventas por valor de 35.000 millones de yuanes, un 83% más que el 11 de noviembre de 2012, anunció el grupo este martes.
Un gabinete de investigación citado por la prensa indicó que el lunes las transacciones se multiplicaron por diez respecto al tráfico habitual en los dos sitios web, los más importantes del comercio chino en línea.
Según Alibaba, los dos portales recibieron la visita de más de 402 millones de usuarios, el doble que el año pasado.
Las ventas de las demás empresas de comercio electrónico no han sido desveladas, aunque los analistas esperan, para los 10 mayores operadores del sector, un valor acumulado superior a 80.000 millones de yuanes (13.000 millones de dólares), según el Diario de informaciones económicas.

FUENTE: AFP, Record de ventas en Internet en el “día de los solteros” en China. [En línea] Publicado 11/12/13. En: El Nuevo Herald.

domingo, 27 de octubre de 2013

朋友别哭 - 吕方


 

 

朋友别哭 / 吕方

Peng you bie ku – lü fang

 

有没有一扇窗 能让你不绝望

you mei you yi shan chuang neng rang ni bu jue wang

看一看花花世界 原来象梦一场

kan yi kan hua hua shi jie yuan lai xiang meng yi chang

有人哭有人笑 有人输有人老

you ren ku you ren xiao you ren shu you ren lao

到结局还不是一样

dao jie ju huan bu shi yi yang

有没有一种爱 能让你不受伤

you mei you yi zhong ai neng rang ni bu shou shang

这些年堆积多少 对你的知心话

zhe xie nian dui ji duo shao dui ni de zhi xin hua

什么酒醒不了 什么痛忘不掉

shi me jiu xing bu liao shi me tong wang bu diao

向前走 就不可能回头望

xiang qian zou jiu bu ke neng hui tou wang

 

朋友别哭

peng you bie ku

我依然是你心灵的归宿

wo yi ran shi ni xin ling de gui su

朋友别哭

peng you bie ku

要相信自己的路

yao xiang xin zi ji de lu

红尘中有太多茫然痴心的追逐

hong chen zhong you tai duo mang ran chi xin de zhui zhu

你的苦我也有感触

ni de ku wo ye you gan chu

 

有没有一种爱 能让你不受伤

you mei you yi zhong ai neng rang ni bu shou shang

这些年堆积多少 对你的知心话

zhe xie nian dui ji duo shao dui ni de zhi xin hua

什么酒醒不了 什么痛忘不掉

shi me jiu xing bu liao shi me tong wang bu diao

向前走 就不可能回头望

xiang qian zou jiu bu ke neng hui tou wang


朋友别哭

peng you bie ku

我依然是你心灵的归宿

wo yi ran shi ni xin ling de gui su

朋友别哭

peng you bie ku

要相信自己的路

yao xiang xin zi ji de lu

红尘中有太多茫然痴心的追逐

hong chen zhong you tai duo mang ran chi xin de zhui zhu

你的苦我也有感触

ni de ku wo ye you gan chu

 

 

朋友别哭

peng you bie ku

我一直在你心灵最深处

wo yi zhi zai ni xin ling zui shen chu

朋友别哭

peng you bie ku

我陪你就不孤独

wo pei ni jiu bu gu du

人海中难得有几个真正的朋友

ren hai zhong nan de you ji ge zhen zheng de peng you

这份情请你不要不在乎

zhe fen qing qing ni bu yao bu zai hu

 

人海中难得有几个真正的朋友

ren hai zhong nan de you ji ge zhen zheng de peng you

这份情请你不要不在乎

zhe fen qing qing ni bu yao bu zai hu



AMIGO, NO LLORES
 
¿Hay alguna ventana que te haga perder la esperanza?

Echa un vistazo a este maravilloso mundo que parece como un sueño

Unos lloran, otros ríen; unos pierden, otros son viejos

Al final no todo es igual

 

¿Hay algún tipo de amor que te haga sufrir?

He acumulado todos estos años muchas palabras de cariño hacia ti

No hay vino que me haga despertar

No hay dolor que pueda olvidar

Hay que pasar página para que sea imposible volver la vista atrás

 
Amigo, no llores

Todavía soy el hogar de tu alma

Amigo, no llores

Confía en tu propio camino

En el mundo buscamos demasiado el amor ciego

El dolor que sientes yo también lo he experimentado

 

¿Hay algún tipo de amor que te haga sufrir?

He acumulado todos estos años muchas palabras de cariño hacia ti

No hay vino que me haga despertar

No hay dolor que pueda olvidar

Hay que pasar página para que sea imposible volver la vista atrás

 

Amigo, no llores

Todavía soy el hogar de tu alma
Amigo, no llores

Confía en tu propio camino

En el mundo buscamos demasiado el amor ciego

El dolor que sientes yo también lo he experimentado


Amigo, no llores

Seguiré en lo más profundo de tu corazón

Amigo, no llores

Te acompañaré para que no estés solo

Los amigos de verdad se pueden contar con la mano

Dale importancia a todos estos sentimientos


Los amigos de verdad se pueden contar con la mano

Dale importancia a todos estos sentimientos



 

domingo, 6 de octubre de 2013

Recapitulando


Ya han pasado más de 2 meses desde que aterricé en Barcelona procedente de China. Parece mentira, pero el tiempo pasa volando. Lo dije en la última entrada que publiqué antes de volver, y lo vuelvo a decir ahora: aún recuerdo los desajustes de los primeros días por casa, el maldito jetlag, el volver a comer bien sin miedo a probar lo que hay en el plato, reencontrarte con toda esa gente que has estado tanto tiempo sin ver, el aire limpio y el cielo azul, el sol, el mar (¡cómo se echa de menos el mar cuando no lo tienes cerca ni los ves por el balcón!) y muchas otras cosas.


Esta entrada la tenía pendiente, es una forma digna, al menos eso creo yo, de poner punto y final o el broche de oro a un año magnífico y cerrar otro capítulo del libro de mi vida, este con el merecido título de LA MAYOR AVENTURA DE MI VIDA.


¿Por qué negarlo? Lo ha sido, y sería un necio si no lo dijera a los 4 vientos. Ha sido una aventura que me ha ayudado en muchos sentidos: a nivel académico (con el chino obviamente), a nivel personal (todo lo que conlleva mantenerse y tomar tus propias decisiones) y a nivel cultural (entender una cultura completamente distinta a la mía y entablar amistad con gente de tantos países diferentes que no puedo contar con los dedos de la mano).


La idea de irse a china se me pasa por la mente por allá 2011, así en un destello de esos tan extraños, de esos días que te levantas y te preguntas “¿y si…?”. Y poco a poco, pasito a pasito, papel a papel, indignación con Gestión Académica tras indignación con Gestión Académica, el sueño se convierte en realidad, te asignan una plaza en la universidad de estudios extranjeros de Tianjin, cerca de Pekín, y aquello tan lejano se convirtió en cercano, y el lunes 27 de agosto de 2012, algo temeroso y con nervios, pero con muchas muchísimas ganas, tomé un avión destino Pekín.


Aún recuerdo el primer día. ¡Cómo para olvidarlo! Tan desconocido, tan nuevo, tan contaminado, tan sorprendido, tan inocente, tan desorientado, tan ingenuo… Y así pasó que nada más llegar a Tianjin después de sobrevivir a 3 horas de bus entre carreteras llenas de locos que se han sacado el carné en la frutería de la esquina, un taxista tenía preparada la bienvenida ideal: TIMADO CUAL PARDILLO PAGANDO EL VIAJE A PRECIO DE JAMÓN DE PATA NEGRA DE CERDO QUE PASEA POR LA DEHESA. Y ya ver los alrededores del campus y la “ayuda” de nuestro querido y mentiroso coordinador, no supuso una gran forma de poner pie en un país a más de 9.000 kilómetros de tu casa, pero oye tú, que estábamos en China, así que tocaba apechugar, tomárselo con filosofía y cambiar el chip de inmediato: a exprimirlo al máximo, CARPE DIEM, coño (perdón por el taco, pero es que me he metido demasiado).

I (L) 天津·

Ha sido un año espléndido y quiero ser lo más exacto y minucioso posible al comentar todo lo más destacable de esta aventura. Espero no dejarme nada ni nadie en el aire J:


1.    A family in need, is a family in need. El refrán no es así en inglés, pero me da igual. Todos estos meses no he estado solo, no me fui a la otra punta del mundo a mi aire. Nanai. Me fui muy bien acompañado. 4 chicas más se vinieron a China conmigo, supongo que con objetivos y perspectivas similares a las mías a la hora de optar por una beca en un país así, pero me alegro mucho de haber compartido tantos momentos con ellas, que te digo yo: clases, deberes, ir al súper, montarse en un taxi, partidas de cartas, comidas y cenas, películas, pasar frío, pasar calor, tirarnos bolas de nieve, quejarnos de la contaminación, regatear en todas partes, bádminton, charlas, confidencias, cotilleos, bailes, viajes PERO SOBRETODO soportar a los chinos, esto último une a cualquiera. Desde este espacio me gustaría ir dando las gracias a todas ellas una a una:

Ø     Laura. Mi compañera de becas de la UAB. En Inglaterra empezó nuestra primera aventura y en Tianjin terminó otra. Siempre ha sido la cabeza fría del grupo, la que nos ponía los pies en el suelo, la que te decía que había que acabarse la cena del plato que no estábamos para tirar la comida a la basura. Su relación con los chinos y con su gastronomía iba a días o semanas. Será muy difícil por no decir imposible emprender otro viaje de las mismas características, pero por lo que hemos compartido, un placer vivir tantos momentos contigo y suerte con tu nueva aventura, te deseo lo mejor.

Ø     Meri. Si hay una palabra para describirla esa es BONDAD. Ha sido también la mamá del grupo, a veces también lo ha sido Laura, pero ella ha adoptado el papel principal en la mayoría de ocasiones. Se cuelga al cuello la banda a Cocinera del Año. También es muy soñadora, y no tiene ni pizca de maldad, debe ser la influencia de Disney y de Doraemon, supongo. Con Meri recordaré siempre sus paradojas y los momentos como el bolazo de nieve en la cara y el consecuente apodo “Bola de Nieve”, ver “Luna: El misterio de Calenda” y su optimismo ante casi cualquier situación.

Ø     Ari. Puede que ella diga que nadie sabe realmente cómo es, pero a mí no me engañas, Ari. Dura por fuera pero tierna por dentro. ¡Sabes que tengo razón! Lo que más me gusta de ella es su sinceridad: ella te suelta el comentario, si te gusta bien, y si no eso que te llevas. Eso me encanta. Dispuesta siempre a salir a echar unos bailoteos y 1/3 del Trio Hamburguesa. A su comida siempre le falta sal, SIEMPRE. Reina de las viejas en la brisca y con brotes de locura momentáneos como ponerse a gritar una canción de forma random.

Ø     Judit. La Drama Queen del grupo. Situaciones insignificantes que ella convertía en exageraciones, suerte que estábamos ahí para tranquilizarla. Tardona por sistema, lo que de poco le supuso cenar en el pasillo más de algún día o que Meri la amenazara con echarle tabasco en su plato. Lo suyo es alma y entrega. Reina del Skype y de las situaciones ridículas. Obsesionada con la contaminación. Si quieres alguien que te ayude a organizar un viaje, buscadla, es de las mejores.


Pero la “familia” no termina ahí. Hay una persona más…

Ø     Carolina. Bautizada como “Mi peruana favorita”. 1/3 del Trío Hamburguesa, apasionada y peliculera como un culebrón. ¡Eres CHÉVERE, latina! Puede que nos choteara en alguna ocasión, sobre todo, spoileando series o colando palabras extrañas jugando al Scattergories, pero no pasaba un día sin que hiciera de las suyas. Risueña, soñadora y con un corazón enorme. Y que conste, que te extrañamos un montón y que no somos rahistas, por mucho que usted se empeñe en sacar el tema de la reconquista cada 2x3.

 
A family in need is a family indeed



:)
Y aparte de estas fantásticas personas, haber compartido momentos tan increíbles y surrealistas con Takuma (un japonés tan amigo que vino a vernos a Barcelona y nos ayudó en todo durante los primeros meses); Fiamma (mi preciosa “Feilin” que siempre tenía la sonrisa puesta y era redactora del “Libro del Cotilleo Tianjin”); Caterina (una napolitana que llevaba la fiesta en la sangre y si buscabas risas, allí estaba); Joana (una portuguesa fiestera que fue la mejor compañera de pasillo de la historia); y así muchos nombres más, Inés, Sara, Edgar, Todd, Mary, Lily, Austin, Laura, Carolina, Ian, Arthur, Lauren, Tomy, Nathan, Alli, Martin, Ana, Aarón, Brígida, Sasha, Dimitri, Nikolay, Hitomi, Kouki, las corenas de clase (pobres aún no sé cómo se llaman); y también pedir perdón a todos aquellos que han sido carne de cotilleo, pero lo ponían a huevo porque nuestra residencia daba pie a ello.       


2.    Caracteres chinos. ¿Y qué decir de las clases y de los profesores? Era un p**o cachondeo. Esa universidad es la Sodoma y Gomorra de la enseñanza del idioma chino. Sinceramente, allí aprobaba hasta uno que un día entraba en clase sin tener ni papa del idioma por error, y le daban las notas con todo aprobado. Mi nota más baja fue un 94 de 100, pero lo más curioso es que podías sacar un 99,75, pero te quedabas con el 99,75, porque un 100 es ya demasiado. Necedades de los chinos, ya tu sabeh. Dejando a un lado todo eso, el volumen de trabajo realizado y las horas empleadas no me las quita nadie. Puedo decir, con la mano en el pecho que he hincado los codos como un cabrón, pero COMO UN CABRÓN. Sin embargo, todo esfuerzo tiene recompensa, ya que conseguí aprobar el HSK 5 (un examen de nivel chino), de los 6 niveles que hay, así que ORGULLOSO DE MÍ MISMO por conseguir tal hazaña. Nada más llegar me tuve que enfrentar a una entrevista oral con un nivel bastante patético que casi ni me permitía hacer 2 frases juntas y a profesores chinos dando explicaciones, y me fui de allí entablando conversaciones más o menos razonables y entendiendo +80% de lo que decían, así que contentísimo es poco.

Era lo que me tocaba si quería dar un salto con este maldito idioma que parece que vaya al revés: cuanto más sabes, más sensación tienes de que sabes menos. No sé si me he explicado bien, pero los que estudiáis chino supongo que ya os habréis dado cuenta. Un idioma que tiene más de 8 formas (yo al menos las tenía contadas) de decir inmediatamente, es una traición y una putada como una catedral. El problema es que cada palabra tiene un matiz que las distingue, es decir, un “inmediatamente” es ahorita mismo, otro es un “inmediatamente” no ahora mismo sino en 1 minuto, otro “inmediatamente” que sólo ocurre en el futuro, otro “inmediatamente” que marca una continuidad… y así hasta que tu ya te tiras por la ventana porque no hay forma humana para un no-nativo de entender la diferencia. Y ejemplos como ese hay infinitos. Luego está el aspecto cultural en la lengua. Me explico: imaginaos que tenéis que hacer una frase en chino con una palabra. Lo lógico es que pienses una frase en castellano y la traduzcas al chino, el problema es que luego se la enseñas al profe o a un chino y te dice “Entiendo lo que quieres decir, pero nosotros no decimos eso”. Recuerdo un caso muy claro, un ejercicio en el que tenías que usar la estructura “como mínimo … como máximo …”. Yo quise poner, “si fumas mucho, como mínimo toserás mucho y como máximo morirás”, y una china me dijo que estaba loco poniendo eso, que como mucho se puede decir que “es malo para el cuerpo”, lo de morir era un caso extremo que en la cultura china se obviaba. Y así situaciones infinitas que se repetían a diario. Todas esas correcciones me sirvieron para entenderlos un poquito más.  Respecto al profesorado, pues ha habido de todo, aunque debo confesar que bastante bien en general.
True story
Unos más que otros, pero todos han conseguido enseñarme algo, aunque sólo sea preguntarte cosas como “¿te gustan los puentes?”, “¿Entiendes el significado de la palabra DVD?”, “¿cómo no vas a encontrar trabajo con lo guapo que eres?” o ya cosas tipo “cuéntame una buena noticia antes de comenzar la clase” o “si miráis por la ventana eso que veis es contaminación, CONTAMINACIÓN JAJAJAJAJA”, “¿y esto en Portugal como va?”.   


3.    Tianjin/China. ¿Qué decir? Es un tema muy amplio, quizá en otra entrada haré una serie de advertencias y consejos que todo el mundo tiene que tener en cuenta si viaja a China con el motivo que sea, negocios, estudio o turismo. Tianjin, como ciudad, es bastante basura, no voy a negarlo. Es una de las ciudades con más flujos de población, especialmente por la gran cantidad de industria y negocios que se establecen allí. Es una de esas ciudades que si vas de viaje, detenerse para visitar algo es una auténtica perdida de tiempo porque no hay nada destacable, a grandes rasgos. Cuatro parques tradicionales, cuatro edificios curiosos, varias zonas de restauración y tiendas y poca cosa más. Por otro lado, China es tan grande que tiene paisajes, climas y estilos de lo más distintos, dentro del mismo territorio. Mi año me ha llevado a visitar varios puntos tan pintorescos y distintos como Pekín, Harbin, Taiyuan, Datong, Xian, Shanghai y Suzhou.
  Creo que he podido visitar más ciudades, me quedé con muchas ganas de pasarme por Qingdao (aunque la gente que ha ido me ha dicho que la playa está sucia y que sólo vale la pena ir por la fábrica de cerveza); Hong Kong y Sichuan. Tengo pendiente escribir entradas sobre mis últimos destinos antes de volver a casa, y el resto de viajes (Pekín, Harbin o Datong) podéis leer las entradas respectivas en la etiqueta “Conociendo la Conchinchina” en el lateral derecho del blog. Sólo puedo decir que cada viaje ha supuesto una aventura y he tenido momentos que recordaré toda la vida.


4.    Deportes. Tampoco puedo pasar por alto la rama deportiva en China. A pesar de apuntarme a la piscina para ir a nadar un rato de tanto en tanto (en la piscina viví situaciones de lo más curiosas, oiga), me he introducido en nuevas disciplinas que han marcado mi paso por el gigante asiático:

Ø     Bádminton. Hubo una época que se convirtió en mi nuevo hobby. Empezamos un día a jugar porque la universidad nos facilitaba un día por semana durante hora y media jugar, y desde el primer momento ya nos enganchó. Ya en el segundo semestre íbamos por nuestra cuenta y nos compramos raquetas y volantes, de los baratos, pero las compramos al fin y al cabo.
Jonathan me cago en ti!!
Nos lo llevamos tan adentro, que hubo un pique bastante maligno y destructivo entre el dúo Ari/Judit y yo. Se les metió en la cabeza que tenían que ganarme ellas dos contra mí y tras muchos sets, muchos días, mucho sudor, ese momento nunca llegó a ocurrir. ¡Lo siento chicas
J! A la próxima será. Los partidos eran tan intensos por parte suya que hasta tuvieron que crear un alter ego, me rebautizaron con el nombre de JONATHAN, para poder cagarse en mis huesos en mi cara sin que me afectara. Han llegado a pedir perdón por tanto insulto, pero lo que pasa en el campo, en el campo se queda. Con el bádminton la cosa no quedó ahí, conseguí hasta traerme un trofeo a casa, el de subcampeón de estudiantes extranjeros que organizó la universidad. Lo organizaron muy mal, porque yo fui el que jugó más partidos, y tanto el campeón como yo, perdimos con el profesor, pero el se llevó el 1r puesto, sin siquiera jugar contra mí. Me gustaría justificarlo, pero es que la mentalidad china es así, no hay que darle más vueltas. Lo voy a echar en falta, porque aquí hay gente que no sabe ni lo que es, pero bueno, la copa queda muy bonita en la estantería de mi casa.

Ø     Indiaca. En castellano conocida con ese nombre, en china mucho más popular y común, llamada 毽子 (jian zi). Consiste en un soporte con plumas que hay que chutar con el objetivo de hacer pases. Es un partimiento. Lo mejor es que parece muy fácil, porque los ves a ellos que en cualquier parte (en el super, en la calle, en una tienda…)
毽子
están dando toques, pero en cuanto te pones, si llegas a 4 toques seguidos aquello es un despiporre. Cuando hacía buen tiempo solíamos ir a echar unos toques después de comer para echar unas risas y la habíamos llegado a liar hasta tal punto que la gente que estaba 12 pisos más arriba nos escuchaba gritando. Mi famoso grito de guerra UKELAAAAAAAAAAAAAAAAAAN era mítico. Me llevé uno de recuerdo, así que puede que algún os proponga echar unos toques, ¡estáis avisados! 


Ø     Taichi con abanicos. Conocido en chino como 太极扇 (tai ji shan). Esta actividad no la practique porque se suponía que se me iba a solapar con otra actividad que explicaré a continuación. Al final pude haberla hecho, pero ya era tarde para apuntarse. Las chicas se lo pasaron bastante bien, porque eran movimientos de baile y artes marciales con un gran abanico rojo que tenían que ir abriendo o cerrando dependiendo de la coreografía. Todo era para preparar una actuación para un evento deportivo en nuestra universidad, pero luego les pidieron hacerla una y otra vez hasta que acabaron hasta el gorro de abanico, trajes blancos y pasos de baile. ¿Veis la foto? Más monas ellas…

Ø     Remo. Esta actividad ha marcado mi paso por China, sin lugar a dudas. No me apunté a lo del abanico porque se suponía que los entrenamientos empezaban más o menos por las mismas fechas, pero por falta de gente, empezamos un mes más tarde de lo planeado. Consistía en un equipo de 10 personas montados en una barca que representaba un dragón y remando. Fácil, ¿no? La universidad había sido invitada a presentar dos equipos (coreanos y europeos) en una competición de este tipo de embarcaciones en otra ciudad, Taiyuan en Shaanxi, para celebrar una de las festividades más conocidas de china (como es muy larga de contar os dejo un enlace externo por si os interesa saber más http://spanish.china.org.cn/spanish/96363.htm). Los equipos eran mixtos, 6 chicos y 4 chicas, pero después de muchos cambios y de la imposibilidad de encontrar a chicos dispuestos a apuntarse, al final acabamos siendo 6 chicas y 4 chicos. Nos llevaban a entrenar con unos chinos de una universidad que estaba a 1 hora de la nuestra, que nos enseñaron cómo remar, cómo colocar el cuerpo, cómo imprimir más fuerza en los movimientos, etc. Nos llevaron hasta a hacer gimnasio. Hubo un par de handicaps bastante gordos, que casi me llevan a dejarlo: uno, que entrenábamos dos días por semana y uno de los días se me solapaba con un trabajo de clases de castellano que tenía; y el otro fue que la competición coincidía con la semana de mi examen oficial.
Ola k ase? remas o k ase?
Sin embargo, todo tuvo solución, se despejaron las nubes y al final seguí adelante y me alegro mucho de haberlo hecho. No sólo hice ejercicio (al aire libre contaminado, sí, pero ejercicio al fin y al cabo), hice más compañeros, practique chino con los monitores y lo más importante, me pagaron un viaje por la cara a todo trapo con los gastos pagados y formé parte de una competición a nivel mundial con equipos profesionales y conseguimos el 6º mejor tiempo en los 200 metros, incluso ganando una carrera; esto último fue uno de los momentos de mi año en China, todos dándonos abrazos y con la copa y un diploma para casa.


5.    922/1228. Son los números de las 2 habitaciones que ocupé en la residencia. Ahora que ya me he marchado ya los puedo publicar (creo que no lo había hecho nunca). Recuerdo que antes de viajar a China tenía bastante claro que quería tener una habitación individual, pero las cosas no salieron del todo como yo tenía planeado, porque los de la recepción se negaron en rotundo que ocupara una; y el precio, además, era el doble de caro. Con el shock cultural encima, hacerme la idea de que tenía que compartir habitación con alguien desconocido todo el año (las chicas, obviamente se agruparon) no me hacía puñetera gracia. Sin embargo, visto desde la distancia ahora y con el paso de los días cuando estaba allí, he de confesar que tuve muchísimas suerte y también por el bien de mi cuenta corriente y por como resultó todo al final, me alegró de haber acabado compartiendo habitación. Durante este año tuve 3 compañeros, cada uno de su padre y madre y con sus más y sus menos:

Ø     Dimitri. Mi querido Dimitri. ¿Cómo voy a olvidar a este bonachón ruso con cara de sabueso pero tierno como un cacho pan que no sabía ni jota de inglés, ni de chino pero que hacía esfuerzos titánicos para intentar entenderse conmigo? Cuando entré en la habitación y la vi ocupada y vi el pasaporte ruso encima de la visa, me cagué en todo, pero he de reconocer que tuve bastante suerte, teniendo en cuenta lo que campeaba por la universidad. El único “pero” no lo tuve con él, lo tenía con su novia, Natasha, cuya sola presencia me ponía enfermo. Más de una vez me la encontraba en la habitación sola viendo la TV o haciendo deberes en su mesa esperando a que él llegara porque él iba a buscar algo para cenar. Las ostias que le daba al pobre muchacho porque era una zorra manipuladora o las llamaditas a las 7 de la mañana tampoco es que ayudaran a la convivencia. La suerte me acabó de sonreír cuando ella tuvo una discusión con su compañera de habitación, se fue y se quedó sola, por lo que Dimitri se fue a vivir con ella, y yo me quedé prácticamente solo, ya que sólo venía a ver una película los sábados o a coger alguna cosa que se había dejado (por cierto, El Señor de los Anillos en ruso es un truñaco).

Ø     Sasha. Antes de volver a casa en enero dejé la habitación para no pagar mientras estuviera fuera y al volver en febrero me cambié de piso, ya que Carolina se fue a vivir con Fiamma al 12º piso y como Laura y Meri también tenían pensado cambiarse por temas de espacio y porque la ducha era una mierda, decidimos irnos todos a ese piso para estar más cerca. Al final conseguimos estar puerta con puerta, así que perfecto. Estuve una semana y media solo hasta que llegó Alexander, más conocido como Sasha, de 19 años y ruso también. Lo que más me gustó es que ese mismo día, nada más llegar, empezó a hablar conmigo y en 1 hora hablamos más que con Dimitri en 4 meses. Tampoco es que hablara mucho inglés, pero más o menos se defendía y podíamos tener una conversación de roomates en condiciones. Problemas con Sasha no hubo ninguno, muy buen rollo en todo momento. Una de las cosas que más curiosas que viví fue cuando me pidió no correr las cortinas al irme a dormir (mi cama era la que tocaba la ventana), porque así entraba el sol, se levantaba e iba a clase, para mí eso era como mezclar el tocino con la velocidad, pero bueno, cuando empecé a dejarla abierta iba un poco más a clase, porque de normal ni pisaba el aula.  Otros momentos que recuerdo, por ejemplo, un día que me despertó por sus gritos porque se le cayó una tabla de cortar que tenía encima del armario en toda la cocorota; o una noche que empezó a tronar, los dos nos miramos asustadísimos, corrimos las cortinas y vimos que eran truenos y no bombas. Ahora que ya ha pasado todo puedo decir que había una coña general con las chicas porque a Ari le gustaba un poquitín (ha llegado el momento de confesarlo) y pasaban situaciones tan ridículas como Ari venía a mi habitación a devolverme cualquier tontería y tenía que hacer que no escuchaba que llamaban a la puerta y él abriera para poder verlo. Al final, su mejor amigo en la residencia se quedó sólo y decidió mudarse con él, totalmente comprensible. Me sorprendió cuando me pidió perdón al marcharse. Seguimos viéndonos por el lobby e incluso llegamos a enseñarle a jugar a la brisca, una amistad más que me llevé de Tianjin.

Ø     Tibhau. No sé si se escribe así, la verdad que nunca le pregunté. Este fue la última persona con la que compartí habitación. Francés y un año más joven que yo. Su llegada fue como el rayo: Sasha se fue y poco después llegó él, rogándome poderse cambiar conmigo porque vivía con un coreano con el que ni hablaba y se pasaba el día cotilleándole el ordenador, incluso entorpeciendo sus conversaciones de Skype. En aquel momento acepté, ya que podría entenderme con él con facilidad y parecía buen chaval. Nuestra relación tampoco es que fuera muy estrecha, no nos llevábamos mal, pero él aparte de ir a clase y Skype poca cosa más hacía. Bueno tampoco limpiaba, aunque le dejaras todos los productos al ladito de su cama con una indirecta “LIMPIA, CERDO”, que no servía, pero bueno, no me iba a discutir con él por eso. Lo que realmente me incomodaba eran ciertas conversaciones que mantenía por Skype. Su novia, cuya nacionalidad era china por cierto, vivía en Chengdu, una ciudad al sur de China. Compartían el mismo huso horario y ambos eran estudiantes así que tenían tiempo de sobras hasta de contarse cuántos azulejos había en la pared del baño, porque se pasaban el día enganchados a la pantalla del ordenador. Hablaban en inglés, por lo que entendía todo, y a mí que hablaran no me molestaba, yo lo hacía cada día con mi adorable madre y no pasa nada. ¿Dónde está el PERO? Cuando a mí se me disparan los niveles de azúcar y dopamina debido a que sus conversaciones se convertían frecuentemente en “te quiero, te quiero, sólo pienso en ti, te quiero, eres la mujer de mi vida, no sé que haría sin ti, eres lo mejor que me ha pasado en la vida, tengo claro que me quiero casar contigo” y un largo etcétera de términos y frases ñoñas que me provocaban náuseas. Llamadme insensible si queréis. Eso cuando no le daba a ella por montarle un pollo o llamarle que le daba un ataque de ansiedad o él se ponía celoso porque ella estaba hablando con su compañero de piso. Un sinfín de situaciones que yo evitaba al máximo. Al final encontró un trabajo en la misma ciudad donde vivía su novia y para allá que se fue a vivir su amor y a trabajar, que era el motivo que lo llevó hasta en China en primer lugar, de idioma, naranjas de la China. Con su marcha, me quedé solito hasta que dejé la habitación a finales de junio. Se vive mejor solo, pero oye, una experiencia que me llevo para el libro de la vida.


6.    Sucesos. Otra de las cosas que no puedo pasar por alto en este resumen, son todos aquellos sucesos que han llenado portadas de periódicos o han causado estragos durante todos estos meses. Espero no dejarme ninguno:

Ø     Toque de queda. Debido al conflicto entre Japón y China, por la adquisición de unas islas. Estuvimos 3 días en los que no podíamos salir de la residencia a partir de las 10 de la noche y los japoneses tenían terminantemente prohibida la salida al anochecer. Hubo un japonés que se llevó un puñetazo en la cara. Los profesores dijeron que era por todo este tema, luego me enteré de que iba bebido y que fue él el que buscó que le calentaran, así que…
tokedekedaaaaa
Cuando llegó el 1 de octubre, coincidiendo con el Dia Nacional, se dejó de hablar misteriosamente del tema, como si no hubiera pasado nada. Los chinos dominan casi tan bien el tema de las cortinas de humo como nuestro querido Gobierno. Nosotros esto nos lo tomamos a pitorreo, pero hay que afrontar con humor situaciones como esta.

Ø     Altas temperaturas. Que iba a hacer frío durante el invierno y calor en verano estaba cantando. Nos lo dijeron los del año anterior y cuando preguntamos a los chinos de allí nos lo volvieron a confirmar. Sin embargo, lo digo otra vez por si no queda claro, ¡P**O FRÍO/P**O CALOR! 
let it snow, let it snow, let it snow...
Peor que el frío, por eso, era el viento, que cuando soplaba no había manera de evitar que te calara en los huesos por mucha capa que te pusieras encima. El calor era pegajoso y agobiante, de esos calores que parece que estés metido en una sauna. De nieve hubo poca, como de lluvia, pero bueno, ahí ya entramos en conceptos de meteorología en los que yo prefiero no involucrarme.

Ø     Contaminación. La famosa polución o contaminación fue nuestra compañera todo el año. No podéis haceros una idea clara de lo mal que se pasa al llegar. Recuerdo que casi vomito al salir por la puerta del aeropuerto el primer día al respirar. Sin embargo, tienes que adaptarte como puedes y vivir con ella, porque ahí está, por muy limpio que creas que está el aire. Este año, antes de volver a casa después de navidades, en Pekín se llegó a alcanzar la cifra récord de 900 de contaminación (estamos hablando, para que os hagáis una idea, de que a partir de 300 ya está considerado peligroso para la salud). Una de las fotos más populares fue la que no se podía ver la puerta del cuadro de Mao desde la plaza de Tiananmen.
¿Contaminación? ¡Qué va!
Nosotros estábamos a más de 200 kilómetros, pero llegamos a estar a más de 600 si no me equivoco. Y así fuimos viviendo. Lo normal era estar sobre los 150. Luego hubo una temporada que le dio por llover a mares por la noche y tronar, que era aún más frustrante, porque te levantabas pensando que el cielo estaría azul, y seguía tapado y más contaminado que el día anterior. ¿Y qué haces? Te resignas. Te pasas dos semanas sin ver el cielo y cuando sale el sol y lo ves, casi te dan ganas de echarte a llorar.

Ø     Corea. Los supuestos demoledores misiles de Corea del Norte también se tradujeron en momentos de tensión e incertidumbre. Yo estaba bastante tranquilo porque Corea y China tenían un acuerdo de NO al fuego, por motivos económicos y por la proximidad de territorio, pero nunca se sabe. El dirigente coreano está “un poco para la izquierda” que diría un inglés. Leías la prensa y tampoco sacabas nada en claro. Lo que más ¿gracia? me hacía eran las coreanas (de Corea del Sur) de mi clase, que les preguntabas y entre risas te contaban que no pasaba nada, que todo saldría bien. Pues bien, al final no pasó nada, fueron transcurriendo los días y al final nada de misiles. Mucho mejor, oiga.

Ø     Gripe aviar. ¿Qué sería de China sin una buena enfermedad contagiosa? Cuando tuvo lugar la última, que también tuvo origen en China por cierto, pensaba que se había originado por la enorme densidad de población, pero al haber estado allí y haber visto el panorama, sinceramente, no me extrañada NADA que se originen, es más, lo que me sorprende es que no haya más. Quizá el gobierno hace un poco de censura en este tema. El virus H7N9, como lo bautizaron, o la gripe del pollo o la gallina aparecía en gente mayor y niños que estaban en contacto directo con estos animales. Se extendió rápido pese a que los periódicos hablaron del tema y se dijo que se tomaron medidos, algo que hicieron “bien”, porque la anterior lo quisieron tapar y cuando lo publicaron no había sitio para los muertos. Pese a que brotó en el sur, llegó hasta Pekín y luego a Tianjin. Nosotros, a consecuencia de esto, dejamos de consumir y pedir platos que tuvieran pollo (aunque a veces la carne que te ponían no sabías si era perro, pollo, gato o caballo), cocinábamos aún mejor las cosas y evitábamos pasar por una calle por la cual se paseaban tres gallinas tan campantes. Al final, se dejó de hablar y aunque hubo fallecidos, la gripe se quedó ahí. Por si os queda la duda, volvimos a comer pollo.

Ø     Terremotos. Aún recuerdo cuando un día entro en el correo y me encuentro un emilio de mi madre preguntándome si estamos bien y si hemos notado algo del terremoto. ¿Terremoto, qué terremoto? Este año, que yo me enterara, hubo 3: uno en octubre, y los otros dos más graves uno en abril y el otro en julio al poco de volver yo. Los tres fueron en zonas a más de 1000 kilómetros de distancia, así que estábamos totalmente fuera de peligro. Tianjin es una zona bastante segura respecto a sufrir terremotos por su situación geográfica, pero nunca se sabe. Supongo que las preguntas de cómo estas se debe a leer titulares de “Terremoto en China” y saltan las alarmas. No hubo seísmos, todo bajo control.  

Ø     Accidentes. Otra de las cosas que me llamaba la atención eran esos momentos en los que hacía Skype con mi madre y me contaba “he leído que se ha salido un autobús de una carretera, se han matao unos cuantos”, “¿Eso dónde?” “En China”. ¡Claro! Cómo China es tan pequeñita… Hubo miles de accidentes, que viendo como conducen me parece absolutamente normal que ocurran, pero hay que comprender, queridos lectores, que China es G-I-G-A-N-T-E-S-C-A.


7.    Los hijos de Mao. Sobre la población china, en general, haré otra entrada más adelante. Sólo diré una cosa que creo es muy relevante: Nunca subestiméis a un chino ni os fiéis de ellos.Aquí me quiero centrar más en el 0,00000000000000000000000000001% de chinos que he tenido la suerte/desventura de conocer o estudiar.

Ø     Para empezar, las 4 chinas de tándem (Delfina, Vera, Gloria e Irene), con las que estuve un curso entero compartiendo deberes, frases, risas, explicaciones ininteligibles y conversaciones absurdas. Recomiendo al 100% aceptar un intercambio lingüístico para mejorar el idioma. Es una de las formas más prácticas de aprender el idioma.

Ø     No me gustaría pasar por alto, al señor Li Peng, nuestro coordinador de intercambios. Se lleva el premio al chino del año. Nos engañó infinidad de veces como sólo un chino sabe, nos hizo correr, nos hizo cabrearnos, le tocamos las pelotas en compensación por los daños y perjuicios y al final quedamos como “nos saludamos para quedar bien”.

Ø     También quiero hablar de los niños a los que enseñé español durante un par de meses. Puede que a veces pasaran de mi cara, que me hicieran fotos todo el rato, que no aprendieran una mierda, pero lo que me llegué a reír y aprender en aquellas aulas, no tiene precio.

Ø     Especial mención también a la que nosotros llamábamos china cansina. No podía ser más pesada porque no entrenaba. Su función se podía comparar a la de una delegada de clases. Era verla por los pasillos de la universidad o por el lobby y ya temblaba.

Ø     Dar las gracias a los 5 chinos que nos enseñarnos a remar sin querer matarnos a golpes de remo, por no desanimarse con nosotros, por animarnos en todo momento y por el regalo de cumpleaños que me hicieron, que celebrar un aniversario lejos de casa y sin los tuyos y que aún así sea bonito y especial, tiene mérito.

Ø     A todos los chinos que trabajaban en la piscina del campus: la recepcionista simpática que quería aprender español, el socorrista cotilla, el socorrista que se cocinaba verduras y apestaba todo el recinto, el entrenador que atizaba con una vara de bambú a sus pupilos, los chinos que se picaban en el carril de al lado sin éxito y muchos otros que me dejo.

Ø     Los chinos que trabajaban en la recepción de la residencia. Había desde simpáticos hasta bordes de mierda. Si hacían bien su trabajo o no, ahí ya no quiero entrar.

Ø     A las limpiadoras de la residencia, porque es difícil ser más cotillas que las viejas de los pueblos, pero estar a la altura tiene mérito.

Ø     A los chinos que arreglaban los estropicios de nuestra residencia, que aparecían cada dos por tres (luz fundida, grietas, ventanas que no cierran o no se abren, se va la electricidad, no funciona internet…); sus reparaciones se parecían un poco a las de Pepe Gotera y Otilio, porque eran unos chapuceros de cuidado, pero se lo pasaban bien y se resignaban como tu cuando te encontrabas con un problema en tu habitación.

Ø     A todos los profesores que, mucho o poco, han contribuido a la mejora de mi nivel de chino. 谢谢您门.  

Ø     A los de la oficina de intercambios que se sabían mi nombre sin yo haberme presentado y pese a los quebraderos de cabeza, se han portado bastante bien con nosotros.

Ø     A Bob, el chino pringado de la oficina que hacía todo el trabajo sucio y me enseñó a jugar a bádminton.

Ø     A los camareros del Western, un restaurante de la cantina de la universidad, porque para bien o para mal nos han hecho ir tantas veces aunque la comida tuviera muchos días una pinta dudosa y nos dieran ardores.

Ø     Al señor de la cantina que barría el suelo con dos escobas y siempre saludaba.

Ø     A la señora que vendía billetes de tren en la frutería cercana a la universidad, ya que comprar allí siempre suponía una aventura y a lo mejor te hacía volver otro día que no era o te enviaba a otro destino.

Ø     A la mujer de correos de la universidad. Pido perdón por todos los improperios que solté sobre ella: todos los envíos llegaron a sus destinos y esa mujer siempre te recibía con la sonrisa puesta.

Ø     A todos y cada uno de los taxistas chinos por enseñarme que ir en taxi podía suponer la muerte o la estafa y por contribuir a mejorar mi nivel de oral siempre que estaban dispuestos a intercambiar unas palabras con un extranjero.

Ø     Al chino cuyo trabajo en el supermercado era dar carritos y que siempre saludaba porque le hacía gracia saludar a un extranjero.

Ø     A los chinos que caminaban andando de espaldas.

Ø     A los chinos que se daban azotes en la espalda mientras caminaban de espaldas.

Ø     A la china que hacia taichi o un arte marcial china rara y gritaba yiiiiiiihaa, yiiiiiiiha.



Y esto ha sido todo, haciendo un poco de síntesis. Un año completo e intenso con experiencias inolvidables. Meses llenos de historias, momentos y sucesos. Días plagados de anécdotas.


Reconozco que he necesitado un poco de tiempo para “desintoxicarme” un poco de China, en muchos aspectos. Sin embargo, una parte de mi echa de menos la locura por la que se rige ese país.

 
Gastronomía china

No descarto volver algún día. No sé cuándo, si será pronto o dentro de muchos años, pero hay algo dentro de mí que me dice que acabaré volviendo, no sé si para estudiar o para trabajar o para viajar, pero volveré a poner pie en territorio chino. Simplemente lo sé.


Respecto a este blog, ¡qué decir! Gracias por hacer que llegue a superar las 4.000 visitas, que se dice rápido, pero son un montón; gracias por estar al otro lado leyendo ni que sea una entrada y gracias por las críticas y los elogios J. Recibir comentarios que leerme os sacaba una sonrisa, a mí ya me hace el bloguero más feliz de la red de redes.

福 = FU = FELICIDAD

¿Qué pasará con el blog ahora? Gracias por la pregunta. Por lo pronto, tengo varias entradas pendientes de los viajes que hice antes de volver que iré publicando poco a poco y tengo en mente seguir publicando entradas con traducciones de canciones, comentarios de libros o películas y artículos con noticias chinas que aparezcan en prensa. A Relatos de un tal Make todavía le queda mucho por vivir y por contar.


No quiero cerrar mi entrada sin antes presentaros una expresión en chino que descubrí en el último texto que preparé para la última clase. Es la siguiente:


病从口入,祸从口出

bing cong kou ru, huo cong kou chu



Literalmente “la enfermedad entra si la boca está abierta, la mala suerte sale por la boca”. Lo que quiere decir que hay que pensar bien lo que se dice antes de abrir la boca, es decir, nuestro equivalente en castellano a “en boca cerrada no entran moscas”.


Un abrazo a tod@s y muchas gracias de nuevo,

 
中国


马克儿