miércoles, 14 de marzo de 2012

Certificado médico (1a parte)

Hay gente que tiene pavor a las agujas, que detesta el hedor de los hospitales y que huye de los matasanos cuando tienen recibir algún tipo de tratamiento. Los médicos son esos en los que confiamos a ciegas. Te dicen una cosa y te la tienes que creer:

Médico: Tiene usted un catarro de agárrate y no te menees.
Paciente: Pero si sólo tengo mucosidad. ¿Y entonces qué hago doctor?
Médico: ¡Uy! Enciérrese en casa y no salga de su habitación. ¡Puede contagiar a todo el mundo a su alrededor!

Médico: Señor, le comunico que vamos a tener que operar.
Paciente: Pero si usted me dijo que era una tontería.
Médico: Tiene usted razón. Mejor no, ahora mejor se va usted a la farmacia y compra estos medicamentos. ¡Ah! Y cumpla los horarios a rajatabla.

En fin… Somos unos títeres en sus manos. Y ahí estamos. La universidad de Tianjin nos reclama entregar un certificado médico para entrar en el país. Quizá del papeleo que debemos entregar, sea una de las partes más costosas e inútiles. Pero si los chinos dicen que te vayas al médico a que te saquen sangre, tú coges tus bártulos y te vas para el médico a que te saque dos botes, si fuera menester.

El certificado médico consta de varias partes:

  1. Un certificado médico escrito por el creador de Frankestain.
  2. Un análisis de sangre completo
  3. Un electrocardiograma
  4. Una radiografía del pecho

Y hoy empezábamos con el primer paso: el análisis de sangre. Para empezar, mi compañera de viajes, Laura Béjar y yo, ya hemos tenido que descubrir dónde estaba el SAS (Servei d’Assistència Sanitària de la UAB), que ha sido de lo más patético, ya que no saber dónde está tras 5 años pateando el campus tiene tela marinera.

Llegada al lugar y a rellenar datos. Al final ha sido visto y no visto. Pinchazo, probeta de sangre, aguanta con un algodón, tirita y ¡fuera! Bueno, quizá a Laura el 50% de descuento que le han hecho le ha sabido a un chupito de gasolina, pero ¡algo es algo señores! Siguiente parada: resultados, radiografía y electrocardiograma.

Me gustaría plasmar en este espacio virtual también algunas preguntas y especificaciones del certificado médico que, a uno mismo, le hacen dudar de su juicio, mentalidad y estabilidad física.

Empieza bien, preguntándote tu nombre, tu sexo, la fecha de nacimiento, la nacionalidad, el lugar de nacimiento y que enganches una foto de tu careto para tenerte fichado por todas partes. Pero ahí la cosa se complica. Lo siguiente que te preguntan es: “¿has padecido alguna de estas enfermedades?”

  • Tifus
  • Difteria
  • Hepatitis
  • Poliomielitis
  • Fiebre escarlata
  • Brucelosis
  • (entre otras que acaban en –sis)

A continuación, la cosa sigue degenerado y ya directamente te preguntan si te has escapado del manicomio de Sant Boi con preguntas como, ¿padece usted de enfermedades que pueden comprometer el orden público tales como…

  1. confusión mental?
  2. psicosis alucinatoria?
  3. psicosis paranoica?

Y para colmo y remate, luego te preguntan si te faltan cachos del cuerpo o si estás entero de cabo a rabo. Te señalan un recuadro donde pone: “Ojos”, “Nariz”, “Piel”, “Cuello”, “Orejas”, “Extremidades”. ¡Estoy entero señor médico!

Qué queréis que os diga. Al leer esto me entró el pánico. ¿Cómo puede ser que un tío sano, deportista, guapo y humilde (sobre todo humilde) como yo, tenga que someterse a todo esto? Sólo tiene una respuesta: ¡huir de este país que se hunde como el Titanic!

¡Un saludo!


1 comentario:

  1. Jajjaaja guapo i humil, ets la canya!!! Paperassa power step 1!! Animssss!!!

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