sábado, 27 de abril de 2013

El virus H7N9, un nuevo compañero y varias buenas noticias


Si algo he aprendido de China es que aquí la vida se convierte en una aventura diaria. Cualquier acción completamente rutinaria puede pasar a experiencia inolvidable en cuestión de nanosegundos. “Eso puede pasarte viviendo en tu pueblo”, diréis algunos, pero discrepo. Una de las cosas que más me gusta de estar aquí, es levantarme por la mañana, muerto de sueño por supuesto, pero sabiendo a ciencia cierta que algo curioso va a pasar, y oye, pocos han sido los días que me he ido a dormir sin notar que no ha pasado NADA DE NADA, desde un chino totalmente random que te saluda desde un coche porque le hace gracia, pasando por las abuelas que se dedican a pasear y a hablar caminando de espaldas, hasta los temas que te encuentras en los textos que estudias en clase.

Y sin más dilación, me dispongo a empezar con esta entrada, que viene cargadita de buenas noticias, sorpresas y mucho mucho humor:

1.   Empiezan los exámenes. Hemos llegado al ecuador del segundo semestre (cómo pasa el tiempo, ¿no?), y eso significa que llegan los exámenes de mediados de semestre, que bueno, viendo cómo fueron los del semestre pasado, tampoco es que me atormenten mucho, no por nada, pero podías hacer un mal examen y sacar un 94 de nota final. Con esto no quiero decir que no vaya a estudiar, ni mucho menos, simplemente que no siento ni nervios ni preocupación. En total tendremos 3, porque uno, el de Comprensión Auditiva, la profesora dijo que íbamos a hacer un “ejercicio” en clase y ya está, que no quería hacer examen. ¡Esa es la filosofía! El ejercicio lo hicimos el lunes y salió bastante bien, así que primer escollo superado. El 2º examen era el de Comprensión Lectora, que lo hicimos este jueves pasado. No podíamos usar el diccionario electrónico para el examen, pero la profesora nos apuntó en la pizarra palabras de los textos que nos entraban para que las tradujéramos y lo lleváramos todo escrito en un papel, como apoyo para hacer el examen. En general creo que me fue bien, vamos que aprobado creo que está, pero como era todo ABCD o Verdadero/Falso, y algunas de las frases eran un poco ambiguas, espero haber estado iluminado por la gracia divina de la virgen; respecto a los textos, digamos que el vocabulario ayudó, pero vamos, que tampoco creo yo que nos diera la cantidad de palabras adecuadas, porque había cada carácter chino que se te quedaba la cara más desencajada que la de un merengue o un culé en la ida de las semifinales de la Champions. Veremos qué tal la nota, ya os contaré. Los otros dos los tenemos el lunes 6, uno de Gramática, y el otro es una Exposición Oral. Respecto al examen de Gramática, hemos vuelto a sufrir el efecto que yo mismo he bautizado como “Soy ruso, ¿cuándo me viene bien hacer un examen?”. Sí, queridos lectores (creo que alguien de Rusia ha entrado, sí hay alguien que entienda lo que pone por aquí, primero que se manifieste y segundo que les mánde un mensaje de parte mía), las rusas vuelven a las andadas. Teníamos fijada la fecha, en principio para el día 30 de abril, pero a 3 rusas (son pocos, pero les gusta tocar la moral) no les venía bien porque venían unos amigos suyos de visita y querían ir de viaje, y va y la profesora y lo cambia al día 6. Esto a mí sinceramente tampoco me molestó como para tirarlas por la ventana de la rabia, pero me parece muy mal que los profesores no se impongan y siempre se pongan a favor del pequeño, desde mi punto de vista, si de una clase de 20 personas, a 3 no les viene bien, es su problema, ya se apañarán, pero aquí no. Lo bueno es que ahora tendré más tiempo de prepararlo y de estudiar, pero sí que es verdad que el 30 venía bien, para no tener 2 exámenes el mismo día y también para quitárnoslo de encima. Y por lo que respecta a la presentación oral, como tenemos a la misma profesora del semestre pasado, otra vez tenemos que hacer una representación, que podemos adaptar de una peli, de una novela o escribirla nosotros mismos. Después de nuestro rotundo éxito con “La Leyenda de Sant Jordi”, hemos decidido tomar “Los 3 cerditos”, pero dándole un toque más moderno, más vanguardista. No puedo adelantar nada, pero sólo os diré que intentaremos superar la anterior, si eso es posible. Para ello, al grupo se ha unido Lauren, una estadounidense que va a nuestro clase, así que ya tenemos los 3 cerditos (Laura, Meri y Lauren) y el Lobo (yo). Veremos cómo queda todo.

2.   Vacaciones. Me suena raro poder decir “tengo vacaciones”, porque aquí de fiestas tienen pocas, por no decir ninguna. Tuvimos la de fin de año chino, que es la gorda, luego la del Día Nacional en el mes octubre, y hace unas semanas por el Día de Todos los Santos, pero poca cosa más. Hasta ahora. He tenido que soportar como teníais fiesta por la Mercè, el 12 de octubre, el 1 de noviembre, el puente de diciembre, TOOOOOOOOOOOOOODAS las navidades mientras yo iba a clase y seguía en exámenes, y por último, semana santa. Ahora me toca a mí reír. No va a ser por muchos días, pero algo es algo. Tenemos fiestas los días 1, 2 y 3 de mayo y se solapa con el fin de semana, así que 5 díitas para desconectar del todo. ¿Dónde está el PERO? En China siempre lo hay, que tenemos clase hoy, sábado 27 (recuperando el día 2) y mañana, domingo 28 (recuperando el día 3), pero no lloréis por mí, Argentina, porque las coreanas de mi clase ya se han encargado de eso. Se han pasado toda la semana diciendo a los profesores de no hacer clase, que no pueden ir y que tienen cosas que hacer, y al final, ni clases el sábado ni el domingo, así que hoy y mañana, como si fuera un fin de semana normal, yeeeeeeeeeeeah bitcheeeeesss. ¿Veis como está universidad es un cachondeo padre? Tenía intención de hacer un viaje estos días, realmente me apetecía ir a Qingdao (ciudad de la cerveza y al lado del mar) pero Meri y Laura se van a quedar aquí, Judit, Ari y Carolina se van a Xi’an y al resto de gente que pregunté, o no iban a ninguna parte o se iban a sitios como Beijing, Shangai o Xi’an, así que nada, me quedaré aquí y aprovecharé para estudiar para los exámenes, para ir a cortarme el pelo, que ya me toca, para descansar un poco que últimamente por las noches parezco un zombi de Walking Dead, ir a la piscina con tranquilidad y buscar cosas de cara a setiembre de 2013. Por cierto, el hecho de no ir a Xi’an no se debe a que no quiero ir, me muero de ganas, pero si todo va bien, mi hermano y mi cuñada harán un viajecito de 2 semanas en el mes de Julio por China conmigo y entonces ya iremos por allí a ver qué nos encontramos.

3.   HSK5. Para aquellos que no lo sepáis, HSK viene de 汉语水平考试 = HANYU SHUIPING KAOSHI = examen de nivel de chino. Equivale a los exámenes oficiales de Cambridge para determinar en qué nivel estás. Hay 6 niveles de escrito, y 3 de oral. Cuando llegué a China pensé en presentarme, pero como era un poco más caro, ya pensé en presentarme una vez volviera, pero como la siguiente convocatoria en España es el 20 de julio y es en Madrid, sale más a cuenta hacer el examen aquí, que es en la misma universidad, y luego tienen un servicio para enviarte el título a tu casa (porque sin título ya puedes decir misa, que como no lo puedas demostrar, vas apañado). Hace un par de años conseguí sacarme el 3, y llevo ya un tiempo con el 4 y ya lo tengo bastante dominado, así que he empezado a prepararme para el 5, que tiene una lista de vocabulario de 2500 caracteres, nada más ni nada menos. Estuve mirando el tipo de examen y la verdad que el salto de un nivel a otro se nota muchísimo, pero para eso estamos aquí. El 16 de junio, me presentaré al examen y si todo va bien, tendré que cambiar el nivel de chino que tengo en el currículum. No será fácil, pero CHALLENGE ACCEPTED! Deseadme suerte…

4.   Un nuevo inquilino. Las circunstancias cambian en un abrir y cerrar de ojos. Un día dices sí, al día siguiente dices no. Las paradojas de la vida, supongo. Como lo de Felipe González con la OTAN, que primero dijo que no, y luego fue que sí. Todo esto viene, porque en mi última entrada, comentaba que mi relación con mi compañero de habitación iba viento en popa a toda vela y que estaba realmente contento. Sin embargo, el mismo día que publiqué la entrada, me vino y me dijo que su mejor amigo aquí se había quedado solo y que le había propuesto de irse con él, que no era por nada malo, que simplemente con él iba a estar más cómodo. En ese momento, me alegré por él y le dije que se fuera, porque al final y al cabo, si yo estuviera en su posición, seguramente hubiera hecho lo mismo, pero después, me dio por pensar “¿y ahora qué?”, porque volvía a quedarme solo, que por un lado, PUTA MADRE, toda la habitación para mí, pero por otro lado, no sabía seguro si iba a tener que pagar toda la habitación o si me iban a meter a alguien, que posiblemente fuera peor. Y dicho y hecho, Sasha hizo las maletas una tarde y esa misma noche ya se fue. Pero estuve solo poco tiempo, porque más tarde, dos mañanas antes de irnos Datong, cuando no teníamos clase, me pican a la puerta, y era un chico francés. Por lo que me contó, vivía con un coreano “muy gordo, con el que no se podía comunicar y que lo tenía bastante amargado”, dijo literalmente, así que me pidió si podía cambiarse conmigo. Por lo visto, llevaba un tiempo buscando una nueva habitación, pero no había ninguna libre, y cuando Sasha fue a cambiarse, le avisaron de que había una cama libre en mi habitación, así que subió a preguntarme si me parecía bien que él viniera. Por motivos obvios acepté. Sólo lo conocía de vista, pero por lo menos hablaba inglés y podría comunicarme con él, y bueno, es del país vecino. Prohibido usar lo de gabacho, que os veo… Y nada, esa misma tarde, se instaló. Estaba contento porque la habitación era un poco más grande que la otra en la que estaba y de momento bastante bien. A todo esto, su nombre no os lo escribo, porque me lo ha dicho como 5 veces, y no quiero cagarla, pero es algo así como Tibhau, y tiene un año menos que yo, si no recuerdo mal. Lo más curioso es que tiene una novia china, con la que se comunica en inglés, y la mayoría del día se lo pasan hablando por Skype básicamente, pero como yo me paso casi todo el día fuera, no me molesta mucho, sólo cuando se ponen tiernos y a mí se me dispara el azúcar, pero son en contadas ocasiones. Al fin y al cabo yo hago Skype todas las noches con los de mi casa también, así que, hay un poco para cada uno. Sobre la convivencia, por el momento todo bien, a Sasha le gustaba más hablar y preguntar cosas, con él ahora hablamos menos, nuestras conversaciones se reducen a “¿cómo te ha ido el día?, ¿qué tal las clases?, ¿cómo estás?”, pero poca cosa más, que para mí ya es más suficiente. Estoy cómodo, no tengo problemas y tiene pinta que no vamos a tener problemas, y yo con eso ya estoy más que satisfecho. Y bueno, el hecho de que no sea ruso, ucraniano o de un país de la antigua URSS también me alegra. Ya he tenido una dosis demasiada alta de rusos en mi vida en estos últimos 9 meses. Ya os iré contando, espero que en la siguiente entrada no tenga un nuevo compañero, ya sería lo último. 

5.   La primavera trompetera ya llegó. Una de las preguntas que más frecuentemente me he hecho durante este mes de abril ha sido: ¿cuándo COÑO va a llegar el calorcito? El taco también venía incluido, soy un poco chungo, ya tu sabeh. Lo digo porque a veces el clima estaba tan loco que hacía más frío dentro del edificio de clases, que fuera, en la calle. Ese edificio parecía una nevera. A veces estaba en clase más congelado que la paga extra de un funcionario. Y también lo que me sacaba de mis casillas era escuchar a los chinos diciendo “es raro que aún no haya llegado el calor, este año el clima es muy ESPECIAL”, a lo que yo pensaba, ¿ESPECIAL de “como molo, soy lo mejor” o ESPECIAL de “os jodéis y lleváis la chaqueta hasta el fin de vuestros días?”. Para vuestra información, la 2ª opción era la correcta. Sin embargo, como también me comentaron las chinas, íbamos a pasar de invierno a verano, de un día para otro, y así ha sido, porque ahora ya estamos a 20 grados o más, con un calor que, en ocasiones se convierte en bochorno, y ya con el abrigo colgado para el resto de los días. ¡Qué alegría! Sólo hay un problema, bastante grave la verdad, se llama CONTAMINACIÓN. Basta con que haga un día de cielo azul, y al día siguiente ya hay una fina capa en el cielo bastante asqueros, y a partir de ahí, sigue empeorando hasta niveles elevados. Por suerte, el viento consigue llevársela a otro sitio, pero en cuanto no sopla el viento, ya estamos otra vez. Esto me tiene preocupado, porque ahora que ya llega el buen tiempo, espero que sople el viento de vez en cuando, o que llueva, pero con ganas, porque si no, tendremos el cielo cubierto de una capa grisácea y entonces pocas ganas tienes de salir a la calle.

6.   Vuelve Profesor Rodríguez. El semestre pasado estuve ejerciendo de profesor de castellano en un instituto un día por semana durante un mes. Después de ganarnos un sueldecillo y de decirnos que estaban contentos con nuestro trabajo, ahora nos han vuelto a llamar para volver a dar clases durante un mes, con un ligero aumento de sueldo, nada 10 yuanes más (de 70 a 80), pero mira, eso que nos llevamos. Esta vez las clases son miércoles y viernes, y también hay 4 grupos (uno de alumnos de 17 años, otro de 16, otro de 14 y otro de 13). Empezamos el miércoles 8 de mayo y a ver qué experiencias nos depara este semestre. Ya os contaré con más detalle la próxima vez que actualice.

7.   ¡Felicidades Meri! El pasado 14 de abril fue el cumpleaños de nuestra querida Meritxell Roura Gutiérrez, así que todos éramos conscientes de que iba a ser un fin de semana importante para ella y que tocaba hacer algo especial. Para empezar, vinieron Tania y Esther, compañeras nuestras de la UAB que están estudiando en Pekín, y el sábado salimos a Qbar a bailotear un poco, hasta que llegaron las 12 de la noche, cuando nos abrazamos todos alrededor de Meri y le cantamos el cumpleaños feliz. Lo pasamos muy bien aquella noche. Al día siguiente, el gran día, el plan era ir a comer fuera (pizzas y hamburguesas), que a la cumpleañera le apetecía comer Pizza Hawaiana. Antes de salir, dejamos en recepción una pequeña caja con su número de habitación y con sus regalos: una funda de almohada estampada con fotos nuestras y una de sus frases favoritas en GRANDE 梦想成真 (que los sueños se hagan realidad) y un pequeño librito en el que habían frases que ella suele decir y dibujos que habíamos hecho nosotros en PAINT con frases de felicitación. El momento en el que vio la caja fue muy divertido. El motivo por el que lo dejamos allí fue porque siempre que pasa por delante de la recepción y ve una carta o un paquete dice que es suyo, aunque sabe al 100% que no, pero siempre le queda la esperanza, así que pensamos que sería gracioso dejarlo allí para que ella se acercara y lo viera. Nos teníais que ver, ella delante y todos nosotros detrás, caminando lentamente, esperando a que echara un ojo a la zona de correos y viera la cajita. De repente se vuelve, mira, ve algo, todos nos detenemos, pone cara extrañada, nosotros ya damos saltos porque se va acercando, lo coge, mira el número, nos mira a todos sonriendo y nos dice toda feliz “que tontos que sois”. Y nada, fuimos al restaurante y allí abrió la caja. Todo muy piaoliang que diría ella (漂亮 = piaoliang = bonito). Comimos de buen gusto y llegó el momento del “pastel”. Como en el cumpleaños de Carolina, la opción de comprar un pastel estaba descartada, porque 1) no estan buenos y 2) son caros, así que pensamos en una opción que le iba a gustar más: compramos unas madalenas de la cantina que le encantan (una para cada uno) y les pusimos velas. El problema vino cuando teníamos que preparar todas las madalenas sin que Meri nos viera, por lo que Carolina pensó en llevársela para aguantarle la puerta del lavabo mientras nosotros lo preparábamos todo. Tardaron un poco en volver porque se pusieron a parlotear, pero al final, volvió, le dimos la sorpresa y le cantamos el “Cumpleaños Feliz”. Así terminamos otra celebración de cumpleaños. Yo no digo nada, pero el siguiente es el mío, así que ya veremos qué pasa para entonces…

8.   De cine. Como ya os conté, ahora nos ha dado por ver películas mientras cenamos. Hasta ahora hemos tirado de la colección Disney, ya poquitas nos faltan por ver, así que estoy más cerca de uno de mis objetivos de este verano, que es machacar a mi amiga Champion al Trivial Disney jajajajajaj (os tenéis que imaginar una risa maligna de malo de película). Esta última semana, no obstante, han cambiado las tornas y nos hemos sumergido en una saga de películas: Resident Evil. Básicamente las hemos visto porque Ari no paraba de dar la lata con que quería verlas, pero después de ver las 4 primeras (nos falta la última que sacaron no hace mucho) debo reconocer que no son peliculones, pero tienen su punto. Lo que es cierto es que estamos muy peliculeros. Por ejemplo hemos visto Shame (un tostonazo sin sentido), Hachiko (una historia sobre un perro en la que las chicas terminaron todas llorando, pero os la recomiendo), y El viaje de Chihiro (rara de cojones, pero es entretenida). ¿Qué veremos a partir de la semana que viene? No sé si volverán los clásicos de Disney o cambiaran las tornas, pero mientras la película no supere los 90 minutos, siempre es bienvenida en nuestra pantalla. A todo esto, si tenéis recomendaciones o sugerencias, podéis comentarlas sin tapujos, os lo agradeceré.

9.   El Virus H7N9. Como todos supongo que debéis saber, China está sufriendo nuevamente una gripe aviar que los científicos han bautizado como Virus H7N9. Los primeros casos se dieron en Shangai, pero poco a poco se han ido extendiendo por todo el país y ya ha habido un caso en Pekín. Todos los contagiados tienen algo en común: trabajan o están en contacto con pollos contaminados. Hasta ahora la mayoría de muertos han sido personas de salud débil y ya hay casos en los que han conseguido curar la enfermedad, pero todavía no se sabe muy bien cómo se propaga, de momento parece que por el aire está descartado, lo que a mí me tranquiliza, pero no del todo. Yo sinceramente creo que esto les pasa por su mala relación con la higiene. Que son unos guarros y unos cerdos, eso no es nada nuevo, pero que sean capaces de vender pollos contaminados, a sabiendas que juegan con la salud de mucha gente todo por dinero, eso es de ser un cínico hijo de la gran puta. Y eso sí que preocupa, porque vale que si se cocina, no hay problema, pero cuando vas a comer en un restaurante… Así que ahora estoy en esa situación, en la que intento no comer pollo en un restaurante, y cuando lo cocinamos nosotros, antes está congelado y luego bien frito, y si hay algo con huevo, también bien hecho. Toda seguridad es poca. Por una parte, hay que ir con cuidado, pero por otra, esto me suena un poco al gran fiasco de la OMS que fue la Gripe-A, que luego se demostró que murió más gente de gripe normal que de esa, y se tuvieran que tirar millones y millones de vacunas que no sirvieron para nada. No estoy tomándomelo a broma, pero no sé si es una forma que tienen las autoridades de meter miedo a la población. Lo único bueno, es que el gobierno chino al menos ha tenido la decencia de advertir a la población, cosa que no hicieron cuando en China hubo otra gripe aviar hace unos años. El otro día Carolina le decía de broma a su madre, “mira mama, este país va a terminar con mi vida, si no es la contaminación, será el pollo y si no será el coreano con sus misiles”. Una gran verdad.

10.             La Fiesta del Bote de Dragón. El próximo mes de Junio (según el calendario lunar chino es el quinto día del quinto mes) se celebra en China una de sus fiestas más representativas y más tradicionales y más bonitas, más allá del Año nuevo, es la Fiesta del Bote de Dragón, llamada en chino 端午节 DUAN WU JIE. También recibe otros nombres como La Fiesta del Poeta, La Fiesta de Verano, La Fiesta de Baño de Orquídea o La Fiesta del Tamal del Arroz Glutinoso. Se celebra desde hace más de dos mil años y según cuenta la historia, todo se debe al poeta chino 屈原 = QU YUAN, que se suicidó ese mismo día arrojándose en el río, después de que los Qin conquistaran el Estado en el que vivía. Los conciudadanos decidieron navegar el río para encontrar el cuerpo, pero no encontraron ni rastro, pero para evitar que los peces y los dragones (esto lo he encontrado, pero es bastante inverosímil) no se lo comieran tiraron al agua alimentos como el 粽子 = ZONGZI, que es una empanadilla hecha de arroz glutinoso enrollada en bambú y con forma de pirámide; de ahí que sea el alimento predilecto en esta celebración. Debido a esta búsqueda, todos los años en China se organizan competiciones de embarcaciones (se las llaman 龙舟  = LONGZHOU) y la buena noticia, es que nuestra universidad organiza una actividad para que los estudiantes podamos remar uno de esos barcos. Y yo me apunté. Hay 2 barcos y en cada barco hay 10 integrantes, 6 chicos y 4 chicas, uno para coreanos y otro para, literalmente, estudiantes-que-no-tengan-cara-de-asiáticos. En principio teníamos que empezar la actividad el 15 de abril, pero faltaban 2 personas, hasta que me llamó el coordinador el viernes para decirme que empezábamos el lunes y también hay entreno el martes. De momento, tenemos que entrenar en un lago que hay por la ciudad (a saber dónde queda eso) y para rematar la faena, el 12 de junio hay una competición con otras universidades en la ciudad de 太原 = TAIYUAN, un poco lejos de aquí. El transporte al lago y los costes del viaje y de la competición, todo corre a cargo de la universidad y espero que sea así. La verdad que puede ser gracioso y una actividad propiamente china, así que me muero de ganas de empezar y ver cómo funciona todo. Os mantendré informado.

11.             Sant Jordi. El martes era Sant Jordi, eso es algo que todos sabemos. Como buen caballero que soy decidí ir a comprar rosas para las chicas. Al final no fue tan difícil encontrar una floristería, menos mal que me guiaron las chinas de tándem, porque no tenía ni idea de dónde podía encontrar una. Conseguí hasta regatear un poco con la mujer de la tienda y todo, pero tampoco me costaron muy caras, pero para tener un pequeño detalle, ya servía, que era lo importante. A mí me cayó el libro de exámenes oficiales de HSK5, que me viene de perlas porque me lo iba a comprar igualmente, así que ahora ya lo tengo. ¡Gracias por chicas! Un día siempre especial que intentamos celebrar de la mejor manera posible.

12.             Competición deportiva. Ayer viernes día 26, se celebró en nuestra universidad una competición deportiva entre todos los alumnos de la universidad, chinos y extranjeros. La semana pasada nos preguntaron si queríamos apuntarnos a alguna prueba, pero todo era o correr o saltos de longitud o pruebas así de atletismo, nada de tenis, ni bádminton ni natación ni nada que se pudiera jugar por equipos, así que no me apunté. Además de a esas actividades, te podías apuntar a hacer un baile de taichí con abanico para actuar en la apertura de la competición. Se apuntaron las chicas, y se pasaron durante 2 semanas ensayando los pasos y los movimientos. Me han enseñado alguna cosa, a ver si consigo convencer a alguna para que me lo enseñen entero y luego lo represento cuando vuelva. Como yo no me apunté, me “contrataron” para grabarlas y hacerles fotos durante la actuación, así que allí estaba yo a las 8 de la mañana, con la cámara cargada y preparada esperando, como un padre que va a ver una función del colegio, a ver a “mis niñas” bailar con el abanico. Lo de las 8 de la mañana la verdad que no me hizo nada de gracia, los chinos y su manía de empezar las cosas muy temprano, pero bueno, estuvo bien, porque hicieron por la pista de atletismo un desfile de un montón de grupos, y todos cuando llegaban delante del palco, donde estaban sentados el director y otros profesores, hacían un baile, o cantaban o alguna cosa para presentarse, y luego seguían dando la vuelta hasta llegar hasta el centro del campo. Tras eso, vino una parte bastante tostón de discursos, después el momento HIZANDO BANDERA E HIMNO (…….) y luego ya tiraron petardos (esta parte ya me la esperaba), y luego ya salieron las chicas a bailar. Corrí hasta la ventana del 8º piso de nuestra residencia, para tener una vista aérea y las grabé. Quedó muy chulo, ya intentaré que lo veáis de alguna forma. Tras la actuación se dio el pistoletazo de salida a la competición, mientras yo me dedicaba a hacer fotos a las chicas, ahora que si entre los árboles, que si con el abanico abierto, que si con la estatua de fondo, que si con una rama pasando entre el abanico…. Lo importante es que lo pasamos bien y encima hacía sol, ¡QUÉ MÁS SE PUEDE PEDIR!

13.             Clasificación Viejas Brisca. Esta semana la clasificación no ha sufrido ningún cambio relevante. Pese a la celebración del 1r Campeonato Mundial de Brisca el pasado 6 de abril en Datong (podéis leer la entrada del viaje dentro de la etiqueta “CONOCIENDO LA CONCHINCHINA”, sólo se ha producido una vieja, pero, ¿quién ha sido?

POSICIÓN
NOMBRE
VIEJAS
1
ARIADNA “HOSTIL IMPACIENTE” GARRIGOLAS
7
2
LAURA BÉJAR
5
3
MARC “ANGRY KING” RODRIGUEZ
3
4
MERI “BLI BLA BLU” ROURA
2
4
CAROLINA MONTES
2
6
JUDIT “DRAMA QUEEN” FAGEDA
1
6
KIWIN
1
6
SARA SEGURA
1
6
JOANA FERREIRA
1

Efectivamente, Ari ha sido la única víctima, cuando Carolina y yo la dejamos a 0 puntos una noche que jugábamos los 3. De esta manera, se destaca en la clasificación como líder. Nos pone a parir, pero ella que vaya hablando, que es líder indiscutible con 7. A parte de eso, en alguna ocasión nos hemos quedado cerca, yo uno de ellos en un par de veces, pero por suerte o por desgracia, ningún cambio trascendental en la clasificación esta semana. Seguiremos jugando, a ver qué pasa.

14.             Los hijos de Mao. Aquí van las experiencias graciosas con los chinos durante estos días:

a.   ¿Catalunya? No me suena. De esto hace ya un tiempo, pero lo recordé hace poco. Un día fui a coger algo de comer y estaba esperando a que me lo prepararan para marcharme. En estas que había una señora mirándome desde que llegué. Ya me temía que se me pusiera a hablar, y un minuto después, ya vino la pregunta, “¿de dónde eres?” y a partir de ahí nos enzarzamos en una conversación con las típicas preguntas: que si cuánto tiempo llevas estudiando, que si es muy difícil, que qué pienso de China… Hasta que me preguntó si aparte del inglés y el español, sabía hablar otras lenguas, y le dije que también hablaba catalán. Y ella se quedó con cara rara. Y me dice, ¿qué idioma es ese? Y le conté que en España hay 4 lenguas oficiales (aunque tengamos un gobierno y una sociedad plagada de cenutrios que crea lo contrario), en la que el castellano es la que habla la mayoría, pero las demás también tienen muchos hablantes. A lo que ella me preguntó si lo hablaba y le dije que sí, y me volvió a preguntar, ¿y cómo se llama? Y yo catalán, “no me suena”, me contestó, y luego me preguntó que otros idiomas había en España, le dije gallego, ella, “no me suena”, vasco, “no me suena”. Y se lo repetía, pero todo el rato me contestaba “no me suena”. Y ahí quedo la cosa, no le sonaba nada de nada, pero ella preguntaba por curiosidad, pero bueno, pasé un rato agradable con esa mujer.

b.   El socorrista contraataca. Que los socorristas de la piscina trabajan menos que un ministro no es nada nuevo. Lo último fue cuando uno me empezó a tocar el hombro porque la parecía que estaba muy fuerte y luego se quedó cinco minutos sentado en el trampolín de la piscina bebiendo té y mirando como daba brazadas. Estos chinos se conforman con poco.

c.   Los vecinos. En nuestro piso hemos sufrido una invasión de chinos. No sabemos si son profesores o estudiantes, pero aquí están, tocando la moral, como el otro día que era las 12 de la noche y ellos seguían de fiesta. La pregunta que nos hacemos todos es, ¿cuándo se marcharán? Espero que sea pronto.

d.   Engañando al ascensor. Que cuesta mucho subir al ascensor para ir a clase, no es nada nuevo. A veces para entrar, necesitas ir con todo el morro y colarte, como hacen ellos, pero te puede pasar que te claven un codazo o te aplasten contra una de las paredes. Un estrés de buena mañana que yo no logro comprender. Ahora algunos ya se dedican a jugar con fuego. Lo digo porque de los 4 ascensores que hay, 2 paran en todos los pisos, pero los otros dos, se empiezan a parar a partir del piso 7, pero ahora ya hay alumnos y conserjes que cuando cogen esos ascensores, le dan a la alarma (como si hubiera una urgencia) y entonces paran el ascensor en el piso 3 o 4. Y ya lo que me parece más incomprensible todavía, son los chinos y chinas que se pasan 5/10 minutos esperando al ascensor para ir AL PISO DE ENCIMA. Yo eso no lo entenderé nunca, son unas pocas escaleras, QUE TE CUESTA. Y lo hacen a todas las edades, sin importar. Sin embargo, a mí lo que más me mata es cuando estás dentro para subir, se están cerrando las puertas y ves a una china o un chino corriendo, eres amable, le das al botón para volverlas a abrir y va y pulsa el piso de encima. A mí cuando me pasa esto, el estómago me empieza a funcionar y noto la acidez de los jugos gástricos a tope. ME ESTRESAN. Los patearía, a ver si a la siguiente vez se lo piensan dos veces.

e.   Un malentendido gracioso. Las reuniones de tándem a veces dan lugar a situaciones de lo más surrealistas. Como nuestros niveles todavía no son muy altos, a veces a la hora de explicar dudas, cuesta un poco encontrar las palabras adecuadas para que entiendan tus explicaciones. Yo siempre recordaré una en particular, y fue en un texto que tenían ellas en el que salía la palabra mingafría, refiriéndose a los escandinavos. Al preguntarme una de ellas qué significaba le dije que describía a los escandinavos que tienen fama de ser fríos, etc. Sin embargo, ella no entendía lo de minga. Así que le dije, ¿no sabes lo que es? Pues minga es pene (ella niega con la cabeza), ¿polla? (vuelve a negar), ¿verga? (sigue negando), hasta que al final empiezo a señalar con los dedos las partes en cuestión diciendo ¡minga, minga, minga! Pero nada de nada, al final le dije que lo buscara en el diccionario, y ya lo entendería. La siguiente vez que nos vimos, me vino riendo. Lo que tiene que hacer uno a veces…

f.     RIP. Hoy nos hemos enterado que uno de los peces de la pecera de la entrada de la recepción ha pasado a mejor vida, o ha pasado por la sartén y especies y se lo ha comido alguien. Ya hacía un montón de tiempo que no estaba bien, pero se le veía que estaba en las últimas. Ahora nos queda otro, que también está enfermo, así que esperemos que traigan nuevos, porque son como un símbolo de este edificio. Por lo tanto, por todos los buenos momentos, pez, DESCANSE EN PAZ.

15.             Lista #SOYFAN. Ya vuelve a estar con nosotros la lista más molona del mercado. ¿Quién serán los afortunados? Vamos con ellos…

a.   #SOYFAN5. Abriendo la lista esta semana, está Vera, una de las chinitas con las que tenemos tándem. No es la de la minga, esa es otra. Está aquí porque hace unas semanas los estudiantes de español hicieron una especie de concurso y su grupo tuvo la “brillante” idea de cantar “Loco” de MAM, también conocido como Miguel Ángel Muñoz. No pudimos ir a verla, pero nos enseñó el video. Pronunciaban bastante bien, la verdad, y ganaron el primer premio también, así que FELICIDADES para ella.

b.   #SOYFAN4. En cuarta posición se coloca Judit, por su constante frase de “ja m’han estafat” (lo ha dicho tantas veces que ya ha perdido todo su sentido) y también por su relación amor/odio conmigo. Todo viene por el bádminton, porque siempre consigo ganarla a ella y a Ari juntas y las dos tienen un pique personal conmigo, que a mí ni me va ni me viene, sinceramente. Su odio en ocasiones ha llegado a tal punto, que creó otro nombre, un alter ego, “JONATHAN”, para poder insultarme sin decírmelo a mí directamente. A mí me da risa, pero aquí seguimos, pasándolo bien.

c.   #SOYFAN3. Abriendo el pódium, se encuentra Meri, básicamente por sus locas suposiciones sobre relaciones amorosas entre los habitantes de la residencia o en el aula. A veces llega hasta el punto de inventarse las conversaciones: que si este se ve claramente que le gusta la otra porque le ha tocado aquí, que si la otra está desatada, que si el guardia está hablando con su reflejo en el espejo, que si esta es una fresca porque habla con uno y con el otro…oioioioioioi. ¡Qué fuerte todo! Lo que hace el poder del cotilleo.

d.   #SOYFAN2. Con la plata al cuello, están las coreanas de nuestra clase. Por lograr que este fin de semana estemos de fin de semana, y no de clases, como el calendario marcaba. Es fascinante lo bien que interpretan el papel de dar pena a los profesores. Es una pasada. A parte de eso, las clases son un partimiento, consiguen sacarme una sonrisa, porque gritan a más no poder, el otro día por ejemplo, estábamos haciendo dictado de palabras en la pizarra, y había una palabra que era “volumen alto”, “muchos decibelios”. Y la profesora la pista que dio para los que estaban en la pizarra fue: “una palabra para describir a vuestra compañeras coreanas” y ellas se miraron como extrañadas, y cuando la acertaron todas empezaron ¡OOOOOOOOOOOOOHHHH!

e.   #SOYFAN1. El primer puesto esta semana es para Qbar. Me parece increíble haber encontrado una discoteca/bar en Tianjin a la que puedo ir y volver caminando, donde ponen más de 10 canciones de Pitbull en la misma noche, donde ponen canciones en castellano y reggaetón y donde el DJ te deja darle un PEN DRIVE con música y te la pone y donde las chicas tienen unas bebidas gratis, pero te las pueden dejar bebértelas a ti. Salir de fiesta se vuelve mucho más divertido. Y esto es todo por hoy, una entrega más, ha vuelto a dejar un nuevo líder y muchos cambios. Manteneos atentos a las siguientes entregas, querid@s lectores.

Y esto es todo por el momento. Una entrada llena de cosas, pero que espero que hayáis disfrutado. Antes de terminar, os dejo una frase que me llamó la atención el otro día en clase:

时间可以冲淡一切

Que significa, “El tiempo lo cura todo”.

No puedo pasar por alto todas las visitar y comentarios, de verdad, que muchas gracias por estar “al otro lado”.

Un abrazo enorme.

马克儿

viernes, 19 de abril de 2013

大同 - Datong


La siguiente parada en mi particular descubrimiento de China es la ciudad de 大同 (DaTong), que se encuentra en la provincia de 山西 (ShanXi), a unos pocos cientos de kilómetros de Pekín. No es uno de los lugares más conocidos de China, pero tiene un par de atracciones que no está de más perderse a propósito para ir a visitarlas.

La semana pasada (del lunes 1 al domingo 7 de abril) teníamos jueves y viernes sin clase. ¿Por qué? Buena pregunta. Porque ese día en China se celebró 清明 = QUINGMING = que equivale a nuestro 1 de noviembre, es decir, Día de Todos los Santos. Los chinos, durante esta festividad, como nosotros, van también al cementerio a poner flores a sus seres queridos fallecidos, y además, por la noche queman en las esquinas de las calles un tipo de cartón que ellos llaman “papel moneda”. Lo queman porque de esa manera, ese “dinero” va a parar a las manos de los difuntos para que tengan dinero para sus gastos en el otro mundo. Según me contó una china con la que estudio dos veces por semana, lo de quemar “dinero”, no se queda ahí, ahora los chinos han dado un paso aún más allá, y ahora queman de todo: neveras, televisiones, móviles de última generación, microondas, bicicletas…  Cosas de lo más útiles para los difuntos, vamos.

Pues eso, que como teníamos fiesta, pues llevábamos un tiempo intentando decidir algún sitio al que ir. Sonaron destinos como Shanghai, Xi’an o Chengdu e incluso Urumqi (esto ya fue en un momento de locura) como posibles destinos, pero el avión salía por un pico, y el tren suponía estarse muchas horas o también salía caro igual, además que grandes flujos de turistas chinos se iban a mover, por lo que evitar ciudades grandes era una manera de evitar las masas de gente y las aglomeraciones, que yo lo prefería. Así que Laura y Meri ya dijeron que iban a ir a Datong, que aunque se podía ir en otro fin de semana, no tenía mala pinta, y era eso o nada, así que aquel iba a ser nuestro destino.

La aventura ya empezó el día que fuimos a comprar los billetes de tren. En realidad esto nos pasó por pardos, por ir demasiado tarde a comprarlos. Nuestra intención era salir el jueves por la noche, llegar a Datong a las 5/6 de la mañana el viernes, visitar todo lo interesante por ver, y volver por la noche, para llegar a Tianjin el sábado de madrugada, y luego ya morir durmiendo hasta el domingo. Pero no salió así para nada. Llegamos a un pequeño puesto de fruta y comida donde también venden billetes de tren y preguntamos, pero el tren de la noche del jueves no había cama dura (queríamos ir la ida en cama, que es dura e incómoda, pero para ni que sea estirarnos un poco), solo quedaba asiento, y cuando tenía cama era del viernes al sábado. Entonces cambiamos la hoja de ruta, en vez de salir el jueves saldríamos el viernes y volveríamos el domingo de madrugada. Antes de comprar los billetes, por eso, le preguntamos que si tenía billetes para volver el sábado por la noche hasta Tianjin, y la mujer dijo que “sí”. Así que lo decidimos así. Compramos el billete de ida (no se puede comprar los dos de golpe en China, primero el de IDA, y después el de VUELTA), y cuando le decimos de comprar los 6 billetes de vuelta la mujer nos dice, “NO HAY”, y nos quedamos PERODNA?¿?¿¿?¿’, si hace “5 minutos acabas de decir que sí”, y resulta que había, pero 5 asientos, y nosotros éramos 6, así que YA LA TENÍAMOS BIEN LIADA antes de salir.  En ese momento nos echamos a un lado y pensamos en las posibilidades que teníamos:

1.   Coger 5 asientos y que uno lo comprara de pie (en China se puede comprar billetes sin asiento, simplemente de pie en el tren).

2.   Reservar una noche de hotel y salir el domingo por la mañana, lo cual suponía volver aún más tarde el domingo y pagar una noche de hotel, pero al menos estar un poco más descansados.

3.   Pedir que nos devolviera el dinero del billete de ida, e ir a Datong otra semana, que no se moverá tanta gente y será más fácil reservar billetes.

Descartando la primera opción, que era disparatada, porque se suponía que nos teníamos que ir rotando de vez en cuando, optamos por la tercera opción, pero para que nos devolvieran el dinero teníamos que ir hasta la estación y no sabíamos si de verdad nos lo iban a devolver o no, así que estábamos jodidos. Luego pensamos en la segunda opción, pero teníamos que volver corriendo, para buscar una habitación, pero tampoco estábamos seguros de si iba a haber hoteles mínimamente decentes en los que dormir disponibles, y luego teníamos que volver igualmente a comprar los billetes.

Nuestra suerte cambió cuando apareció una chica que nos ayudó a salir de este bucle de negatividad y autodestrucción. Le preguntó a la mujer (que la queríamos todos estrangular con nuestra propias manos) si en vez de llegar a Tianjin, había alguno que llegara a Pekín, así nos bajábamos en Pekín y luego cogíamos el tren hasta Tianjin. Y entonces dijo que sí, que eran todo asientos lo que quedaba disponible, pero que había. Entonces esa era nuestra única solución: volver por la noche desde Datong a Pekín, y entonces coger otro tren desde Pekín a Tianjin. Algo resignados, nos aferramos a esta opción y salimos de allí, cagándonos en los huesos de aquella mujer, pero con una sensación de que este viaje iba a ser una aventura de tres pares.

Así que el viernes a las 7 de la noche, nos reunimos los 6 (Carolina, Laura, Meri, Ari, Judit y yo) en el lobby de la residencia y pusimos destino a la estación de tren.

Cuando llegó la hora, pasamos el control de billetes y fuimos en busca de nuestro vagón, en busca de nuestras camas.
Vista desde mi litera.
Al entrar en el vagón, vimos que las camas eran como literas de 3 (bajo-medio-alto) y que cada compartimiento tenía 6, pero no tenían puertas, es decir, que estaba todo el vagón comunicado, y no había nada que separara un compartimiento del otro, solo una pared, pero bueno, algo es algo. Estábamos repartidos de la siguiente manera: Ari y yo arriba del todo de un compartimiento; Laura y Meri debajo de Ari y de mí en las camas del medio, y Judit estaba arriba en un compartimiento que estaba al otro lado de la pared que tocaba con el mío, y Carolina estaba en la cama del medio, no debajo de Judit, si no al otro lado. Os voy a hacer una tabla para que lo veáis más claro:

ARI
MARC
JUDIT
CHINO RANDOM
MERI
LAURA
CHINO RANDOM
CAROLINA
CHINO RANDOM
CHINO RANDOM
CHINO RANDOM
CHINO RANDOM

  

 ¿Así mejor? Tened en cuenta que entre Judit, Laura y el Chino Random, hay una pared que da a otro compartimiento de 6 literas.

Después de “dormir” lo que se pudo, a eso de las 4:30 de la mañana el revisor nos despertó para avisarnos de que en breve nos detendríamos en la estación de Datong. En China este tipo de trenes suelen tener miles de paradas, por eso tardan tanto y por eso sube tanta gente.

Finalmente, alrededor de las 5 de la mañana nos bajamos del tren con algo de sueño, pero con mucha hambre de visitar y descubrir una nueva ciudad que se mostraba antes nuestros ojos, a pesar de que aún estaba oculta bajo la oscuridad de la noche.
La estación de Datong

Nuestro siguiente paso era enfrentarnos a los carroñeros más famosos de China: los taxistas. La cosa era buscar un acuerdo para que cada persona le pagara 100 yuanes por llevarnos todo el día, como si fuera nuestro chófer privado. Ya os imagino a todos pensado “pero si son tan timadores y con todas las malas experiencias que habéis pasado, ¿por qué no coger un bus y pasar del taxi?”, con mucha cortesía os respondo, ya que preguntáis. La cosa es que todo lo que tiene que visitar Datong está en extremos opuestos y están en la quinta puñeta. Hacer todo el trayecto en autobús, además de que en relación calidad/precio tampoco no nos ahorraríamos tanto, y tampoco sabíamos en qué condiciones iba a estar el autobús, tampoco salía a cuenta, y además, teniendo en cuenta que los trayectos eran largos y las cosas que se tenían que visitar cerraban a las 5 de la tarde, no podíamos perder mucho tiempo en ir haciendo transbordos de autobús.

Allí estábamos los seis laowais, en la puerta de la estación con algunos carroñeros ya con sed de hambre y con ganas de estafar a tempranas horas del día. Lo digo porque le dijimos que queríamos que nos llevaran a hacer el tour y a uno no se le ocurre otra cosa que decir 1000. ¡UNA CABRA ESTÁ MÁS CUERDA QUE TÚ, PAYASO! (eso fue lo que pensé), y nada regateando, y regateando, y diciéndoles que sabíamos de gente que había pagado 100 yuanes (a todo esto, eso son 12,5€), al final dieron el brazo a torcer y aceptaron. Una vez nos montamos en los taxis, (Meri, Laura y Judit en taxiy Carolina, Ari y yo en el otro), había que esperar a que los taxistas reclutaran a 2 personas más, porque si no entonces el negocio no les salía del todo bien, si llevaban a 3 personas en vez de a 4. Esperamos cerca de una hora, hasta que al final, consiguieron atraer a una pareja. Estaban un poco reacios a entrar en el taxi, ya que estuvieron un buen rato regateando con el taxista, pero al final, también acordaron pagar 100 como nosotros. En ese momento, Carolina se fue al otro taxi, y la pareja, que por cierto era de Pekín, andaban por la treintena y también estaban allí de viaje, se subió con nosotros dos. Yo estuve todo el santo día de copiloto, pero bueno, trabajé menos que un banquero de 14:00 a 20:00 un lunes.

Una vez estuvimos todos montados y sin los cinturones puestos (sí, eso para ellos es OFENSA, no sé, prefieren que muramos todos si hay un accidente) pusimos rumbo hacia nuestro primer destino: 悬空寺 (Templo Colgante).

Por la ventanilla se veía una ciudad con unas calles con un asfalto con más imperfecciones que la cara de Belén Esteban, unos baches, unos saltos, unas carreteras… PENA, es la palabra que busco. Girábamos y girábamos y de repente entramos en una autopista. A todo esto, ni rastro del otro taxi. En ese momento me di cuenta de que el dialecto de Datong o de la provincia era ininteligible para mi nivel de chino, era como si le hubieran puesto una zapatilla en la boca y hablara, porque no había manera de sacar nada en claro de lo que decía aquel señor, que por cierto, tenía una pinta un poco rara.

Seguimos avanzando y avanzando y pasaban los kilómetros y nada de nada. Ni un cartel cutre, ni una triste indicación del templo. Lo único que me mantenía tranquilo era que en el taxi venían dos chinos y el riesgo de que nos hiciera algo aquel taxista era muy bajo, a no ser que estuviera conpinchado con ellos y tuvieran una red ilegal de venta de órganos o de secuestros y nosotros no lo supiéramos.

Finalmente, varios kilómetros más adelante alcanzamos el otro taxi, que por lo que me contaron después las chicas, su taxista, pese a ser el capo de la mafia del grupillo y el que manejaba el cotarro, era muy simpático y agradable. Era ese coche porque en el tubo de escape había atado una especie de tela de color roja. Nos detuvimos en un semáforo y entonces vi el cartel, 悬空寺 54 KM. HOLA K ASE?? Ya llevábamos como 20 minutos de trayecto y todavía faltaba mínimo una hora, dependiendo de la velocidad del taxista. Sabía que ese templo estaba lejos, pero tampoco imaginaba que tanto. Aún así, miré el lado positivo, eran alrededor de las 6:45 de la mañana, y el templo no abría hasta las 8, así que iba a ir bien, porque llegaríamos justo a la hora de la apertura, encontraríamos menos turistas, y podríamos visitar rápidamente para volver y ver el resto de las atracciones de la ciudad antes de que las cerraran.

Lo bueno del trayecto fue que el taxista puso una emisora de radio de música al más puro estilo Pont Aeri. Unas mezclas, unos remixes, un DJ que iba gritando palabras sin sentido cuando le apetecía…. CHUMBA, CHUMBA, CHUMBA, CHUMBA, CHUMBA. Me vino bien para no dormirme, y tengo que admitir que había algún que otro TEMASO. Mi favorito fue, sin lugar a dudas, la mezcla de Baby de Justin Bieber con Put your hands up in the air, a los pies del DJ.

1 hora de recorrido más tarde, a tan sólo 10 míseros kilómetros de llegar al aparcamiento del templo, a nuestro taxista no se le ocurre nada mejor que dar media vuelta en mitad de una carretera y volver por donde habíamos venido hasta llegar a una rotonda, por la que habíamos pasado justo 5 minutos antes. Toma la 2ª salida y se detiene en un puesto que hay montado en el arcén donde unos chinos se arremolinan alrededor de unas cajas de comida. Echa un vistazo, pone cara de asco y vuelve a dar media vuelta (aquello ya parecía un rodeo), y esta vez toma otra salida de la rotonda, y se detiene en un descampado, justo en la puerta de un pequeño bar/restaurante. Murmura algo y se baja y después se baja el chico de la pareja detrás de él. Miro a Ari y los dos ponemos cara de ¿EING? y entonces sale la chica y nos pregunta: “vamos a coger algo para comer, ¿queréis arroz frito o fideos para desayunar?”. Mmmmmmmmm, a ver que me lo piense, 7 de la mañana, 1 hora y 15 minutos en taxi, en un sitio de mala muerte, fideos o arroz para desayunar… que te parece un NOOOOOOOOOOOOOOO. Unos 10 minutos más tarde volvieron los tres y el taxista llevaba una bolsa con huevos duros y en otra bolsa llevaba algo que no quería saber lo que era.

10 minutos más tarde llegamos al aparcamiento del templo. Quedaban unos 10 minutos para las 8:00, así que esperamos dentro del taxi y desayunamos un poco. Ari y yo galletas y nuestro taxista huevos duros, la diferencia de culturas, you know.

Al salir del taxi, ¡COJONES QUÉ FRIO! Menos mal que venía equipado con una térmica y además de la chaqueta llevaba guantes y bufanda, porque era uno de esos fríos que calan. Llegamos a la ventanilla y pagamos la entrada, el precio estándar es de 130 yuanes, pero con el carné de estudiante se rebaja el precio a la mitad, así que pagamos 65 (poco más de 8€). Antes de entrar al recinto, podías alquilar unas chaquetas de color verde militar, pero valían 20 yuanes, así que hicimos un NAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! Preferimos morir de frío que pagar 20 yuanes, ya tu sabeh, la vida del estudiante que no tiene una beca que le cubre un año estudiando en China (UAB TIMADORES)

A modo de introducción, para que tengáis más conocimientos, el Templo Colgante (悬空寺)
El cartel de la entrada

se construyó en el año 491, está levantado a 50 metros sobre el suelo y está considerado una maravilla arquitectónica. Sus características son: en primer lugar, la construcción, ya que mezcla la madera entre las rocas, dando apariencia de un castillo en el aire, con unos andamios que se insertaron en las rocas en el momento de su construcción y que aún se mantienen intactos; en segundo lugar, incluye más de 80 esculturas de diferentes materiales perfectamente talladas y que pertenecen a varias religiones como el budismo, el taoísmo y el confucionismo, algo muy raro y distintivo; y en tercer lugar, la localización del templo, cuyo objetivo principal era protegerlo de inundaciones, nieves y tormentas, como también de la luz del sol, y siguiendo las teorías taoístas, buscar la paz, ya que desde el templo no se escucha ningún sonido o ruido y eso facilita la meditación.
悬空寺
Tengo que reconocer que fue una auténtica gozada visitar este templo. Es muy pintoresco, porque lo ves desde abajo y te gusta, pero cuando subes las escaleras y llegas hasta él y empiezas a subir escaleritas y
Uno de los budas que había por el 悬空寺
se te abren pequeñas ventanas con budas o espacios para meditar, la verdad es que es como un laberinto que poco a poco vas descubriendo y que cada vez tienes más ganas de adentrarte. Lo que más me llamó la atención es que cuanto más subías, más estrechos eran los tablones por los que caminabas y las barandillas tampoco es que fueran muy altas, así que si tienes miedo a las alturas, me temo que no es tu sitio. Estuvimos una hora aproximadamente, estuvimos más tiempo haciendo fotos, que visitando el templo en sí, que es bonito, pero tampoco es tan grande. Un lugar recomendable.

悬空寺

Una vez terminada la visita, nos reunimos los 8 en los taxis y teníamos que deshacer el camino hecho y volver a la Datong ciudad, para visitar la segunda atracción: 云冈石窟 (Las grutas de YunGang). Eran unos 80 kilómetros de vuelta, a los que había que sumar los que hacían falta para llegar hasta las grutas. Así que teníamos taxi y CHUNDA CHUNDA para rato. Yo aproveché para mirar las carreteras chinas, eso sí que es LA VERDADERA CHINA, no lo que se ve por la tele. Casi me da un ataque de risa cuando nos tuvimos que parar porque un rebaño de cabras estaba pasando por mitad de la carretera y el taxista se cagaba en todo.

Una hora más tarde llegamos a la ciudad, pero ahora teníamos otro problema: EL TRÁFICO. Atascos y más atascos, hicieron que un trayecto de unos 10/15 minutos, se tradujera en 45 minutos aproximadamente, con el taxista cabreado y pitando el claxon cada dos por tres y haciendo pirulas cuando tenía la ocasión.

Finalmente conseguimos llegar a la entrada de las grutas. Allí dejamos otra vez a los taxistas, esperándonos hasta que volviéramos cuando nos apeteciera. Lo bueno de pagarles al final es que sabes que no se van a ir y te van a esperar dócilmente. Por una vez, está bien que tengas la sartén por el mango.

En aquel punto del día, el sol brillaba resplandecientemente y el cielo era completamente azul, sin una nube que entorpeciera la vista. Después de los niveles de contaminación  que hay por Tianjin y de los días grises y sin sol, aquel clima nos supo a gloria.

La entrada a las grutas era de 150 yuanes, pero de nuevo, con el carné de estudiante, se quedó en la mitad, 75 (casi 9,5€). El lugar estaba bien cuidado, limpio y encima hacía sol. ¡QUÉ MÁS SE PUEDE PEDIR!

Nuestra visita a este lugar se puede dividir en tres partes:

1.   Zona Esteà pagodas, pasillos, gongs y budas.

2.   Zona Media à grutas con budas de todos los tamaños

3.   Zona Oeste à grutas de un tamaño menor que las de la Zona Media.

A modo de introducción, las Grutas de Yungang son uno de los mayores conjuntos de grutas de toda China. El área de excavación se extiende a lo largo de la montaña y tiene una longitud de 1 kilómetro de este a oeste, donde se pueden descubrir 53 cuevas con más de 51.000 estatuas de todos los tamaños y tipos. Se descubrieron en el año 450 y están consideradas una reliquia de la Dinastía de los Wei del Norte (386-534). Las esculturas mezclan el arte tradicional chino con las características sociales de la época, y la intención es la de relatar la historia de la gloria en el pasado.

Como he mencionado unas líneas más arriba, empezamos la visita por la ZONA ESTE del recinto. Nada más entrar, nos encontramos con un paseo enorme plagado de columnas levantadas por figuras en forma de elefantes.
Columnas con elefantes en la base.
Una maravilla a la vista. Seguimos caminando y más adelantes nos topamos con una especie de rotonda, con un árbol de hojas doradas en medio y dibujos esculpidos en los muros de alrededor. A partir de ese momento, las construcciones iban a ser muy similares, pagodas con budas en el interior, árboles donde colgar deseos de felicidad, amor y prosperidad; gongs en los que hacerse fotos chorras… Una buena manera de adentrarse en este complejo.

Árbol para colgar buenos deseos

Después de cruzar un puente sobre un río, llegamos a la ZONA MEDIA. La visita era simple: un camino largo y el muro de la montaña iba mostrando, poco a poco, las grutas y budas de todas las dimensiones posibles esculpidos por todas partes. Para mí, una de las que más me llamó la atención fue una de las primeras. Nos metimos en una cueva, subimos unas escaleras de piedra muy altas, y tras pasar por un camino algo agreste, nos topamos de lleno con una estatua de por lo menos 20 metros de altura. BOQUIABIERTO.
Caminar por una gruta y toparte con esto. ¡WOW!

A partir de ese momento, ya fue un no parar de grutas, budas y de hacerse fotos chorras en cualquier parte. Antes de seguir con la parte más importante de las grutas nos detuvimos en un banco (para sentarse, no de los que estafan a ancianos vendiendo preferentes), bajo el sol para comer algo. Nos trajimos comida de casa. Os vuelvo a recordar que somos estudiantes y que ahorrarse lo que sea siempre viene bien, que la vida está muy achuchá.

Cuando pusimos punto y final al banquete seguimos con la visita a las grutas. En ese momento teníamos que visitar una zona con unas esculturas con una decoración de color rojizo, pero estaba prohibido el paso, ya que lo estaban restaurando. ¡Mala suerte! Y entonces llegamos a la parte crucial de la visita. Son las grutas de la 16 a la 20 (están todas numeradas).

Todas se caracterizan por tener budas ENORMES en diferentes posiciones y que expresan diferentes sentimientos (majestuosidad, elegancia…), hasta llegar a la número 20, que es la más imponente de todas y que si buscáis “Datong” en Google Imágenes será una de las primeras fotos que os saldrá. Lo que me sorprendió, a parte del tamaño y la belleza, son las enormes orejas, algo que no he encontrado el porqué y que si alguien lo sabe (queridos lectores, ¡iluminadme!) os lo agradecería eternamente.   

A partir de ahí, entramos en la ZONA OESTE, que era un conjunto de diminutas grutas, algunas eran como pequeñas ventanas con escaleras y una obertura por la que si te asomabas veíais pequeñas esculturas.
Pequeñas grutas.
Este sitio nos sirvió para hacer más fotos absurdas y para perder un poco el tiempo y disfrutar del buen tiempo y de Datong (en ese momento estábamos todos ya con un “I (L) DATONG”. A pesar de que había numerosas grutas, eran diminutas, así que no tardamos mucho en recorrerlas. Disfruté mucho visitando las grutas, así que lugar recomendable al 100%

Para salir del recinto, teníamos que volver al punto de partida, así que nos paseamos por un camino que iba paralelo al de las grutas, pero que tenía vegetación y alguna que otra pagoda. Poquito a poco, dando un paseo, volvimos a la entrada y salimos de allí.

A la salida, encontramos que había una especie de mercadillo con puestos donde vendían todo tipo de artículos: joyería, figuras de todos los tamaños, máscaras, cartas… Yo me compré un buda pequeñito por 5 yuanes (0,6 céntimos). Se podía regatear pero aquel hombre no me dejaba para nada, lo único que me ofrecía era que si compraba 6, me lo dejaba por 20 yuanes, pero yo no quería 6, yo sólo quería una, pero bueno, como era un recuerdo así pequeñito tampoco pensé que fuera tan caro.

Comprando en el mercadillo Judit y yo tenemos una anécdota curiosa que os quiero explicar. Ella iba buscando una figura de un buda para regalársela a su madre, pero no encontraba ninguna que la convenciera. Las que veía eran de metal y estaban medio oxidadas, además que eran bastante caras para lo que eran. Entonces vio una que era un buda que una mujer lo dejaba por 35 yuanes. Judit la estuvo mirando y empezó a regatear, pero la mujer no lo bajaba de 30, así que Judit estaba pensando si comprarlo o no por ese precio. En ese momento, se nos acerca un hombre de otro puesto con el mismo buda, y Judit y yo pensamos que lo iba a dejar más barato, pero dijo 60, y nosotros nos quedamos extrañados. Entonces gira la figura y vimos que en la base había un dibujo, que a primera vista nos pareció bonito, pero cuando acercamos la vista, vimos lo que realmente era: un buda hombre metiéndole los dedos en la vagina a una buda mujer. Los dos nos empezamos a descojonar y le dijimos que no, sobre todo Judit que soltó un “a ver, es para mi madre, para que lo ponga en el salón, así que no quiero sorpresas”. Total, que al final compró la figura de la muer por 30 y todos contentos, pero no acaba ahí la cosa, porque en ese momento, cuando ya nos volvimos a reunir todos (nos dispersamos para mirar los puestos), se nos acerca otra vez el mismo hombre y nos viene riendo con la figura en la mano y nosotros “no, no, gracias” y esta vez al girar la figura, era un buda penetrando a una buda. Y Judit y yo con la cara de ¿OLA K ASE? Y el hombre se volvió riendo.

Más adelante, aún riendo por las figuritas, nos encontramos a un par de chinos con unos mazos golpeando una especie de pasta.
Por lo visto, vendían un tipo de dulce muy típico de la región. Había al lado, un puesto con una bandeja con trocitos para probar la delicatesen. Como ya me conozco cómo son los chinos y quería probar ese dulce sin que luego me dieran la tabarra para comprarlo, me acerqué, me metí el trocito en la boca y a pesar de que estaba bueno (era una mezcla de galleta con cacahuete, realmente estaba muy rico), empecé a poner una cara rara, y a abrir la boca. Al preguntarme el chino del puesto si me gustaba, le dije 还可以 que viene a ser un “pfff/no mata”. Yo probé el dulce, estaba bueno, los chinos no me dieron la tabarra y yo me fui de allí más contento que unas pascuas.

Al volver al aparcamiento ya estaban la pareja de chinos esperando y ya tocaba la siguiente parada en nuestro viaje: 九龙壁 (El mural de los 9 dragones).

Aquí ya empezó la parte negativa del viaje, porque eran alrededor de las 2:30 de la tarde y teníamos intención de ir a visitar el mural de los 9 dragones, pero el taxista nos dijo que no se podía pasar, pero que nos llevaba igualmente. Por lo visto, toda la zona, que además tiene una Torre de la Campana y una Puerta de la Muralla China, estaba en obras y en restauración, así que no se podía acceder al interior. UNA PUTADA COMO LA CATEDRAL DE BURGOS, porque era lo último que nos quedaba por ver y teníamos el tren de vuelta para las 22:00 de la noche y si hubiéramos visitado el mural, se hubiera hecho largo, pero no tanto.

Así que el taxista nos llevó a los 6 hasta la estación de tren, le pagamos los 100 yuanes y nos despedimos de los taxistas y de la pareja de pekineses, que el taxista los iba a llevar hasta el hotel. Antes de seguir, quiero decir, y que sin que sirva de precedente, que estoy muy satisfecho del servicio de taxi, porque por los kilómetros que hicimos (más de 200 seguro), el tiempo que tardamos y la comodidad de que te esperaran y dónde te dejaban, no tengo ni una sola queja, es más, doy mis más sinceras congratulaciones. Confieso que estaba un poco asustado cuando me dijeron lo de ir en taxi, porque ya me los conozco, pero esta vez salió a la perfección.

Pues ahí estábamos, Datong, Shanxi, 15:30 de la tarde y aún quedaban unas 7 horas para nuestro tren de vuelta a Pekín. La pregunta que todos nos preguntamos en ese momento era “¿qué hacemos?”. Lo primero que intentamos fue cambiar el tren. Había un tren de Datong a Tianjin a las 16 y queríamos saber si podíamos cambiar el billete que teníamos por ese, para llegar a Tianjin esa misma noche, aunque sea de madrugada, sin tener que esperar interminablemente a nuestro tren. No tuvimos suerte de nuevo, porque lo único que podíamos comprar era billetes para estar de pie, y no es como para pasarte 8 horas de pie en un tren, sobre todo cuando has estado medio día pateando, otro medio día metido en un taxi y la noche anterior casi no has dormido. Así que nos enfrentábamos a nuestra realidad: PUDRIRSE POR DATONG.

Nuestra primera opción fue buscar un McDonalds o KFC y acampar allí hasta la hora de salida, pero no había nada de eso por ahí, solo restaurantes pequeñitos. Sin embargo, recordamos que de camino a la estación, en el taxi, vimos un centro comercial, así que nos metimos en un hotel cercano y preguntamos. Teníamos que coger un bus.

Así que fuimos en busca de la parada de buses y coincidió que pasó el que teníamos que coger justo en ese momento: el número 4. El billete valía 1 yuan (menos de 2 céntimos), pero no sabíamos en que diantre de parada nos teníamos que bajar. Por suerte, Carolina preguntó a una chica que justo se bajaba en la parada del centro comercial, así que esperamos a que nos dijera dónde era para bajarnos, todo eso metidos en un autobús a petar de gente, y especialmente con un chino que llevaba unos sacos de cañas o de no sé qué, que nos iba dando porrazos a mí y a Judit y nos iba acorralando más y más con el paso de las paradas.

15 minutos después de subirnos, dejamos el bus y nos metimos de lleno en el centro comercial. Había un cine, pero a mí la idea no me convencía, básicamente porque sólo había películas chinas y además, silla cómoda, a oscuras, yo con sueño, ZZZzzzzZZZzzz, ya tu sabeh. Así que nos dimos una buena vuelta por el centro comercial y al final acabamos en el Kentucky que ya habíamos visto antes. También estaba hasta arriba de gente, pero conseguimos una pequeña mesa que estaba al lado de las cristaleras que permitía a todo chino transeúnte que pasaba se parase a mirarnos.

Aquí vino otro de los momentos del día: EL 1r CAMPEONATO MUNDIAL DE BRISCA. Hemos decidido, que cada 6 de abril de cada año nos reuniremos en el Kentuky de Datong (si no en otro sitio, no os lo toméis todo al pie de la letra leñe) para celebrar este campeonato que ya llevábamos tiempo con ganas de celebrarlo. Las reglas son simples: 2 equipos, 3 personas por equipo, 2 rondas de 10 partidas, quien haga más puntos en total, GANA, y por supuesto, quien haga una vieja, se lleva un minipunto en mi lista. Los equipos se distribuyeron de la siguiente manera:

EQUIPO A                            EQUIPO B

JUDIT                           CAROLINA

MERI                                     LAURA

ARI                               MARC

Tengo el vídeo de la presentación del campeonato de los integrantes. No lo cuelgo por intimidad y también por vergüenza, pero el vídeo MOLA MOLLLT.

El Campeonato tuvo un claro vencedor y ese no fue otro que el EQUIPO A, que fue bendecido con muy buenas cartas durante la mayoría de partidas y se llevaron la victoria claramente en ambas rondas. DÉMOSLES UN FUERTE APLAUSO. No hubo viejas, pero el Equipo B estuvo cerca de sufrir una. Por lo demás, comunicar que en breve tendremos El 2º Campeonato Mundial, y veremos qué ocurre entonces.

A eso de las 19:45 movilizamos el campamento en el Kentucky y fuimos a buscar el autobús para llegar de vuelta a la estación. Recuerdo en especial ese momento, porque estábamos todos hablando de las experiencias que habíamos tenido en el pasado de tener que correr por coger un bus (yo tengo una dilatada experiencia en eso de correr para coger buses, desde correr más que Bolt hasta bajar escalones de 4 en 4; tener que ir cada día en autobús a la universidad, es lo que tiene) y de repente pasa un bus y digo “oye, ¿el 30 no para también en la estación?” y nos miramos por un segundo y nos marcamos un ¡¡CORREEEEEEEEEED!! A ver que el bus 4 tenía que pasar más tarde y no teníamos ninguna prisa, pero por si acaso.

Una vez estuvimos en la estación pasamos el control y fuimos camino de la sala de espera, pero estaba a reventar y había allí dentro un olor a humanidad que echaba para atrás, así que nos sentamos en el suelo en el pasillo que iba a sala de espera. Cenamos y descansamos allí.

A partir de ese momento viene la parte NEGATIVA del viaje que en parte se convierte en una crítica o en una advertencia. Mientras estábamos cenando había chinos que iban pasando de aquí para allá y nos miraban, pero como siempre, no supone ningún inconveniente. El problema vino más tarde, cuando Ari sacó las cartas y nos pusimos Judit, Ari y yo a jugar al Cinquillo. En cuestión de segundos, se empezó a llenar de gente la zona donde estábamos nosotros, y pasamos de que cuatro chinos nos miraran a que se empezaran a acercar y a acercar y a acercar y se nos quedaran mirando y riendo, hasta el punto que hubo un momento que teníamos más de 25 chinos alrededor mirando cómo jugábamos, cómo Carolina leía o cómo Laura miraba el móvil. Era algo intimidatorio. Que yo entiendo que a ellos les llama la atención, pero como dijo Carolina, no somos payasos en un circo; básicamente porque había unos chinos un poco más allá también jugando y nadie les miraba. Nosotros, al fin y al cabo, no estábamos haciendo nada malo. Al principio reconozco que daba risa, pero cuando de 25 pasaron a 40 ya empecé a mosquearme y me entró el instinto asesino.
Creo que nos miran...
Sacamos las cámaras y nos pusimos a hacerles fotos y videos, en modo contraataque pero allí seguían, mirando, riendo y sin inmutarse ante los flashes. Sin embargo, lo que realmente me cabreó fue cuando vino una de las revisoras  de la estación a echarnos de allí porque “estábamos armando mucho alboroto”. ¿PERDONA? Eso sí que me mosqueó. ¿Me estás diciendo que tus COMPATRIOTAS nos están rodeando, nos están MOLESTADO, nos están mirando como si fuéramos MONOS DE FERIA, y en vez de dispersarlos a ellos y decirles que se compren una vida, un amigo o un perro o lo que sea y nos dejen en paz, vas y nos echas a nosotros? ¡VÁYASE USTED A LA MIERDA, SEÑORA!

Nos pusimos en pie y decidimos quedarnos allí, básicamente porque nos negamos a movernos. La cosa siguió igual, con algunos chinos mirando e incluso un abuelo mayor que se sentó de cuclillas a nuestro lado a preguntarnos cosas. Ese hombre llamó mi atención porque se pasó más de 15 minutos de cuclillas sin moverse ni un milímetro. Sin duda alguna, eso de cagar en un agujero toda una vida ayuda a fortalecer los músculos de las piernas.

A todo esto, no puedo pasar por alto otro personajillo. Era un muchacho chino que como sabía algo de inglés se nos acercó varias veces a hablar con nosotros. Os dejo sus perlas a continuación:

·        (PRESENTACIÓN) Hola, ¿dónde vais? Es que viajo solo y quiero hablar con vosotros…

·        (10 minutos más tarde) ¿No tenéis frío? Aquí hace frío, si vais dentro se estará mejor…

·        (5 minutos más tarde) Os he traído agua caliente, ¿no queréis un poco? Es que aquí hace frío.

·        (15 minutos más tarde) He ido a la sala de espera de la planta de abajo y está casi vacía, como aquí hace frío esta sala de espera está llena, podéis ir allí.

·        (20 minutos después cuando ya teníamos a más de 20 chinos mirándonos) No os enfadéis ni os molestéis, simplemente os quieren mirar. No os puedo hacer el favor de decirles que os dejen de mirar, les llama la atención ver a extranjeros.

Y ya a mí lo que más me mató fue cuando unos 20 minutos antes de coger el tren, se nos acerca rápidamente, nos tira una nota y sale corriendo sin decir nada. La nota, en inglés, os la traduzco a continuación:

ENTIENDO QUE OS SINTIÉRAIS INCÓMODOS RODEADOS DE CHINOS, PERO LA MAYORÍA DE NOSOTROS PENSAMOS QUE LOS EXTRANJEROS VIVÍS EN EL PARAÍSO, POR ESO OS MIRAMOS Y NOS PREGUNTÁMOS QUE POR QUÉ OS MOLESTÁIS EN VENIR HASTA CHINA, ASÍ QUE RELAJAOS ^_^ LO SIENTO, SOLO QUERÍA SEROS DE AYUDA Y DE VERDAD QUE EN EL 1r PISO SE ESTÁ MEJOR QUE EN EL 2º.

BYRON

Aquí quiero hacer una pequeña crítica. A mí no me molesta que me miren ni que a los chinos les llame la atención, ni que nos hagan fotos. Les sorprende y es lo que hay, y soy perfectamente consciente de ello y lidio con ello. Entiendo perfectamente lo que me trata de explicar este muchacho y lo respecto, pero eso no da derecho a los chinos a molestar, porque es lo que estaban haciendo y es de lo que me quejo, como me quejo de lo que hizo la revisora. Yo comprendo que a ellos les hagan creer que nosotros vivimos en el paraíso, pero eso no es culpa mía, es culpa de alguien que no les deja ver lo que hay fuera. Obviamente les puede hacer gracia o llamar la atención, pero hay un límite, y para mí, ese día se pasaron, y también influye a la hora de adaptarte a este país, que por mucho que tu pongas de tu parte, ellos no te dejan, porque siempre te ven como alguien “nuevo”.

Finalmente llegó la hora de entrar en el tren. No llegaba nunca… Estábamos hechos trizas y nos esperaban unas 6 horas de tren sentados en un asiento. Por suerte, conseguimos sentarnos los 6 juntos, iban los asientos distribuidos 2 – 3 y luego 2 -3 al revés, es decir, había como una mesita con 4 personas por un lado, y una mesita con 6 persona en el otro lado. Ahora que ya han pasado unos días y desde la distancia, debo confesar que ha sido uno de los peores viajes que recuerdo, primero porque mi asiento daba al pasillo, y cada vez que pasaba alguien se refregaba con mi hombro porque el pasillo era muy estrecho (creo que esa noche medio tren dejó su rastro por mi jersey); segundo, porque no pude dormir mucho, primero por los golpes en el hombro y segundo porque de vez en cuando iba pasando un hombre vendiendo comida o fruta o lo que fuera para tocar la moral (que lo haga a las 22:30, vale, que lo haga a las 23:30 tiene un paso, pero hacerlo a partir de las 00:00, eso ya sí que no lo entiendo); tercero, porque en China se pueden comprar billetes para tomar un tren de pie, entonces cada vez que abría los ojos, veía más y más chinos, y menos espacio; y cuarto, porque había una pobre niña que la madre compró billete de pie para las dos y otra amiga o familiar suya y la niña estaba enferma y un hombre con asiento le tuvo que dejar sentarse para que la pobre niña descansara (quizá la madre ya iba bsucando eso) y la pobre estaba tan mal, que tosiendo acabo vomitando y poniéndose malísima. A todo esto, por poco no me vomita encima. Vamos, un viaje de vuelta COJONUDO, para no olvidar en la vida. Recuerdo un momento, que Carolina se echó a reír y yo también porque era o eso o echarme a llorar, porque faltaban unas 3 horas, no podía dormir, estaba muerto de cansancio, medio tren se refregaba en mi hombro, cada vez había más chinos y yo sólo quería bajarme de ese tren y hacer un AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARGHH! Quizá en otra situación, más descansado, de día, sin llevar el cabreo de los chinos acosándonos en la estación, el viaje hubiera sido distinto, pero en aquel punto estaba muy irritable.

A eso de las 5 de la mañana del domingo llegamos a la estación de Pekín. Era un engorro porque teníamos que bajarnos, coger el metro y hacer transbordo hasta llegar a la otra estación para coger el tren bala hasta Tianjin, pero me daba igual, porque si pasaba una hora más en ese tren, yo me pegaba un tiro.

Y como he dicho, actuamos. Salimos de la estación, tomamos el metro, hicimos un transbordo y unas 7 paradas en total y llegamos a la estación para coger el tren, que por suerte nuestra, salía a las 6:30, así que sólo teníamos que esperar unos 40 minutos. En aquel punto, yo ya había podido respirar, y se me habían calmado los malos humos. Llegó la hora, tomamos el tren, llegamos hasta Tianjin sin accidentes ni problemas, después tomamos el bus, y 5 minutos después de bajarnos, entrábamos, por fin, por la puerta de la residencia, con ganas de tirarnos al suelo y besarlo, como Juan Pablo II. Todos muertos de cansancio, con un sueño terrible y yo, con unas ganas tremendas de darme una ducha. Y así fue, duchita, pijama y descansar unas horitas, pero no mucho, que había clase al día siguiente y tampoco era para no poder dormir por la noche.

Para terminar, decir que no quiero que esta parte final del relato os confunda ni manche la visita a Datong, una ciudad por la que no estaría mal perderse y que no está de más visitar. Me llevé una grata sorpresa y pasamos un día fantástico y descubrimos un par de rincones preciosos, sacamos fotos más que graciosas, celebramos el primero de vete-a-saber-cuántos campeonatos mundiales de brisca y vivimos algunas experiencias que algún día podremos contar a nuestros nietos. 
Datong, imprescindible.