lunes, 17 de marzo de 2014

60 consejos (gratuitos) para sobrevivir en China

Con motivo del 2º aniversario de este blog (¡autofelicidades!) creo que me toca hacer una entrada especial. En primer lugar, porque hace tiempo que no escribo nada; y en segundo lugar, porque me siento con la responsabilidad moral de hacer una lista de consejos, sugerencias y advertencias para aquellos valientes que quieran ir a China y necesiten saber cómo es el gigante asiático visto desde dentro. El objetivo es desmitificar, hablar sin tapujos de lo que se cuece, cómo sobrevivir a China y a los chinos y, en definitiva, que esa diferencia cultural sea ligeramente menor.
Agarraos fuerte que allá vamos:
1.    China es enorme. Es el 2º país más grande del mundo, sólo superado por Rusia.
¡Ojú, lo grande que es China!
Esto es algo conocido por todos, pero de lo que no somos nada conscientes, y es un aspecto a tener muy en cuenta. Esto tiene un impacto en la concepción de los conceptos que tenemos chinos y españoles de cerca y lejos. Puede ocurrir que un chino te venga y te diga: Está cerca, a unas 2 horas. Yo no sé vosotros, pero 2 horas para mí no es cerca. Pero claro, si para recorrer un país entero de punta a punta se necesitan día y medio en tren, pues es para planteárselo. Esto es importante de cara a planear viajes y rutas, que para alcanzar el destino hay que recorrer distancias muy largas. Un ejemplo práctico en kilómetros: entre Shanghai y Pekín hay aproximadamente unos 1100 kilómetros de distancia, que traducido en distancia en España sería la distancia entre Galicia y Cataluña y eso sin contar que ni Pekín está al norte, ni Shanghai al sur. Si ancha es Castilla, China ya es otro cantar. 
2.    China es el país más poblado del mundo.
Haciendo cola para bajar a buscar el metro.
Sé que de momento no estoy contando nada nuevo, pero voy a lanzar una pregunta al aire: ¿Somos realmente conscientes de cuánta gente es 1.351 millones de personas? Aquí falta sumar esos que no están censados, que yo arriesgaría a sumar unos cientos de miles más. Eso es buena parte de la población mundial, lo que supone una locura. Yo se lo comento a todo el mundo: si te agobias con facilidad entre las aglomeraciones de personas, China no es tu país. Desde mi punto de vista, el problema no es que sean muchos, es que son DEMASIADOS.
Nuestro pan de cada día...
Si buscas lugares tranquilos para desconectar, trabajar o viajar, lo vuelvo a repetir, no es un país para ti. De hecho, estoy convencido que coges un GPS, le marcas una dirección, la más remota posible, se le va la pinza al aparato te suelta un me rindo, no tengo ni puta idea de dónde está esto, vas a parar allí por casualidad, Y TE VAS A ENCONTRAR MÍNIMO A 1 CHINO.

3.    La climatología también es un factor a tener en cuenta. Si te vas a trabajar o a estudiar durante un determinado tiempo vas a sufrirla igualmente, pero si lo que quieres ir de viaje aquí hay varias posibilidades. Cuando estudias chino te dicen que, como en España, hay 4 estaciones: 冬天 (invierno) ,春天 (primavera),夏天 (verano) y 秋天 (otoño), pero yo sinceramente creo que solo hay dos: invierno y verano.
¡Caliente, caliente!
Cuando estuve en China pasamos de achicharrarnos como pollos a congelarnos como pingüinos en cuestión de días. Es un clima muy extremo de cambios de temperatura muy bruscos. Obviamente no conozco la situación climatológica del resto de ciudades del territorio chino, pero cuanto más al norte más frío, y cuanto más al sur más calor. Yo no viajaría a China ni en verano ni en invierno, JAMÁS. Un chino te recomendará SIEMPRE que vayas en otoño (finales de setiembre-otoño) y sinceramente creo que es la época más acertada.
4.    Si te vas a vivir o a estudiar al norte, prepárate como si te fueras a escalar montañas al Himalaya, porque vas a pasar frío de verdad, de ese que te levantas y estás a -30, te vas a dormir y estás a -35.
¡Frío, frío!
Son prácticamente 8 o 9 meses duros de reclusión en casa o en la habitación con la calefacción a tope, mantas y sopas; y una época en que te tienes que poner capas y capas de ropa si no quieres perder miembros del cuerpo por hipotermias. Por contra, son ciudades preparadas contra el frío y acostumbradas a temperaturas tremendamente bajas, así que si te gusta el frío, adelante. Si por el contrario te vas a vivir o a estudiar al sur, el clima es más suave sobre todo en invierno, pero hay un PERO muy claro, y es que no hay calefacción, así que si toca un invierno de estos que hay temperaturas que no se registraban desde el año (insertar un año del siglo pasado) te va a tocar lidiar con el frío como un campeón. Normalmente el paisaje es más vistoso también en el sur, y hay muchos rincones por explorar que normalmente son para quitar el hipo. Una opción a considerar es Hainan, una isla al sur de China donde casi todo el año hace calor, como en las Canarias.
5.    TODOS LOS CHINOS SON IGUALES. Esto es una mentira como la copa de un pino. Los chinos se parecen entre ellos, como un español se parece a un italiano, o un portugués se parece a un francés. Con esto quiero decir, que tienen rasgos parecidos, pero dándote una vuelta por cualquier ciudad y observándolos un poco te das cuenta de que puedes distinguirlos y que no son nada iguales.
¡Marabunta!
Sus rasgos también son característicos, ya que China se compone de 56 etnias distintas, aunque la mayoritaria sea la Han. Cuando llevas cierto tiempo en China y rodeado de estudiantes japoneses y coreanos eres capaz hasta de distinguirlos, que parece una misión imposible, pero tienen sus diferencias. Es cuestión de mirarlos mucho. A ellos también les pasa lo mismo, que por la cara les parecemos estadounidenses o rusos, (porque son los dos países con más flujo de turistas), pero no saben diferenciar un francés de un danés, porque tenemos ciertas similitudes faciales.
6.    ¿Cómo son los chinos? Esta es una de esas preguntas que más me cuesta responder. De hecho, recuerdo a un profesor de la universidad de Barcelona que nos comentó que quiso escribir un libro sobre los chinos, pero cuanto más tiempo pasaba con ellos, más le costaba escribirlo, hasta que tuvo que abandonar el proyecto. Y no podía estar más de acuerdo con él. Cuesta definirlos, faltan palabras en el diccionarioCada día que pasa la opinión se distorsiona un poco más y no te salen ni las palabras de la boca. Lo primero y lo que más me gustaría decir, es que, por norma general, NO SON trabajadores, los que tenemos en España son una excepción. Son mucho del chanchullo y de la ley del mínimo esfuerzo. Algunos van a trabajar, pero lo único que hacen es estar allí o echarse una siestecilla entre las cajas del súper. 
Mientras tanto en China...

7.    Nunca, lo vuelvo a repetir por si las moscas, NUNCA os fiéis de un chino, JAMÁS DE LOS JAMASES. Son unos mentirosos de cuidado. Ellos más bien te dirían que les gusta edulcorar la realidad. Nosotros los occidentales nos dejamos embaucar por esas caritas tan graciosas, por esos ojos tan simpáticos y por una sonrisa que nos embriaga de confianza, pero en realidad te la están metiendo doblada o vendiéndote la moto de una cosa que en realidad no es. Les encanta maquillar sus palabras, hasta el punto de darte una concepción completamente distorsionada de la realidad. Así que DESCONFIAD, este es uno de los mejores consejos que os puedo dar.
8.    Otro de los problemas que tienen los chinos es la higiene. Personal y exterior. Son unos guarros y unos cerdos, eso es así y quien haya estado en China me dará la razón. Dejando de lado si se duchan cada día o si las mujeres se depilan los sobacos y las piernas, tienen un serio problema de limpieza tanto personal como en la calle. De ahí que sea un país donde el sentido del olfato puede sufrir alteraciones, arcadas y/o incluso vómitos. Lo tiran todo al suelo, no tienen consideración por cuidar los espacios públicos ni siquiera los monumentos y las calles están llenas de polvo. A mí sinceramente no me extraña que haya tantos brotes de gripe aviar y sucedáneos, lo que me extraña realmente es que no ocurran más a menudo. 
9.    Y si hablo de higiene, tengo que hablar de lavabos. En China lo normal es encontrarte un agujero en el suelo. Ahora se está poniendo de moda el retrete, pero en muchos lugares todavía se debe orinar y defecar como antaño.
Algunos vienen hasta con frases para reflexionar... ¡Cágate lorito!
La justificación de su uso, es que así limpian menos, pero como apenas limpian, blanco y en botella. Es bastante desagradable y muy asqueroso, pero es lo que hay. Lo único positivo que sacas es que cuando vuelves a tu país tienes las piernas más torneadas que antes de irte.
10.                      Siguiendo con el punto anterior, los chinos tiene la (fea) costumbre de escupir, especialmente los mayores, y tanto hombres como mujeres. Algunos hasta echan los mocos en plena calle. El gobierno ha tomado cartas en el asunto y está educando a las nuevas generaciones para que dejen de hacerlo, pero de momento no se ven los frutos. A mí que escupan en la calle, PASE; que escupan en el parque, PASE; pero que lo hagan en un bar, en mitad de clase o en el metro, eso ya es de cadena perpetua, por no hablar cuando escupen para limpiar una mesa o una mancha, que ahí es cuando ya pierdes toda la esperanza en la raza humana. Pero, queridos amig@s, hay algo peor que el escupitajo. Es ese momento tan desagradable en el que lo cargan como si del cargador de una pistola de agua se tratara, ese GRRRRRRRRRRRRRRR, que hasta tú visualizas en tu cabeza cómo suben los mocos hasta la boca antes de escupir y, por consiguiente, morirte del asco. Unos se excusan diciendo que viene producido de beber té, ya que es una bebida que crea saliva, pero eso no cuela chatos.
11.                      Otro de los temas es su comportamiento de cara al público. Se podría resumir en BOCHORNOSO. Desde mi punto de vista y desde la experiencia, son una civilización cutre, barata, maleducada y cochambrosa. No saben hacer una fila, no respetan los turnos, se te cuelan cada dos por tres en cuanto te despistas, si para entrar en un sitio te tienen que empujar, lo harán. Lo de que hay que dejar salir para entrar, no lo tienen asumido, aunque haya un inválido en la ecuación. Puede sonar un poco catastrófico, pero hay veces que se viven ciertas escenas que dan muchísima pena y vergüenza ajena. Es un país sin ley, donde todo el mundo hace lo que le sale de la punta del badajo. Muchas veces tienes que tomar aire, respirar y pensar esto es China o son así, porque es para ir catana en mano y que empiece la carnicería. ¡Ojo! No quiero decir que en España no se produzcan situaciones parecidas, pero os llevaríais las manos a la cabeza con las cosas que he visto.
Cuando hablo de vergüenza ajena, hablo de esto

12.                      Y vosotros diréis, ¿no tienen nada de bueno? Sí, tampoco es para ponerse así. Son hospitalarios y bastante generosos. ¿Así esta bien?
13.                      Otra cosa que hay que aprender rápido es a decir que NO. Parece fácil, ¿no? Pues no. Porque como he dicho antes, esa hospitalidad tiene ese doble filo, que si dices que no, les faltas al respeto y les ofendes. Hay que ser muy sutil y disimular bien. Si ellos mienten, tú también puedes. Esto es vital, porque si estás trabajando o te comprometes a hacer algo, te irán apretando cada vez más, con esa sonrisa tan graciosa, y llegará un momento en que estarás explotado. Un NO a tiempo puede solucionarte muchos problemas.
14.                      El comunismo es otro tema que me parece interesante comentar. Los pocos chinos con los que he hablado del tema (sigue siendo un tema tabú y tampoco es un tema de conversación muy recomendable), tienen puntos de vista absolutamente contrarios.
中国
De los que dicen que tienen un gobierno corrupto, controlador, que no se preocupa por los ciudadanos; hasta los que dicen que hay gobiernos peores como el de Corea del Norte porque controlan todo lo que hacen sus ciudadanos (cita textual). Tras mi estancia allí, creo que es una especie de falso comunismo, ya que en China en los últimos años, sobre todo con los JJOO de 2008, se ha producido una invasión masiva de elementos de occidente y de la globalización. Todos los jóvenes enganchados con el móvil, comiendo en McDonalds, KFC o Pizza Hut en detrimento de restaurantes locales, comprando ropa de tiendas como H&M, y en fin, llevando un estilo de vida como el que podría llevar un europeo o un estadounidense. El error que veo yo es que les queda un poco grande. Es un cambio tan brusco que creo que ni ellos mismos saben muy bien cómo funciona. Ellos quieren aparentar ser un país potente y de 1r mundo, que económicamente lo son, pero aún tienen mentalidad de 3r mundo, y eso se refleja en su forma de reaccionar ante la globalización que está cada vez más implantada en el país. Aquí habría que descartar todos esos chinos que vive humildemente en pueblos agrícolas y que no saben ni lo que es una cámara de fotos. Estos tratan de ir a la ciudad en búsqueda de un futuro mejor y se encuentran envueltos en una cultura que casi ni pueden reconocer. 

15.                      En China se destila mucho el Y YO MÁS. Cuanto más grande mejor, cuanto más llame la atención mejor. Esta especie de pique ha hecho que incluso ciudades compitan por ver cuál construye el edificio más alto, el centro comercial con más tiendas o la estación con más vías de tren sin utilizar. Y ese es otro problema, que todo ese afán y ambición, ese construir a lo loco y sin pensar está haciendo que pierdan todo lo que hace el país especial, su encanto y sus tradiciones, por ejemplo construir centros comerciales al lado de templos budistas, construir edificios en mitad de una carretera o cubrir canales para construir el edificio más alto de toda China.
Visto en Shanghai. Un templo rodeado de centros comerciales

16.                      China es un país de contrastes. En todos los sentidos. Contrastes entre chinos que son MUY ricos, y gran parte de la población que casi no tiene ni para comer. Contrastes entre ver edificios enormes y modernos, girar una calle y encontrarte barrios pobres. 
17.                      China creo que se encuentra ahora mismo como en España en los años 80-90: un país cuya población (una pequeña parte, no toda porque China es una país muy desigual) tiene cada vez más poder económico y que aspira a tener una vida mejor: mejor casa, mejor coche, viajar más, tener más que el vecino para poder restregárselo en los morros... Uno de los sueños de los chinos es comprarse una casa, de ahí que muchos se hayan lanzado a pedir créditos imposibles al banco y los precios de las viviendas se hayan disparado en los últimos años. ¿Os suena? Muchos lo hacen por igualar su estilo de vida al de los europeos o estadounidenses, sobre todo si van de viaje y ven el nivel de vida que tienen. Si este yankee tiene todo esto y yo tengo dinero, ¿por qué yo no puedo tener lo mismo? Esto va a crear un problema a la larga, pero de momento la burbuja no termina de estallar, aunque ya están saltando las alarmas.
18.                      Y es que China crece a un ritmo estratosférico si lo comparamos con el crecimiento de cualquier país de Europa, dejando de lado España que somos el hazmerreír.
Centro de Shanghai
Si no me equivoco, el año pasado crecieron un 7,7%, pero la preocupación es evidente: ¿Dejará China de ser la fábrica del mundo o romperá China el mercado, impondrá sus cánones y precios y el mundo acabará rendido a sus pies? Sólo el tiempo lo dirá, yo hice mi propia inversión estudiando chino por si las moscas...
19.                      Otro tema trascendental y muy ligado a China es la contaminación. Es de traca. Los niveles son escandalosos. Es un factor que hay que valorar antes de ir allí, sobre todo por una larga temporada. Lo malo es que ni el propio gobierno chino toma medidas, por mucho que digan que prometan el oro y el moro. Después otras instituciones internacionales tampoco parecen muy por la labor de penalizar a los responsables. Todo es cuestión de dinero, y eso es así. Billetitos por detrás y todos calladitos y bien guapos en la foto. De momento, los que lo están pagando son los ciudadanos, que tienen que salir a la calle con la cara tapada con máscaras, y se han disparado los casos de cáncer de pulmón, mientras los ricos y dirigentes tienen un depurador de aire en sus despachos. Se pasa mal, desde aquí lo digo. Afecta a la salud, a tu estado de ánimo y te crea inseguridad. Nosotros tuvimos que salir a la calle con niveles de contaminación que duplicaban la tasa máxima de riesgo máximo por contaminación. Pero no solo está contaminado el aire, en China llega a muchos más ámbitos, como el agua o la comida. Ríos contaminados, animales muertos por intoxicaciones que vete a saber si terminan en tu plato... El único consejo que puedo dar sobre la contaminación es ser muy precavido, ser consciente de que va a estar ahí aunque milagrosamente el cielo esté azul, practicar el mínimo deporte al aire libre, resguardarse con máscara cuando los niveles de contaminación sean elevados, comprarse la depuradora de aire si te lo puedes permitir y abrir la ventana lo justo y necesario.
IZQUIERDA: Un jueves cualquiera. DERECHA: Viernes siguiente 

20.                      Con la gastronomía llegamos a otro tema interesante que no se puede pasar por alto. La comida china es muchísimo más que arroz, galletas de la suerte, pan de gamba y rollitos de primavera.
La carta de muchos restaurantes, en la pared
Es más, reto a cualquiera a que encuentre un restaurante en China donde sirvan estos platos y me pase la foto. La variedad de la gastronomía China es para quedarse boquiabierto, es sin duda una de las más variadas del mundo. Cada provincia tiene sus platos típicos y sus especialidades y hay mucho más que arroz, de hecho hay regiones donde prevalece el fideo o la pasta sobre el arroz. Yo recomiendo dejarse llevar y probar todo lo que se pueda. Mi filosofía era si los chinos se lo comen, yo también. Hay excepciones. Sobre todo tenían que ver con el pescado, que tenía una pinta muy sospechosa.
Bautizado como "El pez leproso"
Otro tema es el picante. La gastronomía china tiende mucho a añadir sustancias picantes a la comida. ¿Qué pasa si no te gusta el picante? Lo primero, no te vayas a vivir a la provincia de Sichuan porque el picante es su especialidad, y lo segundo, pregunta siempre si el plato es picante o no. Yo eso siempre lo hacía. Al final ya toleraba el picante un poco mejor, pero al principio me sentaba como una patada en el estómago. En chino picante se pronuncia la.
Una pequeña muestra...
Lo que le tenéis que decir al camarero es («¿Este plato pica?») Que te dice que SÍ, entonces no te lo pidas, porque eso no es que pique, eso te funde los empastes de la boca y te hará sacar fuego de la boca como si fueras un dragón. Que te dice UN POCO, yo no me arriesgaría, porque me remito al punto 7, si dice un poco, es que pica y mucho, de hecho, si al final sucumbes y lo pides, ten una botella de agua o un extintor cerca por lo que pueda pasar. Lo que también puede pasar es que te conteste NO, pero que el plato pique de todas formas. Sin embargo, no os asustéis, no todo es tan malo. Platos como el arroz frito o los fideos fritos, los boazi, los jiaozi, las sopas con fideos, el pato Pekín, las huoguo, ciertas verduras, algunas variedades de tofu y algunas carnes en salsa, son un auténtico manjar y una delicia que le recomendaría probar a todo el mundo ni siquiera una vez.
Mi 1a cena en China
Otra cosa más, En China no se come pan, se puede comprar en supermercados, pero es bastante malo. En los restaurantes ni se sirve. El pan en China es el arroz o los fideos: llena igual, pero no ayuda a limpiar el plato si hay una salsa que te gusta.
21.                      Si hablamos de comida, tenemos que hablar de palillos. Serán nuestros fieles amigos y compañeros en la mesa a cualquier sitio al que vayamos. Es relativamente fácil aprender a usarlos, lo difícil es cogerlos correctamente como hacen los asiáticos. A mí me tuvieron que enseñar casi a golpe de bastón a cogerlos bien, y eso que ya llevaba mis dos buenos meses por China.
筷子
La gastronomía china se caracteriza por comida a trocitos y un arroz glutinoso que puede cogerse bien con palillos. Los usan hasta para cocinar. Yo he visto chinas cocinando dando la vuelta a las patatas una a una con los palillos, diciéndote la espátula no va bien, los palillos son más convenientes. Ya me gustaría a mí ver a un asiático comiéndose un bistec o una paella con palillos. ¡Se le hacía de noche! Sin embargo, con la entrada de la globalización en el país, cada vez más se ven restaurantes occidentales. Ponen cuatro platos como pizzas, patatas fritas o espaguetis, y se come con cubiertos. Paulatinamente se están extendiendo entre la población. ¿Qué pasa si no tienes la habilidad para comer con palillos? Pues mira, te vas a un supermercado, te compras una cuchara, un tenedor y un cuchillo, te los llevas a cada restaurante al que vayas, faltas al respeto a todos los comensales por no usar los palillos, pero bueno, mejor eso que no morirse de hambre. ¡Eso sí! No os dejéis los cubiertos en el restaurante, lavadlos bien, envolvedlos en un pañuelo, y para la siguiente.
22.                      Y es que los palillos son mucho más importante de lo que parecen. Cogerlos mal puede ser visto como una falta de respeto. ¿Qué otras cosas no se puede hacer con los palillos? Coger la comida clavándolos, chuparlos tras pasarlos por la salsa de un plato, hacer que tocas la bateria (esto es de lo peor), dejar los palillos encima de la mesa o dejarlos cruzados. Hay que hacer todo lo posible para no faltar al respeto ni al anfitrión ni al resto de comensales.
23.                      El arroz también es distinto al nuestro. Es uno de los alimentos básicos de la gastronomía china. Normalmente se usa para acompañar platos. Sus características son las siguientes: blanco, insípido y glutinado. De ahí la necesidad de poner salsas por encima o ponerle algo de carne o verduras para darle sabor. Se coge bien con los palillos, no hay que sufrir. También puede ayudarte para sacarte de un apuro si has probado un plato y pica como la madre que lo parió. Si eres celíaco, en China tienes un problema bastante grave, pero bueno, se puede intentar no comer arroz, pero cuesta, porque te lo ponen en todas partes.
24.                      Para comer en un restaurante, en China puedes comprar la bebida en un supermercado y llevarla a mesa. De hecho, es lo que hace la mayoría, que se compran cajas y cajas de quingdao o botellas de baijiu (parecido a un aguadiente) y se las beben allí mismo.
Comiendo 火锅
Normalmente las bebidas en la carta son un pelín caras y además, la práctica de llevar las bebidas de fuera está tan extendida que lo hace todo el mundo. Otra cosa que os puede pasar en un restaurante con la bebida es que os sirvan té, agua caliente o el agua que sobra de hervir la pasta o el arroz. Negaos a beber eso, por el bien de vuestra salud. Si no queréis morir de deshidratación o morir por culpa de un plato picante porque no queréis beber la bebida gratuita tan estupenda que os ofrecen, llevad ni que sea una botella de agua.
25.                      Es tradición dejar algo de comida en los platos. Si te invitan a comer y se termina la comida, el anfitrión puede pensar que te has quedado con hambre y que no ha satisfecho tus deseos, así que le estarías faltando al respeto. Así pasa, que a veces los chinos piden 50 platos para 4 y sobra gran cantidad de comida.
26.                      Otra de las tradiciones en la mesa es el tema de los brindis, sobre todo en celebraciones como el Año Nuevo. Normalmente habrá una persona, que es el jefe o el director, que marcará un poco cuándo hay que hacer un brindis. Aquí hay varias variantes: si eres hombre y te gusta beber, HAS TRIUNFADO, porque los chinos son bastante generosos y te darán de beber hasta que digas BASTA; si eres hombre y con una copa estás piripi, TIENES UN PROBLEMA, porque tienes que beber sí o sí, en caso de no hacerlo, o de beber agua y no cerveza o licor, será visto como una falta de respeto, además que se pondrá en duda tu virilidad. Si eres mujer tienes más libertad, puede que te obliguen a brindar alguna vez, pero no tienes tanta presión como un hombre. Se puede brindar por cualquier cosa: por la familia, por el trabajo, por el año nuevo, por la cooperación, por seguir todos juntos, por la importancia de la familia, para dar las gracias por venir, porque sí... Mil y un motivos. También hay varias medidas de los brindis. Se puede beber o todo el vaso o en varios tragos. Si no quieres beber más, porque no puedes más, o porque llevas una caraja encima que no ves ni lo que tienes delante, lo que debes hacer es dejar algo de bebida en el vaso, así das a entender que ya no quieres más.   
27.                      La moneda de China es el YUAN. A día de hoy (11/03/14) el cambio está a 8.400, lo que quiere decir que 1€ son 8,400 yuanes. Dicho esto, China es un país muy goloso en cuanto a precios. Prácticamente todo es más barato, lo que muchas veces provoca que de tus ojos salgan chiribitas y te compres cosas de las que más tarde te arrepientes.
Un puñado de billetes
Hay que ir con cuidado, porque muchas veces podemos ser victimas de timos porque en España eso está más barato, y aun así, podríamos comprarlo más barato pero no lo sabemos. Asimismo, el billete más grande, y el más común, es el de 100 yuanes, luego viene el de 50, 20, 10, 5, 1 y también hay billetes de 5 y 1 céntimos. Respecto a las monedas, hay monedas de 1 yuan y de 5 y 1 céntimos. Los billetes de céntimos son un engorro máximo, incluso más que las monedas, porque te ocupan un espacio en la billetera innecesario. Te los vas guardando, algunos hasta te los encasquetan o te los encuentras tirados por el suelo y llega un punto que tienes tantos que te compras cualquier chorrada con tal de sacártelos de encima. Yo siempre recomiendo llevar algo de dinero, 10 o 20 yuanes por ejemplo, que parece que no, pero puedes llegar lejos con ellos; y alguna que otra moneda, sobre todo de 1 yuan, que puede sacarte de algún apuro para comprar billetes de metro o tickets de autobús. 
28.                      Una de las cosas que hay que tener más presente a la hora de ir a China es que se debe REGATEAR. Siempre que se pueda y surja la ocasión. Es un país en el que el regateo tiene mucha tradición y es muy normal ver constantes peleas de precios hasta llegar a un acuerdo. Tengo una buena noticia para aquellos que os veías incapaces de regatear: a ser un buen regateador, no se nace, se hace. La práctica y las estafas os irán curtiendo poco a poco hasta conseguir ser unos expertos y saber hasta dónde podéis llegar y qué líneas cruzar. Saber el idioma también es un plus. Saber qué están diciendo, ser capaz de contestarles, entablar una conversación con ellos, crear un vínculo... Eso son factores que pueden ayudarte a bajar más el precio. A ellos les encanta que te discutas con ellos, que cojas tus cosas y te largues, que os enfadéis, que os gritéis... Todo entra dentro del espectáculo. Tampoco se trata de regatear en la caja del supermercado, porque ahí no tienes nada que hacer, pero yo he llegado a regatear en una tienda de electrónica tipo Media Markt y conseguir bajar el precio de un diccionario electrónico. Todo está en preguntar, como eres extranjero, puede que les haga hasta gracia. Como norma general, el primer precio que te darán será desorbitado, esta camiseta 1000 yuanes. ¿HOLA? El primer precio es importante, porque tienes que buscar un precio que ni sea demasiado bajo, ni muy alto, porque tú tienes que regatear a partir de esa cifra, si empiezas con 20 yuanes, después no puedes bajar a 15. Todo depende: del comprador, de la hora (la leyenda dice que por la tarde es más fácil regatear que por la mañana), de la tienda, del sitio, del producto, del día, de la cara de rico que tengas, de lo que lleves puesto, de la experiencia que tengas... Regatear es una gran experiencia que todo el mundo debe vivir si se va a China. No todo es tan bonito, por eso. Esto implica que no puedas mirar nada y ni siquiera puedas entrar dentro, porque son como tábanos y no te dejan en paz. A veces algunos saben el idioma y te sueltan una frase del tipo amigo, amigo, muy balato pala ti, para engancharte; y luego lo peor y lo que menos me gustaba a mí, es que podías pasarte hora, hora y media para comprarte unos zapatos, una sudadera, un gorro o lo que fuera, y al terminar te quedas tan cansado que no te ves con fuerzas para volver a ponerte a regatear de nuevo. Es un proceso lento, costoso y en el que hay que armarse de paciencia. ¡Regatead, malditos, regatead!
29.                      Siguiendo un poco con el tema de regatear, también es importante ir con cuidado con las estafas. Hay muchas y muy variopintas. Si regateas poco tiempo, ya te han estafado, porque normalmente ellos saben cuál es el valor real del producto y también cuánto eres capaz tú de apretarles. Pero no todas las estafas te pueden pasar al comprar en un mercado o en una tienda. Las hay de más sofisticadas. Los extranjeros somos una presa fácil: se nos distingue con facilidad y olemos a dinero, porque los timadores y estafadores vienen a nosotros como moscas a las mierdas. De ahí que seáis conscientes de lo que he dicho en el punto 7: DESCONFIAD. Ejemplos de estafa. 1) Sales de una estación de tren y tienes a los típicos taxistas o trabajadores de una oficina que organiza excursiones que te dicen que te llevan dónde tú quieras por un módico precio, que en realidad es tres veces más de lo que pagarías si vas por tu cuenta. 2) En Pekín los hay que te persiguen para llevarte a la Muralla. Normalmente te vienen hablando en inglés, así que con más motivo van a pillarte. 3) Se te acerca un chino en un lugar típico, como en la Ciudad Prohibida, y te dice que conoce un lugar para pasarse todas las colas donde no hay nadie y en el que justamente hay una tienda que conoce que venden productos típicos, que casualmente es suya. 4) Estás en un museo o por la calle mirando un mapa, son las 12/1 del mediodía y se te acerca una pareja china que dice estar de turismo y que busca amistad. Te dicen que si queréis ir a comer todos juntos. Te llevan a un restaurante (propietario y pareja están compinchados), te sablan con la cuenta y ellos se llevan una comisión. 5) En ciertas ciudades donde hay un camello en la puerta de algunas atracciones turísticas, te montan diciéndote un precio, y cuando te das cuenta te sueltan los amarres y te quedas subido del camello sin poder bajarte. No te dejan bajar hasta que les pagas una gran cantidad de dinero. 6) Te encuentras a unas muchachas que te dicen que te van a llevar a un sitio que conocen donde celebran una reunión del té. Probablemente pagues el té a precio de Chivas 12 años y te encasquetarán alguna que otra cosa, como una alfombra o sucedáneo. 7) Vas al banco a cambiar euros o dólares a yuanes, y en la puerta o dentro del mismo banco, se te acerca un hombre que te ofrece un cambio ligeramente superior al que te ofrece el banco. Si accedes, no tendrás comprobante alguno y puede darte menos cantidad. Eso luego lo cambiará él cuando el cambio de divisa esté más alto y ganará un dinerillo extra que compartirá seguramente con alguno del banco. 8) Estás en un mercadillo de comida, te llama algo la atención, les pides, te sirven, lo pruebas y al cobrarte te cobran más de lo que te han dicho, porque se han equivocado y ese es el más caro. No se lo puedes devolver porque ya has dado un bocado a la comida. Y así otras más. Estas son algunas que me han intentado colar a mí y que me han contado. Hay que vigilar porque el chino tiene la concepción de que el extranjero que viene a China tiene mucho dinero, por eso sacan las garras y te intentar sangrar por donde pueden.
30.                      Siguiendo con el punto anterior, también me gustaría hablar del tema de la seguridad. Es importante desconfiar, pero también debo decir que viviendo y viajando por China, nunca he sentido miedo a que me atraquen y nunca me han robado. Soy bastante precavido, nunca llevo mucho dinero encima, no llevo nada ostentoso puesto, pero aún así me he sentido bastante seguro, pese a ser un extranjero que llama la atención. Está claro que tampoco me he movido por los barrios más peligrosos, ni he viajado por ciudades menos conocidas, pero no he tenido esa sensación que tengo cuando voy por Barcelona de noche, que voy a girar una calle y me van a atracar. Estarán muy locos, pero los robos y ataques a extranjeros están muy penados y por eso, la forma que tienen de atracarte es timándote.
31.                      Es digno de mención el tema de los pisos clandestinos o la venta de productos falsificados en garajes. Los chinos son unos auténticos maestros falsificando, y puedes comprar esos productos en mercados de falsificaciones, como el Mercado de la seda o el de la perla en Pekín. A veces se ponen a abrir maderas en una tienda y te llevan a un cuartillo, como si fueras a comprar droga a un camello, y otras veces, te llevan a un parking para venderte un bolso de Chanel. Los tienen escondidos porque pueden vender ciertos productos, pero esos no. En Shanghai por ejemplo, se te puede acercar un tío en plena calle para venderte Rolex o bolsos de marca. Lo que hará será llevarte a un piso donde lo tiene todo y luego ya allí regateas y te llevas lo que quieras.
32.                      Es importante remarcar que en China, cuando muestras interés por un producto, hay una especie de ley que impone que tienes que llevártelo. A no ser que regateando, el precio sea muy alto y no te interese, o llegues a un precio y luego pase que no tengan tu talla (más de una vez ha pasado, y da mucha rabia). Si te interesas por algo, debes comprarlo, porque si preguntas cuánto vale, y te interesas, para el vendedor es una especie de ofensa luego que te vayas sin decirle nada. Pero es todo muy complicado porque es muy difícil fijar tu atención en algo, porque en seguida están encima y no te dejan ni respirar.
33.                      El pasaporte será la llave para entrar en China. No hace falta que os llevéis el DNI, porque no tiene casi utilidad, yo lo usé una vez para comprar un billete de tren, pero con el pasaporte se va a todas partes. Yo recomiendo, eso sí, nunca llevarlo encima, hacer una fotocopia de la página en la que están tus datos, y llevarla siempre encima. Si lo extravías o te lo sustraen te puedes ver envuelto en un marrón de campeonato.
34.                      En cuanto al visado, tres cuartos de lo mismo. Aseguraos e informaos bien antes de ir al consulado o a la embajada china en España de cuál es el más adecuado dependiendo del motivo del viaje. Lo digo por el tema de las entradas al país. Puedes solicitar de una o dos a múltiples. Pero hay que ir con cuidado, sé de gente que fue a Pekín con 1 entrada, después se fueron a Hong Kong y ya la liaron, porque eso ya es otra entrada y como sólo tenían 1, vivieron una auténtica odisea para volver a España, porque no podían volver a entrar. Si vais de viaje no tanto, pero si vais a vivir, os recomiendo que os deis de alta en el registro policial de la ciudad donde residáis y que os pongáis en contacto con la embajada española en Pekín para decirles estoy aquí, por si necesitáis que os echen un cable si tenéis alguna urgencia. Luego puedes llamarles y que no te atiendan, o te salga un mensaje que el teléfono no existe, pero bueno, estaréis apuntados. Y el visado como os lo engancharán en una página del pasaporte, lo mismo, fotocopiáis esa página y la lleváis a todas partes por si las moscas.
35.                      Un extranjero está continuamente muy expuesto en China. ¿En España nadie te mira? Pues eso en China te dejará de pasar, porque de repente te sentirás como una estrella del Real Madrid o de Hollywood por la calle. Los chinos te mirarán descaradamente por la calle, en el vagón del metro (porque lo de disimular no es su fuerte tampoco), se te pondrán a hablar en cuanto puedan.
Mi cuñada con un par de chinas en el Palacio de Verano
Lo más normal, es que te echarán fotos o directamente te pedirán que te las hagas con ellos. Otra cosa que te puede pasar es que se te cuelen chinos en una foto de grupo sin que te des cuenta. Da igual que no los conozcas, les hace ilusión poderse fotografiar con extranjeros porque para ellos somos algo novedoso y exótico. No os asustéis, no lo hacen con maldad. Al principio es muy gracioso. También podéis organizar una competición de quién se hace más fotos con chinos, así se hace hasta más divertido.
Hasta bebés te dan para que te hagas fotos...

36.                       Nunca bebáis agua de grifos o fuentes. Sé que no hay nadie tan descerebrado, pero no os arriesguéis. Agua embotellada SIEMPRE.
37.                      El café deja muchísimo que desear. A mí personalmente no me gusta, pero he vivido con gente a la que sí, y se cagaban en Satanás de lo malo que era. Es un poco como los ingleses, agua caliente, unos polvitos y alé. No es lo suyo. Se puede encontrar un café decente, en Starbucks o Costa Coffe que ya tienen varios establecimientos en China, pero el precio es igual o incluso un poco más caro que en otros países. En China lo que se toma es . Tienen mil y una variedades y todavía tienen bastante costumbre de tomarlo. Hay montones de tiendas de té en las que puedes ver la gran cantidad de variedades que hay: de mil colores, de mil plantas y todos con beneficios para la salud. Yo recomiendo lanzarse a la aventura y tomar té, se pueden encontrar algunos muy buenos y si te informas bien, pueden ser buenos para ciertos órganos.
38.                      El agua caliente también es uno de esos elementos de la naturaleza que los chinos explotan al máximo. Un chino le encuentra más utilidad al agua caliente, que a un muerto el día del funeral. Qué te digo yo: para curar enfermedades, para la tos, para el resfriado, para el dolor de cabeza, para la añoranza, para los orzuelos, para dormir mejor, para mejorar el tracto intestinal, para perder peso... Y así hasta el infinito y más allá. No les hagáis caso, tanta agua caliente les afecta.
39.                      Nunca os toméis un remedio casero que os traiga un chino. Si le decís que os encontráis mal o que os duele algo, lo más seguro es que se ponga histérico y que diga que vayáis a ver un médico, que incluso os acompaña. En cambio, hay otros que te dan medicamentos o brebajes preparados a base de agua caliente y cuatro plantas que han comprado. Lo hacen de buena fe, pero no os toméis nada, he conocido a gente que lo ha hecho y se ha encontrado peor.
40.                      Si vais de viaje no es necesario, pero si vais a vivir a China vais a tener que pasar una serie de revisiones médicas. A mí me pidieron una radiografía del pecho, un electrocardiograma, análisis de sangre para saber si tenía enfermedades de transmisión sexual y mi grupo sanguíneo, y después rellenar un formulario de unas dos páginas sobre mi expediente médico, donde me preguntaban si tenia enfermedades que no salían ni en la Wikipedia, si sufría de trastornos mentales o deficiencia sicótica o si era un peligro para el orden público. Es papeleo. El problema es que seguramente tendréis que repetir algunas pruebas en China, porque el médico no se fía. Lo hacen para sacarte el dinero. 
41.                      Si vais a vivir a China también es importante tener localizado o saber la dirección de un hospital. Yo, gracias a Dios, no tuve que ir a ningún hospital, pero me daba mucho respeto. Yo no confío mucho en el criterio de los chinos, así que la idea de que me diagnosticara un médico chino, no me hacía mucha gracia. Hubiera preferido que me deportaran y volver a casita. A ver, que si hubiera sucedido alguna urgencia, habría ido, pero ganas de saber cómo era un hospital chino, pues como que no.
42.                      ¿Qué idea tienen los chinos de España? Normalmente los chinos siempre te preguntarán de dónde eres, pero antes de dejarte contestar te empezarán a soltar nacionalidades random: ruso, estadounidense, australiano... Salvo que os conozcan, dudo mucho que diga español, si llegan a decir una nacionalidad de Europa ya es mucho. El problema viene cuando les respondes, yo soy español, español, español. Pueden pasar varias cosas, o que te hablen de futbol o que te hablen de toros. Y esa es la triste realidad. La imagen que ha venido España a China es la de un país de futbol y de toros, que sinceramente, no se aleja tanto de lo que somos en realidad, a parte de un país de pandereta. Lo más sorprendente es cuando les dices que no te gustan los toros o el futbol, que te miran con incredulidad como diciendo estás de guasa, ¿no?
43.                      En cuanto a los transportes, China ha evolucionado también en este ámbito, se podría decir que ha dejado de ser ese país de bicicletas, sobre todo en las grandes ciudades.
Bicis por doquier
¡Ojo! Todavía se pueden ver y hay muchísima gente que la lleva, pero la gente opta por los metros, los autobuses y cada vez más, el coche o el taxi. Ese es otro motivo del crecimiento de la contaminación, tanto atmosférica como acústica. Yo no me compré una bicicleta, principalmente porque no me veía con huevos de llevarla por la calle. Lo digo en serio, si ya en la calle, China es un país sin ley, por carretera la ley la impone cada uno. Señales, semáforos, carriles no se respetan para nada.
Esto es un auténtico chiste

1.   Se producen accidentes a cascoporro porque van por donde les da la real gana, se meten por direcciones contrarias, van 4 coches en una carretera de dos carriles, giran a golpe de claxon, no usan el intermitente... Yo sabía que si quería morir en China tenía dos opciones: coger una bicicleta y salir a la carretera o cruzar una calle, que ese era otro momento de nuestra vida cuotidiana que suponía una situación de riesgo. Al final te pasa como Alaska con Mario Vaquerizo, te acostumbras a vivir con ello, y ya te la suda tanto que cruzas por donde no cruzarías en la vida, y no ves el peligro por ninguna parte.
¡Trata de arrancarlo, Carlos, por Dios!

44.                      Enlazando con el tema de la conducción, también debo hablar de los taxis y de los taxistas. Bien, poco tengo que decir más que están como cabras. Yo no he tenido un accidente en un taxi varias veces de milagro, y lo digo de verdad, yo pensaba más de una vez que no salía vivo. Tienen un sistema de conducción completamente temerario al más puro estilo Farruquito tras un par de botellas de rebujito. Los taxistas también dan mucho juego, porque puedes entablar conversación con ellos y practicar tu comprensión oral, ya que tienen unos acentos que para entenderlos hay que armarse de paciencia, captar 4 palabras, entender una frase y responder lo que te venga a la cabeza. Otro tema importante con los taxis es el precio de los trayectos. Es MUY importante evitar tomarlos en lugares turísticos siempre que se pueda, porque te van a intentar TIMAR seguro. O negocias el precio antes de salir o les convences para que usen el taxímetro (algo poco frecuente, siempre suelen decirte que no funciona). Si los detienes en mitad de la calle, no hay problema, incluso puedes regatear un poco si entablas conversación con ellos. Luego están los que te llevan por el camino más largo y te hacen pagar más, pero ahí no puedes hacer nada. Una cosa más. Por mucho que os digan si no sabéis chino, llevéis la dirección apuntada en chino para que el taxista lo lea, os digo por experiencia (muchas veces), que no sirve de nada. La mayoría de taxistas no entienden los caracteres, así que ellos sólo reconocen lo que les digan, mejor apuntaos cómo se pronuncia y así tendréis más éxito.
45.                      Para hacer viajes largos en China tenéis dos opciones: tren o avión. El avión es un medio de transporte cada vez más usado en trayectos largos, básicamente porque se ahorra muchísimo tiempo, aunque sea más caro. El tren por su parte es un poco más barato, y es el transporte que más se usa, ya más bien por costumbre que por otra cosa. China no ha acabado de desarrollar el concepto low cost, pero creo que poco a poco el avión va ganando fuerza. No llegué a tomar un avión para viajar por China, pero he recibido buenas valoraciones, así que si vuelvo lo tendré en cuenta. El tren he tenido el placer o la desgracia de tomarlo en situaciones y contextos muy diversos. Debo decir que ha mejorado mucho, ahora hay una gran red de trenes de alta velocidad que comunican China de punta a punta en muy poco tiempo. Los billetes son algo caros, pero tienes la ventaja de llegar a una estación bastante céntrica y la comodidad del tren, que te deja levantarte y estirar las piernas, hay más espacio y a la vez puedes contemplar el paisaje. Los trenes balas son un lujo, el problema viene con el resto de trenes. Lo primero, que son muy lentos, porque hacen miles de paradas. Lo segundo, hay que decidir si se quiere litera o asiento. Por ejemplo, imaginaos que estamos en Pekín y nos queremos ir a Xian. En tren bala son 5 horas aproximadamente. En tren normal se te puede alargar a las 15 horas. Si eliges tren normal, puedes comprar billete con litera, en compartimientos de 4 (dos arriba y dos abajo) y de 6 (3 pisos de literas sin puerta), o comprar asiento.
Literas de 3 en un tren. Sí, no tienen puerta...
Te asignan un asiento estrecho y normalmente la distribución es 3 asientos una mesa 3 asientos de cara y 2 asientos mesa y 2 asientos de cara por fila, separados por un pasillo estrecho, por lo que si eres un poco anchote y estás en una punta, todo el que pase por allí va a refregarse contigo. Otra opción, esta ya muy loca y que muchos chinos usan, es comprar el billete sin asiento, es decir, te dejan montar en el tren, pero vas de pie todo el viaje, normalmente te colocas en las puertas de salida o en los pasillos, molestas a todo quisqui, pero pagas el billete muy barato. Los compartimientos son cómodos y bastante convenientes si viajas en grupo y os cogéis el compartimiento, si viajas solo, por lo menos te queda el consuelo de que si te entra sueño puedes echarte un rato y no se te hará tan pesado. Yo desde aquí animo a que toméis el tren, y si cogéis un viaje largo, tomad una cama en camarote, nunca asiento, porque os muy agobiante y no se descansa nada. Es la opción que a mí más me convence, desde la experiencia.
46.                      Si tenéis pensado viajar en épocas de vacaciones, como para la Fiesta Nacional, o sobre todo para el Año Nuevo chino, comprad los billetes con antelación, y cuando digo antelación, digo varios meses antes. No exagero. Si algo bueno tienen los chinos es que no se rigen por el dicho de Larra de vuelva usted mañana y de dejarlo todo para el último momento. De hecho, ahí es cuando podéis encontrar ofertas interesantes para billetes de avión. El tren no suele hacer descuentos. Lo digo, porque si tenéis que tomar un tren de 20 horas, y os quedáis sin camarote, vuestro viaje puede convertirse en una experiencia desagradable que no querréis volver a repetir en vuestra vida. En esas épocas todo el mundo decido volver a casa para pasar unos días de fiesta con la familia y estar de celebraciones, y ahí se multiplican las aglomeraciones, con su comportamiento en público, la suciedad, toda la basura que dejan atrás y el estrés y no se vive una situación nada agradable. ¡Sed previsores y comprad vuestros billetes con tiempo!
47.                      El idioma es otro tema muy importante. En China se habla el chino (bravo por la obviedad), pero dependiendo de la región existen dialectos. El estándar es el mandarín, que es el que enseñan en las academias. Esas diferencias dialectales son tan sumamente grandes que es más que probable que un chino del sur y otro del norte, no se lleguen a entender. A pesar de todo esto, el chino es la lengua con más número de hablantes del mundo.
努力努力学习
No se parece en nada a cualquier idioma que se habla en Europa. Se caracteriza por su escritura (esas letras que la gente dice que son tan raras se llaman caracteres y representan una idea o una imagen con un significado concreto que varía dependiendo del contexto o de con qué carácter vaya acompañado) y por los tonos a la hora de hablar. El chino tiene cuatro tonos que indican la entonación de una palabra. Esto es importante remarcarlo porque una misma palabra con tono distinto, supone un significado distinto. Incluso hasta los tonos varían dependiendo de la zona. Es un idioma complicado que requiero mucho esfuerzo, sacrificio y mucha paciencia.
48.                      ¿Cómo lograr alcanzar un buen nivel de chino? Yo tampoco es que sea una eminencia ni mucho menos. De hecho lo estoy perdiendo poco a poco por no usarlo en el día a día y es una auténtica pena. A parte de asistir a clases, en una universidad o particulares, es un buen método buscarse un tándem, es decir, un estudiante que quiera aprender español (o el idioma que sea), y con él puedes tener conversaciones una hora en chino otra hora en castellano, podéis corregir deberes, ir a cenar, que te enseña cosas de su cultura... Se aprende muchísimo y pueden ayudarte a resolverte dudas muy importantes a nivel cultural.
Alumnos de español en nuestra universidad

49.                      Otra opción de aprender chino es la de echarte pareja en el país. Aquí ya entramos en un campo más peliagudo, porque para los chinos la jerarquía familiar es muy importante y a veces, una pareja occidental-oriental puede no ser aceptada. Aun así, es más complicado para los hombres occidentales, por la responsabilidad que debe tomar al hombre y su familia a la hora de casarse, como podría ser comprar la casa o mantener la familia. Normalmente las chinas van en busca de extranjeros porque es una especie de vía de escape. Los occidentales les dan más libertad y ellas tienen más control sobre la relación. Muchas de ellas tienen el síndrome de la pequeña emperatriz, ya que al ser hijas únicas, los papás las han malcriado y se comportan como niñas de 8 años a las que les tienes que satisfacer todos sus caprichos, porque sino se rebotan. Si optáis por esta opción que yo NO recomiendo para nada, practicar practicaréis, pero ateneos a las consecuencias.
50.                      Y es que el amor y la amistad son dos conceptos que en China están un poco distorsionados. Yo he oído a una de mis chinas de tándem decir: tengo novio sí, pero para que me lleve en coche, me lave la ropa y me saque a cenar de vez en cuando. Sus padres tienen dinero... A lo que yo respondo: ¿Entonces estás con él por dinero? Respuesta: Yo le quiero, poco, pero le quiero. Otra conversación que me contaron fue la siguiente: ¿Entonces tú saldrías con un extranjero por dinero? a lo que la china responde ¡Claro! ¿El dinero no hace el amor? Esto no difiere mucho de algunas mujeres florero que hay por España en programas de Telecinco, pero es que la amistad también es una línea fina, muy fina. Lo digo porque a mí me ha pasado de estar esperando un ascensor, que se te acerque un chino y decirte, hola, ¿estás solo? ¿Quieres que sea tu amigo?
51.                      La censura supone otro de los temas clave de la vida en China. A nivel de Internet, Facebook, Youtube, Blogger, Twitter y demás están completamente bloqueados. Google va lento y mal, es mejor usar Baidu, que es el equivalente chino de Google; y los correos electrónicos como Hotmail o Gmail, no van muy allá. China tiene sus propios programas que son puras copias de estos y ya se están extendiendo entre la juventud con bastante rapidez. Es un país con una censura muy poderosa a muchos niveles que todo lo puede. La censura de prensa es lo más descarado. El ojo de Sauron que todo lo ve. Eso pasa en todas partes, pero es verdad que si quieren, pueden ocultar una información sin que nadie se de cuenta. Si te paras a pensarlo da miedo, porque al final vives en una especie de burbuja de la que no te enteras de nada y todo parece muy bonito. Afortunadamente, hay muchos programas que lo que hacen es saltarse esa censura, lo que permite comunicarte con el resto del mundo de vez en cuando.
52.                      ¿Es importante tener un móvil 3G en China o me compro uno de cutre? Yo tenía uno de cutre, pero reconozco que de haber tenido dinero, me hubiera comprado uno de última generación, porque tiene multitud de aplicaciones que pueden ser útiles, tales como mensajería instantánea, mapas o diccionarios para buscar calles o buscar qué lleva el plato que te quieres pedir en un restaurante. Pleco es el mejor diccionario que puedes descargarte como aplicación. Si no lo tenéis, descargadlo ahora mismo, porque es una gozada de herramienta.
53.                      China también es un país de practicar deportes. Ganan muchísimas medallas porque son muchos y por la dureza y rigidez de sus métodos de entrenamiento.
Pistas de bádminton en China
Principalmente, en China se practica el bádminton y el ping-pong, pero deportes como el baloncesto, los deportes acuáticos o el tenis están en auge, por influencia de estrellas del deporte mundial como son Yao Ming (ya retirado si no me equivoco) y Li Na, actual número 2 del mundo del tenis en individual, y Peng Shuai, número 1 de dobles. Yo me fui de China siendo un gran aficionado del bádminton. Me encantaba y lo echo de menos.
54.                      Otra de las actividades de los chinos es jugar al jianzi, que es un pequeño soporte con unas plumas que tienes que pasarte a base de toques con el pie. Es muy entretenido y es muy común encontrarte a corrillos de chinos en la calle, en un parque o en pleno supermercado dando toques sin parar. Es muy divertido, yo recomiendo practicarlo, parece fácil, pero no lo es.
毽子
55.                      A los chinos también les encanta mucho el juego. Sobre todo los mayores, que van a los parques a echarse sus partidas de ajedrez chino, de mahjong, de cartas o de dados. En los parques también se puede ver a gente bailando, tocando instrumentos, cantando o haciendo taiqi. Es algo de lo más normal y realmente interesante de ver.
Un par de chinos jugando al ajedrez chino.

56.                      En China también se está extendiendo el tema fiesta. Cada vez más son los chinos que se lanzan a las discotecas a bailar y desinhibirse. ¿Dónde está el problema? Son un país tan reprimido en aspectos sexuales, sobre todo, que cuando sale, lo dan todo y acaban bastante mal. Es decir, completamente locos, descontrolados y causando escándalos. Eso si logran mantenerse en pie, porque llevan unas cogorzas que no pueden ni levantarse del suelo. También hay que ir con cuidado dónde te llevan. Pregunta antes de aceptar, porque puedes acabar en un bar/club de alterne con espectáculo de barra americana sin darte cuenta.1.   Otra cosa sobre las fiestas, es que a los chinos, como al resto de asiáticos, les encanta ir al Karaoke o KTV que le llaman ellos. Allí es distinto, porque tienes tu propia sala, que sólo compartes con tus amigos o familiares. Tienen bastantes canciones en inglés por si no sabes de chinas y hasta tienen un supermercado dentro para comprar bebidas y comida. Es un salón de fiesta, que ellos usan para festejar. En vez de irse a discotecas, se van a karaokes.

Una sala de Karaoke

57.                      Los supermercados también son dignos de mención. ¿No sabéis qué hacer una tarde? Iros a un supermercado.
家乐福
Poca broma, es una gran distracción y una buena forma de descubrir cosas realmente interesantes.
Una piscina de gambas en el super
Los supermercados están plagados de cosas que te llaman la atención, ya sea por los carteles, por los envoltorios, por el color de las cosas o por la mala calidad de tiene el pescado o los muslitos de pollo.
Como he dicho antes, yo recomiendo dejarse llevar e ir probando cosas poco a 

poco. Os llevaréis más de una sorpresa tanto agradable como desagradable. 
Salchichas de ¿león?


58.                      ¿Monumentos para ver? Yo no puedo decir que haya visitado muchos rincones de China,
Templo del Cielo
pero creo que nadie debería volver de China sin visitar ni la muralla en algún punto de su larga extensión, ni el cuarteto de monumentos de Pekín (Plaza de Tiananmen,  Ciudad Prohibida, Palacio de Verano y Templo del Cielo), los guerreros de Xian y la Perla de Shanghai. Luego hay ciudades como Hong Kong, Chengdu, Macao, Harbin (y su festival de hielo), Dalian, Qingdao (y su fábrica de cerveza) que no están mal ir a visitarlas, sobre todo las regiones de Sichuan y Yunnan muy pintorescas.
Los guerreros de terracota en Xian
Y tampoco puedo olvidar las zonas montañosas de China, que son impresionantes. Otra opción es ir a Taiwán, donde me hubiera encantado ir, que es un país completamente distinto por lo que me han contado, o el Tibet, que para ir se necesita un permiso especial por todo el tema de independencia y conflicto que tienen con el gobierno comunista.

59.                      Para viajar, yo recomiendo ir o con una persona que sabe chino o haya estado previamente allí o con alguien que viva allí de confianza, porque si no se sabe el idioma es muy difícil entenderse y orientarse. China no es un país al que puedas ir diciendo con el inglés nivel medio que tengo me van a entender, porque tu mierda de inglés será mil veces mejor que su inglés. Es posible que te encuentres a alguien que lo hable y te pueda ayudar, pero es posible que te mande a otro lugar. DESCONFIAD.
60.                      China, desde mi punto de vista, es un país que todo el mundo debería visitar una vez en la vida. No es lo mismo contarlo, que verlo con tus propios ojos. Yo ahora estoy contando todo esto, pero cuando vas allí y lo ves, la idea que tienes de los chinos y de China cambia radicalmente.

Y esto es todo. Me he extendido mucho, pero creo que aun así me he dejado cosas, y es que un año en China da para mucho, pero te quedas con cosas por descubrir. A los que habéis estado, espero que os hayáis sentido identificados, y a los que tenéis intención de ir y leéis esto, espero haberos sido un poco de ayuda.

¡Gracias por 2 magníficos años!

PD. Y que sean muchos más...






4 comentarios:

  1. Hola Mark. Yo acabo de salir de china también despues de un periodo bastante largo y estoy muy de acuerdo con tu post. aunque ahora estoy en HK, esto no es igual que la jungla de Beijing :)
    Animo para mantener el nivel de chino!
    Saludos,
    M

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    1. Gracias por el comentario María. Vivir en Beijing hubiera sido una locura, aunque reconozco que es una ciudad con unas atracciones turísticas maravillosas. Pleco está siendo mi salvador con el chino, espero poder dedicarle más tiempo a partir de setiembre, porque no quiero perderle. Disfruta de HK, me han hablado muy bien.

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  2. ¡Hola, Mark! No conocía tu blog, ¡vaya guía más requetecompleta que te has currado! No sé si recomendársela a la gente porque si la leen les va a quedar poco que descubrir por ellos mismos :P Estoy de broma, como tú dices, a China hay que ir y verlo todo con tus propios ojos.
    A partir de ahora seguiré tu blog y husmearé por las entradas antiguas. Por cierto, tenemos casi la misma plantilla de blog.
    ¡Saludos!
    Tere

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    1. ¡Gracias Teresa! Había visto tu blog por la red, así que te felicito por él desde aquí. Te voy siguiendo, me parece muy interesante. Y estoy de acuerdo contigo, a China hay que ir a verla con tus propios ojos.

      ¡Saludos!

      Marc

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