jueves, 29 de noviembre de 2012

Mucho arroz, poco jamón


¡Hey, people! Aquí Rrrrrrrrodríguez, pa’ ti. Aquí estamos con una nueva entrada. Antes de nada, perdonad la tardanza y la desconexión. No ha sido ni por el exceso de estudio de chino ni porque no quisiera saber nada de vuestras vidas. Por problemas técnicos ajenos a mi persona, no he podido entrar ni en el blog ni en redes sociales, así que siento mucho esta desinformación con el resto del mundo, pero no hay manera. Hace ya como 2 semanas que estoy intentando subir esta entrada, así que espero que satisfaga vuestras necesidades y ansias.

En este periodo de tiempo han pasado muchas cosas, así que os voy contando:

1.   Una clase de caligrafía. ¿Recordáis las dos clases de Ópera de Pekín de hace un mes? Pues bien, la siguiente clase sobre cultura china trataba sobre la caligrafía china. Yo iba con muchísimas ganas, porque me interesa el tema y porque si se practica, es tremendamente divertido. Todo iba de maravilla: el profesor nada más llegar, nos repartió un pincel, un vaso de agua y un papel sobre el que se podía escribir y se secaba el agua al cabo de un rato. Sin embargo, aquello parecía como un bombón envenenado: bonito por fuera, PODRIDO por dentro. Lo digo porque fue un verdadero, soberano y auténtico C-O-Ñ-A-Z-O. Con todas sus letras y en mayúscula. El profesor llegó, explicó cuatro cosas teóricas absolutamente irrelevantes y luego nos dijo que escribiéramos el carácter (JIA = CASA) en la hoja. Y ahí se terminó la clase, porque nos pasamos más de 40 minutos de reloj escribiendo el maldito carácter en la hoja, mientras el profesor se paseaba por la clase diciendo: “no sólo tenéis que practicar vuestro estilo, también vuestra PACIENCIA”. En fin… Yo  cuando me cansé de escribir lo mismo más de 10 veces, me puse a escribir mi nombre y otras chorradas varias. Una pena que no fuera más divertido o más útil, aunque supongo que después de lo bien que lo pasamos en Ópera de Pekín, iba a ser complicado superarlo.

2.   Cena made in xibanya. El domingo día 4 organizamos una cena española para las chinas de tándem y también para Kiwin, el novio de Laura, que vino de visita durante dos semanas. Los que os estéis imaginando una mesa con paella, tortilla de patatas, jamón y sucedáneos y ensaladas, ¡DE QUE VAAAAAIISSS! Que estamos en China, ¡leñe! Aquí no tenemos de eso (más o menos a un precio asequible). Así que nos tuvimos que conformar con hacer tortillas, comprar un poco de jamón cocido en barra y preparar pan con tomate. Las chinitas de tándem trajeron un plato de costillas en salsa, unos pasteles que eran como madalenas y prepararon un plato típico chino que es tortilla revuelta con tomate y frito en la sartén. Así que más anchos que largos y con miles de platos, nos fuimos para el vestíbulo a cebarnos como cochinos antes de la matanza. A la cena también vino Takuma, nuestro compañero de clase y segundo delegado, porque le habíamos hecho una promesa: si nosotros lo invitábamos a comer comida española, él nos cocinaba comida japonesa otro día. Reímos, jiji jaja, practicamos un poco el chino y pasamos una muy buena noche de domingo, que es de lo que se trataba.

3.   Las contradicciones del señor mingbai. En entradas anteriores ya os he presentado al profesor mingbai, ese que repite “¿lo habéis entendido?” hasta decir basta. Primero, comentaros que la maldición que se cernía sobre los jueves ya se ha extinguido y las clases vuelven a transcurrir sin incidencias; Segundo, ya hemos terminado el libro y estamos a mediados de noviembre, lo cual nos llevaba a dos opciones: empezar el libro número dos, es decir, el que seguía al nuestro; o ver películas. Yo quería empezar el libro, porque se asemeja más al tipo de examen que haremos a final de semestre, pero como en nuestra clase reina la LEY DEL MÍNIMO ESFUERZO, veremos películas. Sin embargo, nuestro querido profesor, como ve que no nos enteramos de nada, se le ha ocurrido la “brillante” idea de volver a hacer el libro y repitiendo el mismo método (completamente inútil) que ha usado hasta ahora, que consiste en escuchar la grabación dos veces, no dejarte ni pensar la respuesta, decirte la solución él, volver a escuchar el audio (enterándote la mitad si llega) y ¡ale! al siguiente. ¡ABSURDO! Otra de las cosas que quiero escribir sobre él no trata sobre sus “ganas” de enseñar a los alumnos, va referido más sobre algunos de sus comentarios y frases que se pueden etiquetar con el nombre de ESTUPIDECES SUPINAS. Entre las más llamativas se encuentran, por ejemplo:

a.   Me podéis preguntar algo si no lo entendéis, no hay problema. ¿Esta palabra la entendéis? (Alumnos) NO. ¡¿CÓMO ES QUE NO LA ENTENDÉIS?!

b.   Que Colón descubriera América no fue para tanto…

c.   Este país (hablaba sobre Albania), sabéis dónde está, ¿no? Italianos, ¿hay algún italiano en la clase? Albania está al lado de Italia, ¿no? O___O

d.   Hay muchos países que son cristianos en el mundo. Creo que en Europa, sólo está Italia, por eso. (Nada, España no tiene nada de tradición católica).

e.   Una pregunta, ¿se puede llegar a Pekín desde Roma en TREN? O____O

f.     ¿Os gustan LOS PUENTES?

Y alguna más que me dejo. A parte eso, lo que más me repatea es que nos intenta vacilar hablando en inglés. Toda palabra que se sabe en inglés la suelta. El problema es que usa en inglés cuando ya lo entendemos perfectamente, por ejemplo dice, 咖啡 (KAFEI = CAFÉ. Si os fijáis suena más o menos igual), y te suelta en inglés COOFFFEEE. Y tú te lo miras como, ¿?¿?¿?¿?¿EN SERIOOOOO?¿?¿?¿¿? Este hombre ha anidado en nuestros corazones, lametablemente.

4.   Una visita al peluquero. Una de las cosas que hice antes de partir hacia Tianjin, fue pasarme por el peluquero a cortarme el pelo. La verdad es que quería alargar el día en el que tenía que ir a cortármelo, porque no me fiaba ni un pelo (¡estoy de un chisposo, hoy!) de un chino con unas tijeras en la mano. Pero llegó un punto en que tenía una mata de pelo bastante considerable, y no tuve más remedio que ir. Le pedí a Gloria (una de las chicas de tándem) que me acompañara por varios motivos: Uno, conocía un sitio que era de “confianza” (aquí el concepto confianza tiene una connotación completamente distinta); Dos, para decirle al peluquero EXACTAMENTE cómo quería que me lo cortaran; y Tres, porque tenía una tarjeta que hacía un 50% de descuento. Cuando entré en la peluquería en cuestión me llevé una sorpresa: pensaba que iba a ser un zulo morroñoso, cutre y lleno de polvo, pero era todo lo contrario, bien decorada, moderna, con buena música de hilo musical e impecablemente limpia. Nada más entrar me cogieron mis efectos personales y me los pusieron en una taquilla (en este punto pensé “¿a qué clase de peluquería pija me ha traído esta muchacha?”) y luego intenté hacerme entender con el que iba a ser mi peluquero ese día. Como no conseguía que me comprendiera, me llevé una foto de carné que me tomé al poco de llegar aquí, se la enseñé y le dije “¿Ves como tengo el pelo en la foto? Pues igual, ¡IGUAL!” Dicho y hecho. Primero, me hizo ponerme una bata de un color grisáceo, que parecía uno de esos señores ricachones bajando a por su desayuno con el periódico debajo de la axila. Segundo, me llevaron a lavarme el pelo. Ya la cosa no empezó con buen pie en esta fase, porque en vez de tener que sentarme en esa silla y apoyar la cabeza en esas tazas blancas que todos tenemos en los baños, me obligaron a tumbarme panza arriba como si estuviera en una tumbona en la playa en pleno verano (¡ojalá!) y el muchacho se puso a lavarme la cabeza. Pero no solo eso, porque de repente se puso a masajearme la cabeza, lo que me relajó muchísimo. Una vez terminado el lavado, me enrolló una toalla verde pistacho alrededor de la cabeza y me paseó por media peluquería hasta hacerme sentar en la silla. En ese momento, me miré al espejo y lo que pensé fue “VAYA OJEEEERRAAAASS QUE ME LLEVAS, MARC”. Una autocritica necesaria. Y entonces empezó a cortar, pero con muy poco brío. Estaba más preocupado de que no me gustara lo que estaba haciendo que iba con miedo. Yo, acostumbrado que estoy a que mi peluquero me corte el pelo a la velocidad de la luz, como si llevara un cortacésped, aquello me estaba irritando. Cortaba un poco y me miraba como “¿OK?” Y yo, “Siiiiiiiiiiiiiii, he venido para que me cortes el pelo, ¿qué parte no has entendido?” Al final me empezó a cortar un poco más, sobre todo las zonas donde me sale más pelo, y al mirarme en el espejo, me gustó lo que vi, y me dejé la parte de arriba un poco más larga. Tampoco es una gran innovación, pero es un poco distinto al peinado que llevo desde 1989. Cuando me levanté de la silla una hora después (al muchacho le costó lo suyo terminar), fuimos a pagar. Yo estaba un poco asustado, porque viendo todas las herramientas que había usado el tío para cortar, el masaje, el lavado y el sitio… Nada más lejos de la realidad. Me iba a costar 20 yuanes, pero con la tarjeta descuento de mi amiga china, me salió cortarme el pelo más lavado y masaje incluido por 10 yuanes (1,25€). ¿Alguien aún está flipando? Porque yo aún no me lo creo…

5.   Qba. El pasado viernes día 16 teníamos una cena de cumpleaños. Fuimos a un restaurante de comida “italiana” (se sobreentiende porque está entre comillas, ¿no?), que no estaba del todo mal y era bastante barato. Tras la cena, decidimos ir a un bar que no estaba muy lejos de allí que se llamaba Qba (como Cuba), en el que ponían música latina. Para ir a este bar, nos montamos en una especie de carrito que hacía de taxi que era muy, muy cutre, pero que nos dio un viaje bastante divertido por las calles de Tianjin. Regateamos un poco el precio e hicimos una carrera con otro carro que llevaba a otro grupo de gente. Al llegar al lugar, lo que pensé fue: “Nos hemos equivocado de sitio, aquí no puede ser”. Resulta que dicho bar se encuentra dentro de uno de los hoteles más pijos, caros, ostentosos y pomposos que hay construidos en Tianjin. Yo me imaginaba el bar cutre, guarro, pequeño y sucio. Ni por asomo. Se respiraba una pijería que echaba para atrás. ¿Cuál es el gancho del sitio? Los viernes las chicas tienen mojitos gratis hasta la 1 (Marc, ¡jódete!). Así pasó que cuando ellas pidieron sus mojitos, el camarero me trajo uno a mí con la cuenta (45 yuanes =  casi 6€) y yo le dije que “y una mierda pa’ tu boca, nene”. Luego nos enteramos de que si querías sentarte en una de las mesas el consumo mínimo era de 280 yuanes (35€) ¿ACASO HEMOS ENTRADO EN PACHA Y YO NO ME HE ENTERADO? La música estaba bien a ratos, porque mezclaban la música en directo de un grupo, en el que la cantante se inventaba las letras y las erres las marcaba mucho (Danza Kudurrrrrrro), pero la música del DJ era bastante buena: Reggeaton, música latina, alguna que otra rumba, la bomba... Sólo faltó el Aserejé y Rayos de Sol y la noche hubiera sido perfecta.

6.   El perdón del emperador. Hace unos dos meses, un chico y una chica rusos de nuestra clase nos invitaron a cenar comida tradicional rusa. Su intención era embriagarnos con vodka, pero nosotros nos negamos rotundamente. Después de la cena nuestra relación se enfrió hasta el punto de que casi ni nos saludaba. A ver, si una te dice que cuando bebe tiene tendencias asesinas, y el otro te cuenta que quiere ser ministro de asuntos exteriores para reconquistar la antigua URSS, pues que queréis que os diga… ¿ME APORTA ALGO A MI VIDA? NOOOOOO. No queríamos beber vodka hasta morir, ¡NO, GRACIAS! Sin embargo, todo cambió cuando un día que estábamos de fiesta, el chico ruso, Alexei es su nombre, se nos fue acercando a cada uno de nosotros cinco, uno a uno, para decirnos que “perdón por si había sido muy directo con lo del vodka” y que “había notado que desde aquella cena que habíamos dejado de hablar” (¡BRAVO, BRAVO Y MIL VECES MÁS BRAVO POR TU RAPIDEZ POR DESCUBRIR QUE PASAMOS DE TI). A mí me extrañó muchísimo que nos hablara, hasta que lo vi botella en mano, bailoteando y de cháchara con todo el mundo. Luego se dedicó a perseguir a Ari por todo el bar para que le enseñara a bailar y hubo un momento que se nos acercó a la mesa en la que estábamos y nos dijo “venga, ¡todos a bailar!”, y se giró haciendo unos aspavientos con los brazos como si estuviera bailando un fandango. ¡P-Á-T-E-T-I-C-O!

7.   No sin mi vodka. ¿Tenéis interés por saber las nuevas peripecias de nuestros dos rusos favoritos? ¡Vamos a ello! Para empezar, en este periodo de tiempo a Dimitri le ha dado tiempo de ponerse malo dos veces. No tenía bastante con una. La primera vez, coincidió con el primer día que encendieron la calefacción en las habitaciones. Os cuento. Se suponía que la encendían el 15 de noviembre, pero hacía tanto frío a principios de noviembre por las calles de Tianjin que se vieron obligados a enchufarla antes. ¡Menos mal! Pues bien, teniendo en cuenta que Dimitri ya se puso enfermo el lunes a media tarde y ya ese día encendió la calefacción a 25 grados, súmale que al día siguiente no fue a clase, porque le dije que se levantara que llegaba tarde y lo único que me dijo fue “nooooooooooo, ganmaoooooooooo” (感冒 = GANMAO = RESFRIADO), y no salió en todo el día con la calefacción encendida, os podéis imaginar que mi habitación era un foco de virus, infecciones y microbios. Lo notaba en el ambiente. Me tuve que pasar el día fuera para no contagiarme con los viruze. El otro día que se puso enfermo, fue hace justo una semana, que entré a la habitación y me encontré 4 cajas de medicamentos encima de la mesa y él en la cama tosiendo y estornudando. Algunos pensaréis cómo puede ser que un ruso se resfríe tan fácilmente. La respuesta es sencilla: va por la habitación sin camiseta. Es más, estaba enfermo, y caminaba por el cuarto sin camiseta, y yo con la ventada abierta para ventilar la habitación. MUY INTELIGENTE POR SU PARTE. Además de esto, la Siesa se ha vuelto a teñir el pelo. Cuando llegó lo tenía rubio, al mes y medio se lo tiñó a castaño, y ahora lo tiene oscuro (no entiendo de tonalidades capilares). Sabéis qué ruso la ayudó a ponerle el tinte, ¿no? Al menos esta vez tuvo la DECENCIA de hacerlo todo en SU LAVABO. Aún así, traigo malas noticias, porque me temo que su vida va a dejar de aparecer por aquí. ME ESTÁ ABANDONANDO. Ha llegado a mis oídos (no es que a mí me interese el tema, simplemente me  lo contaron el otro día) que ella ha tenido una fuerte pelea con su compañera de habitación y la cosa ha llegado hasta el punto que ella se ha cambiado de habitación, por lo que está durmiendo sola. Lo cual quiere decir, que Dimitri se va a dormir con ella mientras ella no tiene compañera. El lunes entró en la habitación sobre las 22.30 y yo pensé: “ah mira, hoy duerme aquí”, porque ya llevaba 3 días sin dormir en la habitación. Sin embargo, me saludó, se metió en el baño, y salió con todas sus cosas de aseo personal. LO CUAL QUIERE DECIR, que tengo, prácticamente, toda la habitación para MI SOLITO. ¡Yuhuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu! No me quiero hacer muchas ilusiones, pero ahora mismo estoy MÁS FELIZ QUE UNA PERDIZ.

8.     ¡ACCIÓN! El miércoles pasado, sobre las 12, quedamos en recepción para ir al centro, porque las chicas querían ir a ver la última peli de la saga CrepúsculoPUAJ!). Yo no estaba nada convencido, pero acepté ir si me dejaban ir a ver otra película. Judit, Takuma y yo (que no nos gusta la saga) decidimos ir a ver otra cosa. Ya la salida fue algo accidentada, porque vimos un autobús llegar y nos quedamos algo inquietos. En la puerta de la residencia había un cartel que ponía “BIENVENIDOS DELEGACIÓN ESPAÑOLA”, así que intuimos que eran ellos. Y así fue. Salieron y se pusieron a decir “¡MIRA, MIRA, MIRA!”, Haciendo fotos y gritando. Muy español todo. Cuando nos vieron, se emocionaron, y empezaron “¿Son españoles?, ¡¡SON ESPAÑOLES!! Claro, ¿no veis la cara de españoles que tienen?” Yo pensando “claro, tengo una pinta de español con estos ojos azules que Dios me ha dado…” y entonces empezaron a atosigarnos a preguntas: “¿Cuánto tiempo lleváis aquí? ¿Habéis aprendido mucho desde que estáis aquí?  ¿Hasta cuándo estáis aquí?”. Aquello parecía una rueda de prensa, porque también se pusieron a hacernos fotos. Al final, nos enteramos de que eran un grupo de profesores que habían venido a una serie de conferencias para comparar el sistema educativo chino y el español. Siendo uno de los primeros países en fracaso escolar de Europa y se quieren fijar en cómo educamos a los chavales… ¡EN FIN! Siguiendo con la película, cuando llegamos al cine en cuestión, primero vimos que no estaba en pantalla, y luego vimos que la estrenaban el viernes próximo, pero no estrenaba la nueva, sino la 1ª parte. ¡VIVA LA RAPIDEZ CON LA QUE LLEGAN LAS PELÍCULAS! Nos quedamos extrañados, porque en Internet ponía que allí estaba en cartelera, pero ni rastro. Por lo tanto, decidimos ir a comer a un sitio de curri que estaba por allí cerca. Al terminar la comida, Joana, una de las portuguesas dijo “Mira, es Mila Jovovich, debe de ser la última parte de la saga Resident Evil”. Al final me convencieron para entrar a verla, y entonces nos sentamos a media sala (la sala era enana, así que tampoco había mucho donde elegir). La película era en versión original con subtítulos en chino. Y EMPIEZA LA PELI. De repente sale Mila Jovovich en una cama con un tío (¿eing?), luego sale ella trabajando en un colegio (¿eeing?), luego sale ella de fiesta con unas amigas (¿Eing?), y cuando ella ve a un tío asesinando a una chica, ella echa a correr y el aseisno la empieza a perseguir, (¿¿EEEEEINNNGG??) entonces ya nos dimos todos cuenta de que aquello no era Resident Evil. La peli estuvo bien, al menos estuvo interesante, menos un momento muy PASTEL que se enamora de un policía así muy RANDOM, lo demás bien. Luego descubrimos que la película era “Faces in the Dark”, por si a alguien le interesa. Un buen rato, pese al chasco de no ser la peli que esperábamos, pero bueno, una experiencia que repetiremos otro día, pero no para ver Crepúsculo, ya os lo aseguro.

9.   I’m addicted to Brisca. Hace un mes o así, que se nos ocurrió empezar a jugar a la brisca. Ese juego tan clásico y tan castizo en el que cada jugador tiene 3 cartas y hay un palo que es más fuerte que el resto. Al principio empezó como una distracción más y como una forma de pasar un buen rato. Sin embargo, se nos ha ido de las manos, y lo digo en serio, TENEMOS UN PROBLEMA GRAVE. Tan sumamente grave como, por poneros un ejemplo, proponer hacer un torneo por parejas, o también para pasarse un sábado jugando de 13:30 a 17:00, jugar después mientras cenamos, y luego jugar desde las 22:00 hasta las 02:30 de la mañana, ¡SIN PARAR! Y todo con piques, insultos, disputas y gritos. Nuestro nivel de adicción es tal, que ya todo el mundo que nos ve es “hola, ¿otra vez jugando a la brisca esa?”. Por suerte, hemos arrastrado a más gente y no nos sentimos tan mal. La cosa va para largo, porque las partidas ocurren a diario. Veremos si no nos acabamos matando un día…

10.               F R I O. Os confirmo que ya tengo todas las compras de ropa de invierno hechas. Creo que estoy bien equipado para no morir congelado. Ahora mismo las temperaturas han caído unos 5 o 6 grados con respecto a hace un mes, y la cosa ya empieza a ir en serio. Llevábamos un par de semanas con previsión de nieve, pero este sábado también hay previsión y tiene pinta que esta vez es la definitiva y nos van a caer unos cuantos centímetros de nieve. Lo peor que te puede pasar aquí, en realidad, es que sople el viento, porque es de ese tipo que notas como si te cortara la cara. Ya me veo este domingo haciendo guerra de bolas delante de la residencia…

11.               Señora, ¿dónde está el paquete? ENCONTRADO. En la entrada anterior os conté que la señora de correos no sabía nada de nuestros papeles y nos insistió que los tenía el señor TZERSONAL AUTORIZAD y creímos que no lo había enviado, quedándose el dinero y timándonos en la cara. Pues bien, yo conté todo esto a los de Gestión Académica de mi facultad, para ver si podían investigar un poco, porque parecía de verdad que estaba en España. Pues bien, un día abro mi correo electrónico y me encuentro un mail en el que pone literalmente:

Marc,

Misteri resolt. Ha estat error meu. Els vam rebre i els vaig arxivar correctament. El què passa és que em va quedar l'e-mail pendent de contestar i vaig donar per fet que no els havíem rebut.

Disculpa les molèsties. Em sap greu.

Cordialment,

         Estuve durante 2 minutos con esta cara O_______O. En serio, EN SERIO, ¿?¿?¿?¿¿?¡¡¡¡ EN SERIOOOOO!!!!!¿?¿?¿?¿ Lamentable lo de esta gente…Me queda una cosa por hacer antes de zanjar este tema: pedirle perdón desde aquí a la señora de correos por los improperios que le he dedicado. No era yo, era la ira. La semana pasada tuvimos que volver a ver (nos llegaron  los papeles para ejercer el voto por correo) y nos atendió muy majamente. Entono el mea culpa y lo siento, de corazón.

12.               Lunes deportivos. La oficina de intercambios ha organizado los lunes, de 15:30 a 17:00 de la tarde, actividades deportivas dirigidas a todos los estudiantes internacionales. Empezamos el día 19 de noviembre, y son 5 lunes consecutivos hasta que llegamos al 17 de diciembre. Podemos elegir entre 5 disciplinas: bádminton, ping-pong, jianzi (indiaca en castellano, esa cosa que empezamos a  jugar hace un mes o así, que consiste en dar patadas a una cosa con plumas), billar y taichí. De momento, hemos hecho bádminton y ping-pong, pero la semana que viene toca repetir bádminton (¡mola un huevo!) y la otra ya veremos, porque la última queremos hacer taichí, que ya estoy viendo que va a ser un partimiento, porque ya a veces veo a algunos ancianos haciendo aspavientos en el campo de ejercicios y me parto en su cara con los gestos que hacen.

13.               Competición de cantantes. El pasado viernes, a eso de las 6:30 de la tarde, había una competición de canto para estudiantes internacionales. El jueves había la de chinos, pero a eso no fuimos. Fuimos allí a hacer el cotilla, BÁSICAMENTE, porque lo que es interés por ver si cantaban bien o no, no teníamos lo más mínimo. En dicha competición iban a participar 9 aspirantes (7 solistas y 2 parejas). Nosotros pensábamos que iba a ser que cado uno iba a cantar una canción, a echar unas risas, y todos para casa. MEEEEEEEEEEEC. Se les fue la pinza, porque había presentadores que iban de humoristas, cantaban todos tres canciones (2 individuales y 1 en grupo) e incluso, por haber, había hasta ¡JURADO! Hace falta… Los cantantes, por su parte, a cada cual peor. A ver, yo tampoco puedo hablar de mis cualidades vocales, pero lo sé, y si canto lo hago en mi intimidad para que nadie pueda escucharme, pero si no canto bien no voy a salir al escenario de un auditorio para que más de 150 personas me vean pegando berridos a un micrófono. De los que había que lo hacían más o menos bien, uno se pensaba que era Bustamante y cantaba agudos que eran gallos; luego una ucraniana que cantó muy bien la primera, pero luego destrozó las otras dos, otro que cuando cantaba bajo bien, pero cuando subía gritaba; y luego había una chica que tocaba la guitarra que no lo hacía del todo mal (fue la que acabó ganando). Sin embargo, la que más llamó nuestra atención, por todos los motivos equivocados, fue una chica asiática (no sé de donde exactamente) que se creía la mejor popstar del concurso, pero que era mala, mala, mala. Su primera canción se llamaba “One night in Beijing” y ya desde que empezó, aquello era un desastre, porque iba haciendo unas cosas con la voz, que a mí me dejaron sordo y todo el mundo se tenía que tapar los oídos. Y la cosa no fue mucho mejor en la siguiente ronda, porque después salió a cantar “It’s my life” de Bon Jovi y para que os hagáis una idea de lo mala que era, cantaba con un chico, pues cantaba ella mejor los GRAVES que él. En aquella actuación a mí casi me da un soponcio, porque no podía parar de llorar de la risa. Y ya cuando no podía ir a peor, la chica me sale a cantar “Rolling in the Deep”. NOOOOOOOOOOOOOOOOO. No sé qué fue, pero de las 3, fue la que cantó mejor, se entiende “mejor” como un destrozo máximo, pero no fue tan desagradable. Al final salimos de allí antes de que terminara porque nos iban a cerrar el restaurante donde íbamos a cenar, pero nos dijeron que tampoco nos perdimos mucho más. La noche acabó de la mejor manera posible: ver al señor Li Peng (nuestro coordinador) borracho como una cuba por nuestra residencia dando abrazos a todo el mundo y diciendo que nos lo pasáramos bien y que disfrutáramos. Una imagen difícil de olvidar.

14.               Cena made in Japan. Al principio de la entrada os he contado que hicimos una cena made in xibanya, pues bien, a la cena vino Takuma invitado a cambio de que él nos hiciera una cena japonesa. Fue este sábado. Compró todo y quedamos para preparar la cena entre todos. Había que preparar dos cosas: una era como una pancake con apio, bacon, salchichas, fideos y mochi; y la otra, unas bolas hechas de pasta de harina con apio, salchicha y mochi dentro. Lo hicimos poco a poco, es decir, cocinábamos y comíamos al mismo tiempo, porque si esperábamos al final, la mitad de la comida estaría fría. Para hacer la pancake uso una sartén normal y un fogón, pero para hacer las bolas tenía como una parilla de grill que tenía pequeños huecos en forma de huevo y ahí se ponía el líquido para hacer las bolas. Luego, con unos palillos, les daba la vuelta, y metía todo para dentro, para que terminaran cocidas y bien redonditas. Hicimos tres tandas de bolas: las dos primeras las hizo él, la última la hicimos nosotros con un poco de su ayuda. Un estrés intentar darle la vuelta a la maldita bola con los palillos, pero fue tremendamente divertido y salimos de allí rodando, porque además, de postre, hizo más bolas, pero esta vez de chocolate y de mermelada. ¡ÑAM! Nota de idioma: en japonés, “tengo hambre” se pronuncia como “una casita” o algo parecido (comentario chorra que tenía ganas de poner).

15.               Laoshi (老师 = PROFESOR) Rodríguez. Mi último estado de Facebook antes de esta desconexión trisemanal fue que había encontrado un trabajo como profesor de español en un instituto a unos 10 minutos andando de mi universidad. Os cuento un poco más en detalle. Había 4 grupos de niveles distintos a repartir entre 3 (Meri, Laura y yo). Dos clases eran el martes, y las otras dos el viernes, todas con el mismo horario, de 13:30 a 14:15 y de 14:25 a 15:10. Como podéis comprobar son 45 minutos por clase, así que la cantidad de cosas que puedes hacer con ellos es mínima. Si a eso le sumas que tampoco tienen mucho nivel, la verdad es que no mejoraba mucho la cosa. Lo bueno del trabajo es que no necesitamos contrato porque son como unas prácticas, ya que nuestra universidad y el instituto tienen un convenio y les estamos haciendo un favor dando clases de español. Con los 4 grupos a repartir, yo me quedé con los dos del martes, Laura se quedó con el primer grupo del viernes, y Meri con el segundo de los viernes. Los míos son los más pequeños (de 12 a 14 años) y los que llevaban menos tiempo estudiando castellano (entre 6 y 3 meses). Además de eso no tenemos libro y nos dejaban libertad para hacer la clase de lo que queramos, menos tratar temas de política (¡ya tu sabeh!), Al principio estaba un poco desorientado, sobre todo, a la hora de preparar la primera clase, pero lo afronté como un reto. Hasta el momento, contando esta semana, ya he hecho 3 semanas de clase. Os las resumo…

a.   1r DÍA. El primer día, siendo sincero y con el corazón en la mano, fue un DESASTRE TOTAL. Todo me salió al revés. Para empezar, la profesora que nos hizo la entrevista no podía acompañarme porque le había salido una reunión de última hora, lo cual quería decir que iba a presentarme yo allí sin que los chavales tuvieran ni la más remota idea de quién era; después, cuando llegué a la primera clase, se quedaron todos mirándome con cara de paisaje y sorprendidos y en mi cabeza pensé: “te has equivocado de clase, porque te miran como si fueras E.T.”, así que pregunté: “Hola, ¿sois estudiantes de español?” Y todos, mirándose entre ellos y diciendo ¿EEEEEING?; cuando ya nada podía salir peor, había algo que me podía pasar, me di cuenta que no podía usar el Power Point en ninguna de las dos clases (cada grupo tiene un aula distinta) porque ambos ordenadores estaban cerrados con llave y no podía usarlos, por lo que tuve que medio improvisar una clase totalmente RANDOM a alumnos chinos casi sin nivel de español, intentando recordar lo que había escrito en el Power Point; y para colmo y remate, no me supe imponer, sobre todo, porque algunos alumnos del primer grupo (los del segundo grupo son super yuppies y aunque no se empanan de nada de lo que les digo, al menos me escuchan en silencio), ni me escuchaban y estaban muy desperdigados por la clase. Todo lo que intentaba hacer con ellos fue un caos y me superó la situación. Por suerte, con el segundo grupo, pude reponerme y con la experiencia del primer grupo, ya estaba un poco más seguro. Salí del instituto un poco CHOF, pero me duró 5 minutos, porque cuando iba andando por la calle de vuelta a casa ya estaba pensando en qué iba a hacer la semana siguiente para que no me pasara lo mismo.

b.   2º DÍA. Tras el varapalo del primer día, iba con ganas de hacerlo mil veces mejor. Además, la profesora me iba a acompañar y me había asegurado que podría usar el ordenador. Ese día tenía una cosa a mi favor: ya los conocía y sabía más o menos qué podía hacer con ellos. La cosa cambió muchísimo con los dos grupos. Todo para mejor. Pude hacer todo lo que había preparado y cuando termine ambas clases, sentí que había servido para algo. Tampoco es que hiciera tanto (rutinas y horas para el primer grupo; colores, días de la semana y meses del año con los yuppies), pero mi sensación fue muy buena. El único momento RARO del día, fue cuando al acabar la segunda clase, con los yuppies, la profesora se me acerca para hacerme una pregunto, y cuando acabo, me encuentro a una de las alumnas que me dice: ¡PROFESOR! Y me la encuentro, a la tía loca, con un móvil dispuesta a hacerme una foto. Mi cara era de WHATTHEHELLISGOINGON! Pero no fue la única, porque después vinieron 2 más. Y yo, cogí mis cosas y rápido que me fui para evitar más fotos.

c.   3r DÍA. Este martes tenía en mente hacer los números hasta el 100, familia y profesiones (grupo 1); y números hasta el 30, aficiones y repasar colores, formas de presentarse, meses del año y días de la semana (grupo 2). Ambas clases fueron muy bien. Me noté más seguro a la hora de organizar la clase y dar las explicaciones, pese a que los yuppies no se acuerden de nada de nada de lo que hemos hecho en dos semanas. Sólo hubo un momento muy, muy RARO. Pasó con el grupo 1. Faltaban unos 15 minutos de clase o así, y yo estaba preguntando a los alumnos cosas para conocer su familia, y de repente, uno que se llama FERNANDO (que es el que más la lía), se levanta y me da un post-it, en el que ponía “Nos puedes explicar “las 12 uvas”. Y yo alucinando. Así que dije: “¿lo de las 12 uvas? ¿El 31 de diciembre?” y todos me miraron como NO NOS ENTERAMOS. Yo pensando “si no entendéis “sobrino”, ¿cómo queréis que os cuente lo de las 12 uvas almas de cántaro?”. Mi reacción en ese momento, fue decirle que ahora estaba dando clase y que cuando acabara, se lo explicaría. En ese momento, me fui para un lateral de la clase, él estaba en el centro, y pregunté a una chica algo, de repente, veo que se levanta la profesora (que también había venido) y le da un tortazo en la espalda y le hace un gesto para que saliera de la clase. Yo disimulé e hice como que no lo había visto para que los otros no se me despistaran y seguí la clase como si no hubiera pasado nada. Ya no volvió a entrar hasta que terminé. Cuando acabé la segunda clase le pregunté qué había pasado, y la profesora me contestó: “Dice muchas malas palabras, así que lo he sacado, y lo he llevado a que lo EDUQUEN”. En este país es mejor vivir en la ignorancia, así que no quiero saber a qué se refería con eso.

Y esto es todo por el momento en estas 3 semanas de trabajo. Como apunte gracioso, por lo menos tienen nombres españoles, como JOSÉ, LUÍS, PEPE, ANTONIO (me falta un MANOLO para completar la colección) y un chico que se llama SOR (O__O) y las chicas tampoco se quedan cortas con nombres tales como MÓNICA, ANA, LUISA, ELISA, GLORIA (normales), aunque hay otros que tienen tela marinera, como HELENSA, FLORA, LLUVIA o ERRAZA, aunque los que se llevan la palma, son el nombre de dos chicas que tiene Laura, que son, nada más ni nada menos que REMINIA y VESEAÑA. Por cierto, mi sueldo es de 70 yuanes (8,75€) por 45 minutos de clase. No está del todo mal, podríamos cobrar más, pero tampoco vamos a pedir mucho más, sobre todo teniendo en cuenta que es un convenio y se supone que estamos haciendo prácticas. Una cosa más para el currículum. La semana que viene tenemos un mini-examen para evaluar lo que han aprendido hasta ahora ¡YA VES TÚ! Os mantendré informados… 

16.               LISTA #SOYFAN. Y cerrando esta entrada de hoy, tenemos ¡cómo no! Vuestra lista favorita, HA VUELTO, sí, es la lista donde se encuentran las cinco personas o cosas que merecen un tuit acompañados del hashtag #Soyfan. Tengo que decir que la lista ha ido cambiando según los días y según las semanas, pero aquí la tenéis completamente actualizada. ¡Allá vamos!

a.   #SOYFAN5. Abriendo la lista esta semana, volviendo a entrar en lista después de un tiempo y antiguo número uno, nuestro profesor de Comprensión Lectora. Este señor simplemente me encanta. No sé si es porque me entero de lo que dice, si me gusta la asignatura o qué, pero son las tres únicas horas de la semana que no se me hacen eternas. Alguna vez se enrolla como una persiana, pero siempre explica cosas interesantes y se le ve muy buena persona. Su gran comentario fue el de, “examen, ¿qué examen? CADA DÍA ES UN EXAMEN”. Olé tú.

b.   #SOYFAN4. Entrando en lista por primera vez tenemos a un señor muy peculiar que trabaja en el segundo piso de la cantina. Es el señor de las dos escobas. Este personaje tan peculiar se dedica a ir por el comedor del segundo piso (es enorme por si os interesa saberlo) con dos escobas en la mano, y lo que hace es recoger todo lo que ensucias o no se puede lavar (servilletas, palillos, plásticos, bolsas) lo tira todo AL SUELO, y después lo va barriendo todo con sus dos escobas. ¡ASQUEROSO, SÍ! Pero siempre nos reímos cuando nos viene, y él siempre que nos ve riendo, se ríe también. Tenía que ponerlo en esta lista, porque aunque sea antihigiénico, repugnante, vomitivo y deplorable lo que hace, siempre que lo veo venir ya me da la risa.

c.   #SOYFAN3. Esta semana, con la medalla de bronce colgada en el cuello no puedo no incluir a mis DRAMA QUEENS favoritas que son Meri i Judit. Las adoro. Esos momentos en los hacen una montaña de un granito de arena. Meri sobre todo con la brisca, (hemos tenido situaciones en las que nos hemos pasado minutos y minutos sin jugar porque no quería tirar una triste “J” que son 2 puntos), y Judit a la hora de contar sus peripecias. Estas situaciones se dan muy de vez en cuando, así que poco les falta para ir para arriba.

d.   #SOYFAN4. Repitiendo en el dos y manteniéndose en la lista nos encontramos con nuestra profesora de Gramática, Malaoshi. Esta mujer es un encanto, pero tiene sus días. Lo que sí tiene, es que cada día malgasta entre unos 5 y 10 minutos de clase en alguna estupidez, como preguntar si tenemos novio/novia, si nos gusta cómo enseña la clase, para preguntarnos cómo se dice una palabra en ingles, para saber si fumamos o no, para saber qué día es mejor para casarse en nuestro país, para ver fotos de nuestros familiares o para asegurarse de que se sabe nuestros nombres para después acabar gritando “Me los sé todos, ¡me pongo un 10!”. Hubo un momento muy bueno la semana pasada. Tiene bastante cruzado a Alexsei, el ruso que le dio por bailar fandangos el otro día y que quiere reconquistar la URSS, le dijo si había preparado el texto y este le dijo que “no”. A los 5 minutos le pregunta si puede leer, y le dice el ruso que no porque no lo ha preparado. Termina el primero de leer y le dice, “¿Qué significa esto?” y el ruso ya cabreado le suelta: PROFESORA, ¡¡YA LE HE DICHO QUE NO HE PREPARADO EL TEXTO!! Otra de las anécdotas fue el lunes, cuando le dio por preguntarnos cuántos idiomas hablamos. Le dio por contarnos que está aprendiendo inglés, pero que no se entera de nada, entonces le pregunta a un japonés qué tal su pronunciación, a lo que el muchacho le responde “más o menos” y ella se empieza a reír y a meter la cabeza encima del libro y cuando para de reír le responde “¡pues mañana tu pronunciación también va a estar más o menos!”. Quiero hacerme una foto con esta mujer antes de volver a casa.

e.   #SOYFAN5. Y volviendo al número 1 una semana más, nos encontramos con el simpático japonés Takuma. Siempre lo incluyo aquí por muchos motivos, pero hoy está aquí por dos motivos: uno, por la cena del sábado pasada que estaba riquísima; y el otro, porque hace un par de sábados se nos presentó a la 1 de la mañana cuando estábamos dándole a la brisca (para variar) borracho como una cuba y encima partiéndose porque tenía un partido de bádminton al día siguiente a las 7 de la mañana. No sé si fue más bueno, que casi se cayera al suelo y dijera cosas sin sentido, o que se pusiera bien al lado de Ari a hacerle preguntas y a arrimarse cada vez más (os recuerdo que tenemos la intención de emparejarlos pero nadie de los dos da el paso pese a que ya han ido a cenar los dos juntos por temas de apuestas por jugar a la brisca y se fueron a comprar las cosas de la cena japonesa). En definitiva, un primer puesto que lo tiene bien atado, pero que puede perder viendo la competición que tiene detrás. Veremos si en la próxima entrega hay cambios importantes y si tenemos nuevas incorporaciones. ¡Os espero en la siguiente LISTA#SOYFAN!

 

Y esto es todo por el momento. Os informo que ya han transcurrido 3 meses de nuestra llegada por allá un 28 de agosto. Espero no morir congelado y tengo los dedos cruzados para poder seguir subiendo entradas más adelante.

 

¡Muchas gracias por las visitas!

 

Un saludo muy fuerte.

 

马克儿

 

 

 

  

lunes, 26 de noviembre de 2012

Comiendo olla mongola


La adaptación a la gastronomía china, de momento, es bastante positiva. Algunas veces dudas de si estás comiendo perro, pato, caballo, pollo o cerdo (el pescado está más que prohibido, viendo su aspecto en el supermercado), pero ya nos conocemos los sitios más adecuados a los que ir y qué comer y qué no, para evitar percances y disgustos al estómago. Sin embargo, tengo la sensación de que aún nos queda mucho por descubrir.

Hoy, por el momento, os voy a explicar uno de los platos más típicos de China:

火锅 (huo guo = olla caliente) que también se conoce como Olla Mongola.

Para degustarlo, nos acompañaron nuestras tres compañeras de tándem (Gloria, Vera y Delfina) a un restaurante no bastante lejos de la universidad. Tengo que decir que la experiencia fue curiosa y comimos como si no hubiera mañana. Os explico cómo funciona este plato:

Todos los comensales se sientan en una mesa y en el medio hay un fogón en el que colocan una olla con caldo. Este caldo puede ser picante, mitad picante mitad no (está separado con un barra para no mezclar), o no picante directamente. Debido a nuestra poca pasión por el picante, escogimos una NO picante.

En ese momento te daban una carta con una amplia gama de productos. De esa carta tenías que elegir lo que a ti más te apeteciera. Para seros sinceros, nosotros no pedimos nada, porque como no teníamos ni pajolera idea de cómo funcionaba, nos dejamos llevar y estábamos dispuestos a comer de todo, menos PESCADO. No sé si me voy a dejar algo, pero más o menos pedimos:

·        Tres platos de carne de res (es que me lo dijeron así y me hizo gracia).

·        Tres platos de diferentes tipos de jiaozis (son unos raviolis llenos de carne, verduras…), de los cuales unos eran de color NEGRO.

·        Lechuga

·        Patatas

·        Una hortaliza verde parecida a lechuga, pero que no era lechuga.

·        Varios platos de diferentes tipos de champiñones

·        Unas bolas de gamba

·        Trozos de pescado

·        Fideos

Creo que pedimos algo más, pero ahora mismo no lo recuerdo. Y sí, en la lista había pescado, pero estaba bueno y BIEN COCIDO, así que nada de lo que temar.

A continuación, debías levantarte e ir a la entrada del restaurante para elegir una salsa con la que acompañar toda la comida. Allí había salsas a cascoporro: picantes, no picantes, de sésamo, con aceite, con cebolla, con tomate… Para gustos, colores. Al final, nosotros tres cogimos una salsa de sésamo que a mí me sabía a pipas y a Laura y Meri a cacahuete. Cada uno a la suyo.

El siguiente paso era encender el fogón para que hirviera el caldo, y una vez estuviera caliente, ir añadiendo los ingredientes que quieras o todo para que se caliente. Había que ir con cuidado para que no se colmara el caldo. De vez en cuando, tenían que avisar al camarero para que añadiera más caldo porque bajaba mucho y no quedaba suficiente para hervir la comida. Asimismo, el caldo al final ya era una mezcla de todo: verdura, carne, pescado, patata, champiñones… Aún así, la comida tenía buen gusto y fue interesante.

La cena también nos sirvió para preguntarles algunas de las costumbres que tienen en la mesa a la hora de comer. A grandes rasgos nos comentaron:

1.   Como norma general, hay que esperar a que traigan todos los platos para empezar a cenar.

2.   Los palillos se deben coger bien. Cogerlos mal es como un ultraje. No sé muy bien cómo explicaros la forma para cogerlos, pero preguntad a un chino que os enseñe, porque yo aún estoy en ello y llevo aquí más de 2 meses.

3.   Está prohibido usar los palillos para pinchar la comida porque es de mala educación (cosa que hicimos nosotros en la cena de escondido porque había cosas que no las podíamos comer).

4.   Hay que intentar no cruzar los palillos mientras se coge la comida

5.    Está prohibido golpear la mesa o el plato con los palillos. Es de mala educación.

6.   Comerse toda la comida que hay en la mesa es de mala educación, porque quiere decir que el que invita no ha podido satisfacer a su invitado.

7.   Si no quieres que te pongan bebida en tu vaso indefinidamente hasta caer redondo, tienes que dejar algo de tu bebida en el vaso, señal de que no quieres más.

8.   Rechazar algo del organizador o el que invita es un gesto de mala educación, porque quiere decir que no es lo suficientemente bueno para ti, así que si no te gusta, DISIMULA.

9.   Al terminar la comida es importante no dejar los palillos cruzados, porque es síntoma de que no te ha gustado la cena.

La cena tuvo varios momentos curiosos, pero me quedo con el MOMENTO en el que Gloria se me acerca al oído y me dice “¿Laura come carne? ¿Por qué Laura no come carne? ¿Le gusta?” y Laura mirándola cómo “¡¡ME ESTÁIS CEBANDO Y NO PARAIS DE PONERME COMIDA!!” y más tarde me vuelve a decir: “A Laura no le gusta, ¿no?”. Yo partiéndome de la risa y Laura pensado “EN FIN”.

Finalmente, decir que la cena nos costó unos 45 yuanes por cabeza (más de 5,5€), un poco más caro que lo habitual, pero teniendo en cuenta lo que comimos (salimos de allí rodando), el ambiente y lo que aprendimos a nivel gastronómico, una cena que valió la pena.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Un chino, dos chinos, tres chinos


Ya hemos cumplido los 2 meses por tierras asiáticas y el tiempo pasa volando. Parece mentira que ya hayan pasado más de 60 días y que del calor asfixiante de la primera semana, hayamos pasado ahora a morir al notar el viento helado en la cara y el frío en las manos. Uno se levanta a las 7 de la mañana y se va a dormir a las 12, y aún siente que al día le faltan más horas. Esta aventura sigue avanzando y me dispongo a contaros todo lo que ha acontecido estas dos últimas semanas:

1.   Una clase de ópera de Pekín: 2ª parte. (Para leer la primera parte de este apartado, id a la entrada anterior de “Diario de Make”). El miércoles pasado tocaba la segunda clase de Ópera de Pekín. Esta vez, armado con mi cámara, fuimos con ganas de reír, distraernos y comprender un poquito más este aspecto tan cultural tan destacado de China (para seros sinceros, esto último nos importaba bien poco, pero bueno, había que decirlo). En términos generales, la clase estuvo bien, pero pasó lo que tenía que pasar: segundas partes nunca fueron buenas. A ver, que estuvo bien, volvimos a hacer aquellos gestos con las manos y nos partirnos de la risa con la señora cuando cantaba, Y VALE SÍ, vimos un video en el que vimos una escena de Ópera que era graciosa, pero perdió el punch o el gancho, o como se diga. Aún así, la mujer un encanto y un rato buenísimo que pasamos después de comer algo.

2.   ¡Tierra trágame! El pasado miércoles, después de la clase de Ópera de Pekín, habíamos quedado con Vera, una de las chinitas con las que hacemos tándem para hacer unas tortillas de patatas. ¡Sí, hacemos tortillas! A lo que voy. Nos comentó que ese día había una fiesta de los alumnos chinos que están aprendiendo español y nos había pedido ayuda para hacer un par de tortillas y además, nos había invitado a asistir diciendo que sería interesante y podríamos conocer a muchos chinos. La idea sonaba bien, pero como siempre, los chinos te dicen un 40% de lo que es en realidad. Una vez terminamos de hacer las tortillas (a Vera le iba a dar algo de la emoción cuando Meri le dio la vuelta a la tortilla o cuando la vio terminada en el plato), las partimos en trocitos y nos dirigimos al edificio donde hacemos clase para ir a dicho evento. Cuando llegamos al aula en cuestión, estaba a REBENTAR de chinos y chinas sentados en un cuadrado con las sillas en forma de U. NO CABÍA NADIE MÁS ALLÍ. Entonces, Meri, Laura y yo nos miramos y pensamos a la vez “Yo ahí, no meto”. Pero ese no iba a ser nuestro día de suerte, porque se nos acercó Vera y nos dijo que entráramos porque resulta QUE NOS ESTABAN ESPERANDO. HOLA BONA TARDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA?¿¿?¿ Yo, solté el ya clásico “nah, nah nah, ¿ahora me dise tu que tengo que entrar ahí? Nah, nah, nah”. Pero no pudimos hacer nada. ¡La que se nos venía encima! Meri dio unos pasos en la clase, y se empezó a escuchar ruido, pero cuando entramos los tres y nos colocamos en mitad de la clase, de repente se pusieron todos en pie aplaudiendo y gritando AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, haciéndonos fotos sin parar, algunos nos chillaban ¡BRAVO, VIVA, BRAVO, OLE! SURRELISMO en estado puro. Ha sido, sin lugar a dudas, uno de los momentos en los que he pasado más vergüenza de toda mi COCHINA vida. ¡Jesús! Quería que se me tragara la tierra o que alguien me hiciera desaparecer. Me sentía como Justin Bieber en un instituto de niñatas adolescentes con las hormonas alteradas. Entonces, nos hicieron sentar en la primera fila (los que estaban sentados en las sillas se apartaron para dejarnos sentar) y entonces empezó el espectáculo: una chica cantó una balada de una-cantante-que-no-conocíamos (nos partimos en la cara de la muchacha porque aun estábamos alucinando); luego salieron otro dos a cantar La Copa de la Vida de Ricky Martin; después salió un grupo bastante grande de gente a cantar The waving flag de Bisbal; y cuando terminaron estos, unas chicas salieron a la “pista” a bailar una canción que era entre un tipo de salsa (Laura se partió de una de ellas porque se parecía a Támara, la de “no canvie, no canvie, no canvieeee”). Nosotros, cada vez que terminaba una actuación, gritábamos “BRAVOOOOO!! OLEEEEE!!” Ya que dábamos la nota, lo hacíamos bien. A todo esto, Laura tenía a su lado a una china que se había bautizado como Iris, y que le iba dando conversación. Una de las cosas que le dijo fue “Y en España, el clima es más SERCA?” A lo que Laura, extrañada, le respondió: “¿Serca? ¿Qué es eso?” Y ella contestó: “Que no hay agua en el cielo”, a lo que Laura añadió: “¡Ah! SECO”. Y ya cuando pensábamos que todo había terminado, nos viene Vera y nos dice que nos toca a nosotros. Yo, mira que me cae bien y es un cacho pan, pero en aquel momento la hubiera tirado por la ventana. Se suponía que nos ponían a un grupo de unos 10 chinos delante y detrás, había un Power Point con unas palabras y nosotros, haciendo mímica, teníamos que intentar que ellos adivinaran 10 palabras que ponían detrás lo antes posible. Había algunas que eran fáciles, pero otras tenían tela marinera y estaban puestas con mala leche, como por ejemplo ASEARSE, AUSCULTAR, TOMAR EL PULSO, RATÓNOs informo que ganó mi equipo YEEEEEEEEEEEEEEEEEEAH, pero bueno, que el premio era una bolsa de patatas. Sin embargo, después de eso, comimos un poco de tortilla que nos dejaron, porque había volado y nos hicieron unos regalos: una cuerda para saltar a la comba, un jianzi, y un hulahop del tamaño de una rueda de camión. Al final, nos hicimos unas fotos de grupo con unos 30 chinos que quedaban por ahí, y salimos de la clase con un buen sabor de boca, ya que habíamos pasado un muy rato y con la imagen grabada con fuego candente en nuestro cerebro de más de 70 chinos gritando como locos cuando entramos en esa aula. Un momento que difícilmente podré olvidar.

3.   La maldición de los jueves. En la entrada anterior, os comentaba que los jueves a primera hora tenemos clase de Comprensión Auditiva y que la mala suerte se estaba cebando con nuestro profesor: primero le robaron la clase; y luego le dejaron el aula sin sillas, ni mesas ni nada de nada. Viendo el panorama, ya hemos llegado a la conclusión que hay una maldición que sobrevuela los jueves, porque han seguido ocurriendo cosas. La semana pasada, al llegar el profesor, lo primero que hizo, como siempre, fue pasar lista. Empieza a decir nombres y a nadie le sonaban, hasta que de repente dijo: “¿vosotros no sois los de intermedio 3?” ¡HOLA BON DIA POR LA MAÑANA SEÑOR! Por lo visto se había equivocado de lista. Su cara era de ME CAGO EN TODO LO QUE SE MENEA. Así que tuvo que irse a vete-a-saber-tú-donde a buscarla, porque perdimos más de 20 minutos de clase esperando a que volviera. ¿Y qué ha pasado esta semana? Todo iba bien, extrañamente, pero estábamos todos esperando que ocurriera algo. Tardó un poco, pero acabó pasando algo: estábamos escuchando las grabaciones cuando suena “zhi zhi zhi zhi zhi zhi zhi zhi…” y se apaga la grabación. ¡Ale, el disco rayado y nosotros que nos libramos de más de 20 minutos de clase porque el CD no funcionaba! Sin embargo, todo esto, este hombre se lo merece, porque habla con una violencia a los estudiantes que da miedo. Primero te dice que si no entendemos algo que se lo preguntamos, y cuando le decimos que no entendemos se enfada porque no lo sabemos. ACLÁRESE USTED SEÑOR PROFESOR. Cuando no le da por soltar mocos, el más gordo que ha soltado es a uno de los rusos que le dijo: “Lee, (lee la palabra mal), bueno mejor el siguiente, que tu no lees bien”. Y el tío más ancho que largo que se quedó. Veremos lo que acontece el jueves que viene…

4.   Miedo en el ascensor. Este suceso tuvo lugar el viernes pasado entre las 7.40 y las 7.47 de la mañana. Llamé al ascensor para bajar para ir a clase. Era fácil, subirse, apretar el botón número 1, y esperar a llegar abajo. Cuando aterrizó el ascensor en mi planta, estaba medio lleno, pero no hay problema, nos apretamos un poquitín, y avall que fa baixada, que suelo decir yo en catalán. De repente, baja al piso 8, y luego al 7 para que suba más gente. Y de repente, vuelve a subir. Pues bueno, subimos y bajamos entre los pisos 8 y 12, como 5 veces, arriba y abajo. Yo al final, me empecé a asustar, porque llevaba más de 5 minutos metido en ese ascensor y parecía que se había vuelto loco. Ahora que si al 12, luego que si al 9, otra vez al 12, luego al 7, después al 10, bajamos al 8, volvemos al 12, luego al 11… Una locura. Por suerte, no soy claustrofóbico, pero un buen susto que me llevé de buena mañana.

5.   La leyenda de Sant Jordi. El viernes día 26 de octubre, teníamos un examen. No era un examen en papel, sino que era una exposición oral que consistía en preparar una historia conocida o inventarla, para luego representarla delante de la clase. Podíamos vestirnos, maquillarnos, llevar cosas a clase, dar giros a la obra,  都可以 que dirían en chino (TODO VALE). Nuestro grupo éramos Laua, Meri y yo. Nuestra primera idea era hacer La Caperucita Roja porque podíamos encontrar la obra traducida al china con facilidad, era divertido, todo el mundo la conocía y pensando, le habíamos acordado un final “alternativo” para darle más gracia a la historia: queríamos que en vez de que apareciera el cazador para matar el lobo, que caperucita y el lobo se enzarzaran en una pelea de Kunfu y de un golpe seco, el lobo escupiera a la abuela. Pero, MEEEEEEEEEEEEEEEEEEEC. Porque otro grupo ya se lo había dicho a la profesora, así que teníamos que pensar en otro cosa. Haciendo un poco de tormenta de ideas, llegamos a la conclusión de que Sant Jordi podría ser una buena opción, ya que era original, podríamos presentar un aspecto cultural a nuestra clase, y podríamos jugar un poco con la historia. Como punto negativo, no teníamos la historia traducida, así que tuvimos que escribirla nosotros, para después una de las chinitas de tándem nos la corrigiera, para poder aprender las frases sabiendo que, al menos, lo que decimos estaba bien. Así que llegamos el viernes a clase dispuestos a hacer nuestra “super” exposición. Como empezar a contar la historia de inicio, iba a ser difícil para todos porque no tenían ni idea, nuestra primera escena era en el aula, las chicas haciendo de alumnas, y yo de profesor, y yo decía que era 23 de Abril y a partir de ahí contábamos lo de las rosas, los libros, dónde se celebraba y entonces a partir de eso, yo me desplazaba hacia un lado para hacer de Narrador y más tarde de Sant Jordi; y las chicas hacían, cada una, otros dos papeles: Laura de Pueblerina y de Princesa; y Meri de Reina y de Dragón. La cosa iba bastante rodada, la gente se estaba riendo, más o menos veía que se estaban enterando, hasta que llego el climax de la historia. Yo tenía que decir “de repente, la princesa se topó con el dragón” y salir corriendo a ponerme mi “increíble” disfraz de Sant Jordi, mientras Meri, ataviada con un jersey verde con la capucha verde hacía de “Dragón” gritando “te voy a comer, te voy a comer” y Laura con una corona en la cabeza, pedía ayuda, y entonces aparecía yo con UNA TAPA DE SARTEN de escudo, UNA OLLA EN LA CABEZA de casco y UN CUCHILLO de espada y gritaba que “soy Sant Jordi, soy caballero” y nos poníamos a “luchar” y yo le “clavaba” la “espada” y ella se tiraba al suelo gritando “ME HAS MATADOOOOO!” En ese momento, todo el mundo se estaba meando de la risa, algunos aplaudieron y todo, y la situación en el escenario era: Meri (dragón) en el suelo meándose de la risa y sacando del bolsillo de la sudadera una rosa; Laura (princesa) meándose de la risa; yo (Sant Jordi) esperando que Laura hablara porque me iba a dar algo. Al final, seguimos con toda normalidad y terminamos con gran estilo. Un éxito de masas. Al menos somos conscientes de que a la gente le gustó, se rieron con nosotros, y puede que nuestras frases no fueran tan curradas como la de otros grupos, pero lo escribimos nosotros y conseguimos que nuestros compañeros nos entendieran. Con respecto a los otros grupos, había 9 más, de los cuales, mis favoritos fueron el grupo de Takuma, las japonesas y las italianas, que decidieron hacer la Cenicienta, representando que Takuma era la Cenicienta y el príncipe una mujer, momentazo cuando se pusieron a bailar el Oppa Gangnam Style en la escena del baile; luego también me gusto mucho la historia de tres chicas ucranianas; y el grupo de los de la Caperucita Roja. El resto, o no me enteré de que iba, o eran un pelmazo; con lo cual, a la espera de la nota, estamos satisfechos con el trabajo realizado.

6.   No sin mi vodka. Me temo que no hay mucho que contaros sobre nuestros rusos favoritos. Estas dos últimas semanas, no he tenido el gusto de ver escenas de pagafantas ni cabreos de niña pequeña mimada. A lo mejor es que ya me he acostumbrado, que yo soy muy mío y puede ser, pero su característica vida amorosa sigue viento en popa a toda vela. Esperemos que el siguiente capítulo tenga más chicha.

7.   Batalla de puntos. En la residencia tenemos una pequeña tienda donde puedes comprar algo de comida y bebida, cosas de higiene y cosas que en según qué situaciones, te puede sacar de un apuro. Dentro de este lugar, puedes pedir que te den una tarjeta en la que, una vez comprado el producto o productos que quieras, te apuntan la misma cantidad de puntos que el precio de lo que compras, os pongo un ejemplo más visual por si no me he explicado bien: si te compras un yogur de 2 yuanes, en la tarjeta te apuntan 2 puntos. FÁCIL. Pues bien, lo que empezó como una curiosidad y una cosa graciosa, se ha convertido en una batalla campal entre los dúos Judit/Ara y Meri/Laura, hasta el punto de que dices, “la primera que me deje un yuan para comprarme un yogur, se lleva mis puntos” y están ellas ahí para YO, YO, YO, YO. Se les está yendo de las manos. Temo que llegue a correr la sangre. Os tendré informados.

8.   ¿Trabajar? Os informo que el martes que viene tenemos una entrevista de trabajo para hacer unas clases de castellano. Todavía no sabemos nada. Sólo sabemos que el precio es de 70 yuanes la hora (casi 9€), que no está nada mal, pero que puedes encontrar trabajos haciendo lo mismo y cobrando mucho más. Pero bueno, en principio está bien y queda cerca. Yo no me fío NADA de los chinos, y todo el mundo que trabaja o ha trabajado y que le he preguntado, siempre me han dicho que te dicen una cosa y luego es otra y que no te fíes de ellos, pero intentaremos preguntar y ver las condiciones que nos ponen. En principio no tenemos que firmar nada, porque este instituto tiene un convenio con nuestra universidad y les estamos “haciendo un favor”, por decirle de alguna manera, así que si al final aceptamos, es una buena experiencia que te llevas para el currículum y un dinerito que puedes gastar en otras cosas y no de tu bolsillo. A ver si tenemos suerte…

9.   Señora, ¿dónde está el paquete? ¿Os acordáis que hace unos dos meses enviamos un correo certificado para la UAB con unos papeles? Pues bien, a día de hoy todavía no ha llegado. Tenía una “corazonada” (de las de verdad, no las de Madrid 2016) de que iba a pasar algo, y así es. En principio tenía que tardar una semana, así que cada semana que pasaba y no llegaba, se afirmaban mis teorías de que A)nos lo habían perdido, B)la mujer nos timó, diciendo que había enviado el paquete, y no lo hizo y se quedó el dinero para su riqueza personal. A mí, si me das a elegir, me quedó con la B. Así que primero fuimos con una chinita que da clases a Judit y Ari a preguntar, y nos dijo que estaba muy ocupada, pero que apuntaría el código del paquete y que volviéramos al día siguiente para saber dónde estaba. Así que volvimos al día siguiente, esta vez, con las chinitas con las que hacemos tándem. Al llegar, nos dijo que tenía una cosa para nosotros. Lo que yo pensé es, “Mira, tiene el paquete de vuelta y tiene que volver a enviarlo”. MEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEC. Nos da un trozo de papel en el que ponía:

TZERSONAL AUTORIZAD

Yo me miré el papel como QUESIGNIFICAESTAMIERDA. Y la tía, más ancha que larga, nos dice que si queremos saber dónde está nuestro paquete que hablemos con esa “persona” que fue el que firmó conforme el paquete está en España y que llegó el 20 de setiembre. YO NO ME LO PODÍA CREER. ¿Realmente me estaba diciendo esa mala bruja que me pusiera en contacto, nada más ni nada menos, que con TZERSONAL AUTORIZAD? LA MADRE QUE LA TRAJO!!! I don’t trust your fucking llama a tzersonal autorizad. Yo, en ese momento, no me lo podía creer. Lo que me costó hacerles entender a las chintas que lo que ponía en el papel no era NADIE, no era una persona, que podía ser uno de la universidad, mi vecina del quinto o un señor con bigote de Roquetes de Mar. Y entonces, la mujer se puso más chula que un ocho y nos dijo que no podía ser, que le habían dicho eso, y que no tenía ningún dato más. Y yo. VAAAAAAAAAAAMOS A VERRRRRRRR!! Me puse de los nervios. Le empecé a decir que no podía ser, que tenía que haber un nombre, un teléfono o una firma. Pero ella, erre que erre, que no. Las chinas se empezaron a poner duras con ella, pero no hubo manera. Hasta que la tía, con toda su guasa, me dice “el paquete ha llegado, a lo mejor lo que ha pasado es que te lo han perdido en España”. PEEEEEEEEEERDOOOOOOOOOOOONAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA. ¿Esa mujer me estaba insinuando que después de cruzar más de 9.000 kilómetros se iba a perder en España cuando tenía un código postal, una ciudad y una dirección clara? VÁYASE USTED A LA MIERDA, SEÑORA, A LA MIERDA. No hubo forma. Así que ahora toca volver a mandar un correo a los de Gestión Académica para volver a preguntarles y si saben quién es TZERSONAL AUTORIZAD, porque AHÍ está clave señores. Os pido vuestra ayuda también, si conocéis o habéis oído hablar de TZERSONAL AUTORIZAD, os ruego que os pongáis en contacto con nosotros y nos facilitéis una forma de rápida de contacto. Muchas gracias por vuestra ayuda.

10.               Los hijos de Mao. Creo que tengo un problema, porque en estas dos semanas, no he visto chinos haciendo cosas raras. Creo que ya estoy tan acostumbrando a sus idas de olla y a las cosas tan raras que hacen, que ya me he vuelto casi inmune. A ver, que están los abuelos que corren de espaldas por la pista de atletismo, los que escupen pollos como piedras, los que se te cuelan a la mínima que te despistas, los locos que nadan en la piscina, los coches siguen circulando por donde les da la real gana, la gente sigue durmiendo en sus puestos de trabajos (porque eso de que los chinos son trabajadores es TODO MENTIRA), los que te saludan sólo por ser extranjero,… No sé, estaré más atento, pero veo cosas que antes veía raras, y ahora las concibo como absolutamente normales diciendo chiiiiinos o Welcome to China.

11.               LISTATOP5 #SOYFAN. Retransmitiendo en directo desde Tianjin, aquí estamos para una nueva semana con las cinco cosas o personas que más se pueden definir como #SOYFAN. ¿Queréis saber quien está en primera posición? No os hago esperar más, ¡Vamos allá!

·        #SOYFAN5. Abriendo la lista esta semana y bajando tres puestos, está la profesora de Ópera de Pekín. Es un encanto, pero tengo que reconocer que su segunda clase, no fue lo divertida que esperaba. Aun así, la tengo gravada en vídeo y cuando tenga ganas de reír, me la pondré para reírme un rato de cómo canta. Dudo mucho que volvamos a vernos en un aula y consecuentemente, salga de la lista la semana que viene, pero queda en este blog y en esta lista plasmada su majaduría. ¡Un placer asistir a su clase, señora!

·        #SOYFAN4. Rozando el pódium y entrando en la lista por primera vez, os presento a la camarera del restaurante Western del 3r piso de la cantina. No es una simple camarera, es LA camarera. Lo digo, porque ya nos saluda, se parte de las paridas que hacemos cuando estamos allí comiendo, además, cuando nos sirve ella, siempre nos lo traen todo bastante rápido, no como otras veces, que siempre a uno de los cinco le tardan 20 minutos en traerle el último plato cuando ya hemos terminado todos. Que muchacha tan maja…

·        #SOYFAN3. Volviendo a la lista y entrando con fuerza, viene el catalán de Judit y Ari. Es una cosa digna de estudio. Dejando de lado lo que les pasa en su día a día (una rompiendo corazones y contestando en catalán a los profesores en chino y la otra comprando medio Decathlon y recibiendo declaraciones de amor de un chino) tengo que decir que me hace especial gracia algunas de sus expresiones. Por el momento el ¡Que cardes! Y el e bo e, los tengo bastante interiorizados, como también la expresión gramatical poc que + (verb que es vulgui uitlitzar) para decir que nada de nada, por ejemplo, poc que m’entero del que diu, poc que sap el que diu. Y ya esta semana, he aprendido otras expresiones como vigorrat/vigorrada, que significa “con muchos colores y llamativo” y luego la palabra estrella es la de ESTROMPASSAR que resulta que significa pasar por encima de algo, “vigila, estrompasssa aquesta merda”. ¡Bienvenidas de nuevo chicas! (si queréis llegar al número uno, el precio son 200 yuanes).

·        #SOYFAN2. Subiendo un puesto, está la señora Caballina, nuestra profesora de Gramática. Está aquí, básicamente por ponernos un examen tremendamente fácil. Consistía, grosso modo, en los mismo ejercicios que habíamos hecho de deberes, y por si ya no fuera más fácil, nos dijo lo que SALÍA y lo que NO. Y ya para colmo y remate, nos ENSEÑÓ el examen. Total, que me hice una buena lista de todo, se lo enseñé a las chinitas y os puedo confirmar que mi nota ha sido de 99,5 sobre 100. NADA MAL, ¿NO? Soy tan feliz, todo es taaaaaaaaaaan perfectooooooooo. Poca broma, que como esta asignatura la convalido por la única asignatura que me queda en la carrera, el 9 y pico que me va a quedar en el expediente va a ser P-R-E-C-I-O-S-O.

·        #SOYFAN1. ¿Y quién lidera la lista esta semana? Pues, nada más ni nada menos, que Takuma otra vez. Este chico siempre te sale por donde menos te lo esperas. Primero, ha sacado un 100 en el examen casi sin estudiar, y sigue haciendo que te rías en clase con las paridas que hace; Segundo, se ha vestido de Cenicienta y se ha puesto a bailar una danza rara en mitad de la exposición con todo su morro; Tercero, se dedica a gastar bromas a todo el mundo; y Cuarto, le queremos como delegado pero tenemos a una usurpadora en el puesto que esperemos que dimita en breve. Y esto es todo en una nueva entrega de ListaTop5 #SOYFAN. Veremos cómo queda la lista en semanas venideras. Un saludo y que sepáis que #SOYFAN de todos los que me leéis. ¡Hasta la semana que viene!

 

Y esto es todo por el momento en villa Tianjin. Espero que hayáis disfrutado de la entrada y que vaya todo bien por allá. Si no muero congelado por el frío (hay predicción de nieve para la semana que viene), intentaré escribir un poco más seguido.

 

Y por cierto, que sepáis que no me dais envidia alguna porque os estéis cebando como cerdos comiendo panellets, castañas, jamón y todas esas cosas tan sumamente ricas que yo no puedo comprar aquí. No os deseo ningún mal, pero tened cuidado al cruzar la calle, los autobuses abundan hoy en día por las ciudades.

 

¡Un saludo muy fuerte!

 

马克儿