jueves, 29 de noviembre de 2012

Mucho arroz, poco jamón


¡Hey, people! Aquí Rrrrrrrrodríguez, pa’ ti. Aquí estamos con una nueva entrada. Antes de nada, perdonad la tardanza y la desconexión. No ha sido ni por el exceso de estudio de chino ni porque no quisiera saber nada de vuestras vidas. Por problemas técnicos ajenos a mi persona, no he podido entrar ni en el blog ni en redes sociales, así que siento mucho esta desinformación con el resto del mundo, pero no hay manera. Hace ya como 2 semanas que estoy intentando subir esta entrada, así que espero que satisfaga vuestras necesidades y ansias.

En este periodo de tiempo han pasado muchas cosas, así que os voy contando:

1.   Una clase de caligrafía. ¿Recordáis las dos clases de Ópera de Pekín de hace un mes? Pues bien, la siguiente clase sobre cultura china trataba sobre la caligrafía china. Yo iba con muchísimas ganas, porque me interesa el tema y porque si se practica, es tremendamente divertido. Todo iba de maravilla: el profesor nada más llegar, nos repartió un pincel, un vaso de agua y un papel sobre el que se podía escribir y se secaba el agua al cabo de un rato. Sin embargo, aquello parecía como un bombón envenenado: bonito por fuera, PODRIDO por dentro. Lo digo porque fue un verdadero, soberano y auténtico C-O-Ñ-A-Z-O. Con todas sus letras y en mayúscula. El profesor llegó, explicó cuatro cosas teóricas absolutamente irrelevantes y luego nos dijo que escribiéramos el carácter (JIA = CASA) en la hoja. Y ahí se terminó la clase, porque nos pasamos más de 40 minutos de reloj escribiendo el maldito carácter en la hoja, mientras el profesor se paseaba por la clase diciendo: “no sólo tenéis que practicar vuestro estilo, también vuestra PACIENCIA”. En fin… Yo  cuando me cansé de escribir lo mismo más de 10 veces, me puse a escribir mi nombre y otras chorradas varias. Una pena que no fuera más divertido o más útil, aunque supongo que después de lo bien que lo pasamos en Ópera de Pekín, iba a ser complicado superarlo.

2.   Cena made in xibanya. El domingo día 4 organizamos una cena española para las chinas de tándem y también para Kiwin, el novio de Laura, que vino de visita durante dos semanas. Los que os estéis imaginando una mesa con paella, tortilla de patatas, jamón y sucedáneos y ensaladas, ¡DE QUE VAAAAAIISSS! Que estamos en China, ¡leñe! Aquí no tenemos de eso (más o menos a un precio asequible). Así que nos tuvimos que conformar con hacer tortillas, comprar un poco de jamón cocido en barra y preparar pan con tomate. Las chinitas de tándem trajeron un plato de costillas en salsa, unos pasteles que eran como madalenas y prepararon un plato típico chino que es tortilla revuelta con tomate y frito en la sartén. Así que más anchos que largos y con miles de platos, nos fuimos para el vestíbulo a cebarnos como cochinos antes de la matanza. A la cena también vino Takuma, nuestro compañero de clase y segundo delegado, porque le habíamos hecho una promesa: si nosotros lo invitábamos a comer comida española, él nos cocinaba comida japonesa otro día. Reímos, jiji jaja, practicamos un poco el chino y pasamos una muy buena noche de domingo, que es de lo que se trataba.

3.   Las contradicciones del señor mingbai. En entradas anteriores ya os he presentado al profesor mingbai, ese que repite “¿lo habéis entendido?” hasta decir basta. Primero, comentaros que la maldición que se cernía sobre los jueves ya se ha extinguido y las clases vuelven a transcurrir sin incidencias; Segundo, ya hemos terminado el libro y estamos a mediados de noviembre, lo cual nos llevaba a dos opciones: empezar el libro número dos, es decir, el que seguía al nuestro; o ver películas. Yo quería empezar el libro, porque se asemeja más al tipo de examen que haremos a final de semestre, pero como en nuestra clase reina la LEY DEL MÍNIMO ESFUERZO, veremos películas. Sin embargo, nuestro querido profesor, como ve que no nos enteramos de nada, se le ha ocurrido la “brillante” idea de volver a hacer el libro y repitiendo el mismo método (completamente inútil) que ha usado hasta ahora, que consiste en escuchar la grabación dos veces, no dejarte ni pensar la respuesta, decirte la solución él, volver a escuchar el audio (enterándote la mitad si llega) y ¡ale! al siguiente. ¡ABSURDO! Otra de las cosas que quiero escribir sobre él no trata sobre sus “ganas” de enseñar a los alumnos, va referido más sobre algunos de sus comentarios y frases que se pueden etiquetar con el nombre de ESTUPIDECES SUPINAS. Entre las más llamativas se encuentran, por ejemplo:

a.   Me podéis preguntar algo si no lo entendéis, no hay problema. ¿Esta palabra la entendéis? (Alumnos) NO. ¡¿CÓMO ES QUE NO LA ENTENDÉIS?!

b.   Que Colón descubriera América no fue para tanto…

c.   Este país (hablaba sobre Albania), sabéis dónde está, ¿no? Italianos, ¿hay algún italiano en la clase? Albania está al lado de Italia, ¿no? O___O

d.   Hay muchos países que son cristianos en el mundo. Creo que en Europa, sólo está Italia, por eso. (Nada, España no tiene nada de tradición católica).

e.   Una pregunta, ¿se puede llegar a Pekín desde Roma en TREN? O____O

f.     ¿Os gustan LOS PUENTES?

Y alguna más que me dejo. A parte eso, lo que más me repatea es que nos intenta vacilar hablando en inglés. Toda palabra que se sabe en inglés la suelta. El problema es que usa en inglés cuando ya lo entendemos perfectamente, por ejemplo dice, 咖啡 (KAFEI = CAFÉ. Si os fijáis suena más o menos igual), y te suelta en inglés COOFFFEEE. Y tú te lo miras como, ¿?¿?¿?¿?¿EN SERIOOOOO?¿?¿?¿¿? Este hombre ha anidado en nuestros corazones, lametablemente.

4.   Una visita al peluquero. Una de las cosas que hice antes de partir hacia Tianjin, fue pasarme por el peluquero a cortarme el pelo. La verdad es que quería alargar el día en el que tenía que ir a cortármelo, porque no me fiaba ni un pelo (¡estoy de un chisposo, hoy!) de un chino con unas tijeras en la mano. Pero llegó un punto en que tenía una mata de pelo bastante considerable, y no tuve más remedio que ir. Le pedí a Gloria (una de las chicas de tándem) que me acompañara por varios motivos: Uno, conocía un sitio que era de “confianza” (aquí el concepto confianza tiene una connotación completamente distinta); Dos, para decirle al peluquero EXACTAMENTE cómo quería que me lo cortaran; y Tres, porque tenía una tarjeta que hacía un 50% de descuento. Cuando entré en la peluquería en cuestión me llevé una sorpresa: pensaba que iba a ser un zulo morroñoso, cutre y lleno de polvo, pero era todo lo contrario, bien decorada, moderna, con buena música de hilo musical e impecablemente limpia. Nada más entrar me cogieron mis efectos personales y me los pusieron en una taquilla (en este punto pensé “¿a qué clase de peluquería pija me ha traído esta muchacha?”) y luego intenté hacerme entender con el que iba a ser mi peluquero ese día. Como no conseguía que me comprendiera, me llevé una foto de carné que me tomé al poco de llegar aquí, se la enseñé y le dije “¿Ves como tengo el pelo en la foto? Pues igual, ¡IGUAL!” Dicho y hecho. Primero, me hizo ponerme una bata de un color grisáceo, que parecía uno de esos señores ricachones bajando a por su desayuno con el periódico debajo de la axila. Segundo, me llevaron a lavarme el pelo. Ya la cosa no empezó con buen pie en esta fase, porque en vez de tener que sentarme en esa silla y apoyar la cabeza en esas tazas blancas que todos tenemos en los baños, me obligaron a tumbarme panza arriba como si estuviera en una tumbona en la playa en pleno verano (¡ojalá!) y el muchacho se puso a lavarme la cabeza. Pero no solo eso, porque de repente se puso a masajearme la cabeza, lo que me relajó muchísimo. Una vez terminado el lavado, me enrolló una toalla verde pistacho alrededor de la cabeza y me paseó por media peluquería hasta hacerme sentar en la silla. En ese momento, me miré al espejo y lo que pensé fue “VAYA OJEEEERRAAAASS QUE ME LLEVAS, MARC”. Una autocritica necesaria. Y entonces empezó a cortar, pero con muy poco brío. Estaba más preocupado de que no me gustara lo que estaba haciendo que iba con miedo. Yo, acostumbrado que estoy a que mi peluquero me corte el pelo a la velocidad de la luz, como si llevara un cortacésped, aquello me estaba irritando. Cortaba un poco y me miraba como “¿OK?” Y yo, “Siiiiiiiiiiiiiii, he venido para que me cortes el pelo, ¿qué parte no has entendido?” Al final me empezó a cortar un poco más, sobre todo las zonas donde me sale más pelo, y al mirarme en el espejo, me gustó lo que vi, y me dejé la parte de arriba un poco más larga. Tampoco es una gran innovación, pero es un poco distinto al peinado que llevo desde 1989. Cuando me levanté de la silla una hora después (al muchacho le costó lo suyo terminar), fuimos a pagar. Yo estaba un poco asustado, porque viendo todas las herramientas que había usado el tío para cortar, el masaje, el lavado y el sitio… Nada más lejos de la realidad. Me iba a costar 20 yuanes, pero con la tarjeta descuento de mi amiga china, me salió cortarme el pelo más lavado y masaje incluido por 10 yuanes (1,25€). ¿Alguien aún está flipando? Porque yo aún no me lo creo…

5.   Qba. El pasado viernes día 16 teníamos una cena de cumpleaños. Fuimos a un restaurante de comida “italiana” (se sobreentiende porque está entre comillas, ¿no?), que no estaba del todo mal y era bastante barato. Tras la cena, decidimos ir a un bar que no estaba muy lejos de allí que se llamaba Qba (como Cuba), en el que ponían música latina. Para ir a este bar, nos montamos en una especie de carrito que hacía de taxi que era muy, muy cutre, pero que nos dio un viaje bastante divertido por las calles de Tianjin. Regateamos un poco el precio e hicimos una carrera con otro carro que llevaba a otro grupo de gente. Al llegar al lugar, lo que pensé fue: “Nos hemos equivocado de sitio, aquí no puede ser”. Resulta que dicho bar se encuentra dentro de uno de los hoteles más pijos, caros, ostentosos y pomposos que hay construidos en Tianjin. Yo me imaginaba el bar cutre, guarro, pequeño y sucio. Ni por asomo. Se respiraba una pijería que echaba para atrás. ¿Cuál es el gancho del sitio? Los viernes las chicas tienen mojitos gratis hasta la 1 (Marc, ¡jódete!). Así pasó que cuando ellas pidieron sus mojitos, el camarero me trajo uno a mí con la cuenta (45 yuanes =  casi 6€) y yo le dije que “y una mierda pa’ tu boca, nene”. Luego nos enteramos de que si querías sentarte en una de las mesas el consumo mínimo era de 280 yuanes (35€) ¿ACASO HEMOS ENTRADO EN PACHA Y YO NO ME HE ENTERADO? La música estaba bien a ratos, porque mezclaban la música en directo de un grupo, en el que la cantante se inventaba las letras y las erres las marcaba mucho (Danza Kudurrrrrrro), pero la música del DJ era bastante buena: Reggeaton, música latina, alguna que otra rumba, la bomba... Sólo faltó el Aserejé y Rayos de Sol y la noche hubiera sido perfecta.

6.   El perdón del emperador. Hace unos dos meses, un chico y una chica rusos de nuestra clase nos invitaron a cenar comida tradicional rusa. Su intención era embriagarnos con vodka, pero nosotros nos negamos rotundamente. Después de la cena nuestra relación se enfrió hasta el punto de que casi ni nos saludaba. A ver, si una te dice que cuando bebe tiene tendencias asesinas, y el otro te cuenta que quiere ser ministro de asuntos exteriores para reconquistar la antigua URSS, pues que queréis que os diga… ¿ME APORTA ALGO A MI VIDA? NOOOOOO. No queríamos beber vodka hasta morir, ¡NO, GRACIAS! Sin embargo, todo cambió cuando un día que estábamos de fiesta, el chico ruso, Alexei es su nombre, se nos fue acercando a cada uno de nosotros cinco, uno a uno, para decirnos que “perdón por si había sido muy directo con lo del vodka” y que “había notado que desde aquella cena que habíamos dejado de hablar” (¡BRAVO, BRAVO Y MIL VECES MÁS BRAVO POR TU RAPIDEZ POR DESCUBRIR QUE PASAMOS DE TI). A mí me extrañó muchísimo que nos hablara, hasta que lo vi botella en mano, bailoteando y de cháchara con todo el mundo. Luego se dedicó a perseguir a Ari por todo el bar para que le enseñara a bailar y hubo un momento que se nos acercó a la mesa en la que estábamos y nos dijo “venga, ¡todos a bailar!”, y se giró haciendo unos aspavientos con los brazos como si estuviera bailando un fandango. ¡P-Á-T-E-T-I-C-O!

7.   No sin mi vodka. ¿Tenéis interés por saber las nuevas peripecias de nuestros dos rusos favoritos? ¡Vamos a ello! Para empezar, en este periodo de tiempo a Dimitri le ha dado tiempo de ponerse malo dos veces. No tenía bastante con una. La primera vez, coincidió con el primer día que encendieron la calefacción en las habitaciones. Os cuento. Se suponía que la encendían el 15 de noviembre, pero hacía tanto frío a principios de noviembre por las calles de Tianjin que se vieron obligados a enchufarla antes. ¡Menos mal! Pues bien, teniendo en cuenta que Dimitri ya se puso enfermo el lunes a media tarde y ya ese día encendió la calefacción a 25 grados, súmale que al día siguiente no fue a clase, porque le dije que se levantara que llegaba tarde y lo único que me dijo fue “nooooooooooo, ganmaoooooooooo” (感冒 = GANMAO = RESFRIADO), y no salió en todo el día con la calefacción encendida, os podéis imaginar que mi habitación era un foco de virus, infecciones y microbios. Lo notaba en el ambiente. Me tuve que pasar el día fuera para no contagiarme con los viruze. El otro día que se puso enfermo, fue hace justo una semana, que entré a la habitación y me encontré 4 cajas de medicamentos encima de la mesa y él en la cama tosiendo y estornudando. Algunos pensaréis cómo puede ser que un ruso se resfríe tan fácilmente. La respuesta es sencilla: va por la habitación sin camiseta. Es más, estaba enfermo, y caminaba por el cuarto sin camiseta, y yo con la ventada abierta para ventilar la habitación. MUY INTELIGENTE POR SU PARTE. Además de esto, la Siesa se ha vuelto a teñir el pelo. Cuando llegó lo tenía rubio, al mes y medio se lo tiñó a castaño, y ahora lo tiene oscuro (no entiendo de tonalidades capilares). Sabéis qué ruso la ayudó a ponerle el tinte, ¿no? Al menos esta vez tuvo la DECENCIA de hacerlo todo en SU LAVABO. Aún así, traigo malas noticias, porque me temo que su vida va a dejar de aparecer por aquí. ME ESTÁ ABANDONANDO. Ha llegado a mis oídos (no es que a mí me interese el tema, simplemente me  lo contaron el otro día) que ella ha tenido una fuerte pelea con su compañera de habitación y la cosa ha llegado hasta el punto que ella se ha cambiado de habitación, por lo que está durmiendo sola. Lo cual quiere decir, que Dimitri se va a dormir con ella mientras ella no tiene compañera. El lunes entró en la habitación sobre las 22.30 y yo pensé: “ah mira, hoy duerme aquí”, porque ya llevaba 3 días sin dormir en la habitación. Sin embargo, me saludó, se metió en el baño, y salió con todas sus cosas de aseo personal. LO CUAL QUIERE DECIR, que tengo, prácticamente, toda la habitación para MI SOLITO. ¡Yuhuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu! No me quiero hacer muchas ilusiones, pero ahora mismo estoy MÁS FELIZ QUE UNA PERDIZ.

8.     ¡ACCIÓN! El miércoles pasado, sobre las 12, quedamos en recepción para ir al centro, porque las chicas querían ir a ver la última peli de la saga CrepúsculoPUAJ!). Yo no estaba nada convencido, pero acepté ir si me dejaban ir a ver otra película. Judit, Takuma y yo (que no nos gusta la saga) decidimos ir a ver otra cosa. Ya la salida fue algo accidentada, porque vimos un autobús llegar y nos quedamos algo inquietos. En la puerta de la residencia había un cartel que ponía “BIENVENIDOS DELEGACIÓN ESPAÑOLA”, así que intuimos que eran ellos. Y así fue. Salieron y se pusieron a decir “¡MIRA, MIRA, MIRA!”, Haciendo fotos y gritando. Muy español todo. Cuando nos vieron, se emocionaron, y empezaron “¿Son españoles?, ¡¡SON ESPAÑOLES!! Claro, ¿no veis la cara de españoles que tienen?” Yo pensando “claro, tengo una pinta de español con estos ojos azules que Dios me ha dado…” y entonces empezaron a atosigarnos a preguntas: “¿Cuánto tiempo lleváis aquí? ¿Habéis aprendido mucho desde que estáis aquí?  ¿Hasta cuándo estáis aquí?”. Aquello parecía una rueda de prensa, porque también se pusieron a hacernos fotos. Al final, nos enteramos de que eran un grupo de profesores que habían venido a una serie de conferencias para comparar el sistema educativo chino y el español. Siendo uno de los primeros países en fracaso escolar de Europa y se quieren fijar en cómo educamos a los chavales… ¡EN FIN! Siguiendo con la película, cuando llegamos al cine en cuestión, primero vimos que no estaba en pantalla, y luego vimos que la estrenaban el viernes próximo, pero no estrenaba la nueva, sino la 1ª parte. ¡VIVA LA RAPIDEZ CON LA QUE LLEGAN LAS PELÍCULAS! Nos quedamos extrañados, porque en Internet ponía que allí estaba en cartelera, pero ni rastro. Por lo tanto, decidimos ir a comer a un sitio de curri que estaba por allí cerca. Al terminar la comida, Joana, una de las portuguesas dijo “Mira, es Mila Jovovich, debe de ser la última parte de la saga Resident Evil”. Al final me convencieron para entrar a verla, y entonces nos sentamos a media sala (la sala era enana, así que tampoco había mucho donde elegir). La película era en versión original con subtítulos en chino. Y EMPIEZA LA PELI. De repente sale Mila Jovovich en una cama con un tío (¿eing?), luego sale ella trabajando en un colegio (¿eeing?), luego sale ella de fiesta con unas amigas (¿Eing?), y cuando ella ve a un tío asesinando a una chica, ella echa a correr y el aseisno la empieza a perseguir, (¿¿EEEEEINNNGG??) entonces ya nos dimos todos cuenta de que aquello no era Resident Evil. La peli estuvo bien, al menos estuvo interesante, menos un momento muy PASTEL que se enamora de un policía así muy RANDOM, lo demás bien. Luego descubrimos que la película era “Faces in the Dark”, por si a alguien le interesa. Un buen rato, pese al chasco de no ser la peli que esperábamos, pero bueno, una experiencia que repetiremos otro día, pero no para ver Crepúsculo, ya os lo aseguro.

9.   I’m addicted to Brisca. Hace un mes o así, que se nos ocurrió empezar a jugar a la brisca. Ese juego tan clásico y tan castizo en el que cada jugador tiene 3 cartas y hay un palo que es más fuerte que el resto. Al principio empezó como una distracción más y como una forma de pasar un buen rato. Sin embargo, se nos ha ido de las manos, y lo digo en serio, TENEMOS UN PROBLEMA GRAVE. Tan sumamente grave como, por poneros un ejemplo, proponer hacer un torneo por parejas, o también para pasarse un sábado jugando de 13:30 a 17:00, jugar después mientras cenamos, y luego jugar desde las 22:00 hasta las 02:30 de la mañana, ¡SIN PARAR! Y todo con piques, insultos, disputas y gritos. Nuestro nivel de adicción es tal, que ya todo el mundo que nos ve es “hola, ¿otra vez jugando a la brisca esa?”. Por suerte, hemos arrastrado a más gente y no nos sentimos tan mal. La cosa va para largo, porque las partidas ocurren a diario. Veremos si no nos acabamos matando un día…

10.               F R I O. Os confirmo que ya tengo todas las compras de ropa de invierno hechas. Creo que estoy bien equipado para no morir congelado. Ahora mismo las temperaturas han caído unos 5 o 6 grados con respecto a hace un mes, y la cosa ya empieza a ir en serio. Llevábamos un par de semanas con previsión de nieve, pero este sábado también hay previsión y tiene pinta que esta vez es la definitiva y nos van a caer unos cuantos centímetros de nieve. Lo peor que te puede pasar aquí, en realidad, es que sople el viento, porque es de ese tipo que notas como si te cortara la cara. Ya me veo este domingo haciendo guerra de bolas delante de la residencia…

11.               Señora, ¿dónde está el paquete? ENCONTRADO. En la entrada anterior os conté que la señora de correos no sabía nada de nuestros papeles y nos insistió que los tenía el señor TZERSONAL AUTORIZAD y creímos que no lo había enviado, quedándose el dinero y timándonos en la cara. Pues bien, yo conté todo esto a los de Gestión Académica de mi facultad, para ver si podían investigar un poco, porque parecía de verdad que estaba en España. Pues bien, un día abro mi correo electrónico y me encuentro un mail en el que pone literalmente:

Marc,

Misteri resolt. Ha estat error meu. Els vam rebre i els vaig arxivar correctament. El què passa és que em va quedar l'e-mail pendent de contestar i vaig donar per fet que no els havíem rebut.

Disculpa les molèsties. Em sap greu.

Cordialment,

         Estuve durante 2 minutos con esta cara O_______O. En serio, EN SERIO, ¿?¿?¿?¿¿?¡¡¡¡ EN SERIOOOOO!!!!!¿?¿?¿?¿ Lamentable lo de esta gente…Me queda una cosa por hacer antes de zanjar este tema: pedirle perdón desde aquí a la señora de correos por los improperios que le he dedicado. No era yo, era la ira. La semana pasada tuvimos que volver a ver (nos llegaron  los papeles para ejercer el voto por correo) y nos atendió muy majamente. Entono el mea culpa y lo siento, de corazón.

12.               Lunes deportivos. La oficina de intercambios ha organizado los lunes, de 15:30 a 17:00 de la tarde, actividades deportivas dirigidas a todos los estudiantes internacionales. Empezamos el día 19 de noviembre, y son 5 lunes consecutivos hasta que llegamos al 17 de diciembre. Podemos elegir entre 5 disciplinas: bádminton, ping-pong, jianzi (indiaca en castellano, esa cosa que empezamos a  jugar hace un mes o así, que consiste en dar patadas a una cosa con plumas), billar y taichí. De momento, hemos hecho bádminton y ping-pong, pero la semana que viene toca repetir bádminton (¡mola un huevo!) y la otra ya veremos, porque la última queremos hacer taichí, que ya estoy viendo que va a ser un partimiento, porque ya a veces veo a algunos ancianos haciendo aspavientos en el campo de ejercicios y me parto en su cara con los gestos que hacen.

13.               Competición de cantantes. El pasado viernes, a eso de las 6:30 de la tarde, había una competición de canto para estudiantes internacionales. El jueves había la de chinos, pero a eso no fuimos. Fuimos allí a hacer el cotilla, BÁSICAMENTE, porque lo que es interés por ver si cantaban bien o no, no teníamos lo más mínimo. En dicha competición iban a participar 9 aspirantes (7 solistas y 2 parejas). Nosotros pensábamos que iba a ser que cado uno iba a cantar una canción, a echar unas risas, y todos para casa. MEEEEEEEEEEEC. Se les fue la pinza, porque había presentadores que iban de humoristas, cantaban todos tres canciones (2 individuales y 1 en grupo) e incluso, por haber, había hasta ¡JURADO! Hace falta… Los cantantes, por su parte, a cada cual peor. A ver, yo tampoco puedo hablar de mis cualidades vocales, pero lo sé, y si canto lo hago en mi intimidad para que nadie pueda escucharme, pero si no canto bien no voy a salir al escenario de un auditorio para que más de 150 personas me vean pegando berridos a un micrófono. De los que había que lo hacían más o menos bien, uno se pensaba que era Bustamante y cantaba agudos que eran gallos; luego una ucraniana que cantó muy bien la primera, pero luego destrozó las otras dos, otro que cuando cantaba bajo bien, pero cuando subía gritaba; y luego había una chica que tocaba la guitarra que no lo hacía del todo mal (fue la que acabó ganando). Sin embargo, la que más llamó nuestra atención, por todos los motivos equivocados, fue una chica asiática (no sé de donde exactamente) que se creía la mejor popstar del concurso, pero que era mala, mala, mala. Su primera canción se llamaba “One night in Beijing” y ya desde que empezó, aquello era un desastre, porque iba haciendo unas cosas con la voz, que a mí me dejaron sordo y todo el mundo se tenía que tapar los oídos. Y la cosa no fue mucho mejor en la siguiente ronda, porque después salió a cantar “It’s my life” de Bon Jovi y para que os hagáis una idea de lo mala que era, cantaba con un chico, pues cantaba ella mejor los GRAVES que él. En aquella actuación a mí casi me da un soponcio, porque no podía parar de llorar de la risa. Y ya cuando no podía ir a peor, la chica me sale a cantar “Rolling in the Deep”. NOOOOOOOOOOOOOOOOO. No sé qué fue, pero de las 3, fue la que cantó mejor, se entiende “mejor” como un destrozo máximo, pero no fue tan desagradable. Al final salimos de allí antes de que terminara porque nos iban a cerrar el restaurante donde íbamos a cenar, pero nos dijeron que tampoco nos perdimos mucho más. La noche acabó de la mejor manera posible: ver al señor Li Peng (nuestro coordinador) borracho como una cuba por nuestra residencia dando abrazos a todo el mundo y diciendo que nos lo pasáramos bien y que disfrutáramos. Una imagen difícil de olvidar.

14.               Cena made in Japan. Al principio de la entrada os he contado que hicimos una cena made in xibanya, pues bien, a la cena vino Takuma invitado a cambio de que él nos hiciera una cena japonesa. Fue este sábado. Compró todo y quedamos para preparar la cena entre todos. Había que preparar dos cosas: una era como una pancake con apio, bacon, salchichas, fideos y mochi; y la otra, unas bolas hechas de pasta de harina con apio, salchicha y mochi dentro. Lo hicimos poco a poco, es decir, cocinábamos y comíamos al mismo tiempo, porque si esperábamos al final, la mitad de la comida estaría fría. Para hacer la pancake uso una sartén normal y un fogón, pero para hacer las bolas tenía como una parilla de grill que tenía pequeños huecos en forma de huevo y ahí se ponía el líquido para hacer las bolas. Luego, con unos palillos, les daba la vuelta, y metía todo para dentro, para que terminaran cocidas y bien redonditas. Hicimos tres tandas de bolas: las dos primeras las hizo él, la última la hicimos nosotros con un poco de su ayuda. Un estrés intentar darle la vuelta a la maldita bola con los palillos, pero fue tremendamente divertido y salimos de allí rodando, porque además, de postre, hizo más bolas, pero esta vez de chocolate y de mermelada. ¡ÑAM! Nota de idioma: en japonés, “tengo hambre” se pronuncia como “una casita” o algo parecido (comentario chorra que tenía ganas de poner).

15.               Laoshi (老师 = PROFESOR) Rodríguez. Mi último estado de Facebook antes de esta desconexión trisemanal fue que había encontrado un trabajo como profesor de español en un instituto a unos 10 minutos andando de mi universidad. Os cuento un poco más en detalle. Había 4 grupos de niveles distintos a repartir entre 3 (Meri, Laura y yo). Dos clases eran el martes, y las otras dos el viernes, todas con el mismo horario, de 13:30 a 14:15 y de 14:25 a 15:10. Como podéis comprobar son 45 minutos por clase, así que la cantidad de cosas que puedes hacer con ellos es mínima. Si a eso le sumas que tampoco tienen mucho nivel, la verdad es que no mejoraba mucho la cosa. Lo bueno del trabajo es que no necesitamos contrato porque son como unas prácticas, ya que nuestra universidad y el instituto tienen un convenio y les estamos haciendo un favor dando clases de español. Con los 4 grupos a repartir, yo me quedé con los dos del martes, Laura se quedó con el primer grupo del viernes, y Meri con el segundo de los viernes. Los míos son los más pequeños (de 12 a 14 años) y los que llevaban menos tiempo estudiando castellano (entre 6 y 3 meses). Además de eso no tenemos libro y nos dejaban libertad para hacer la clase de lo que queramos, menos tratar temas de política (¡ya tu sabeh!), Al principio estaba un poco desorientado, sobre todo, a la hora de preparar la primera clase, pero lo afronté como un reto. Hasta el momento, contando esta semana, ya he hecho 3 semanas de clase. Os las resumo…

a.   1r DÍA. El primer día, siendo sincero y con el corazón en la mano, fue un DESASTRE TOTAL. Todo me salió al revés. Para empezar, la profesora que nos hizo la entrevista no podía acompañarme porque le había salido una reunión de última hora, lo cual quería decir que iba a presentarme yo allí sin que los chavales tuvieran ni la más remota idea de quién era; después, cuando llegué a la primera clase, se quedaron todos mirándome con cara de paisaje y sorprendidos y en mi cabeza pensé: “te has equivocado de clase, porque te miran como si fueras E.T.”, así que pregunté: “Hola, ¿sois estudiantes de español?” Y todos, mirándose entre ellos y diciendo ¿EEEEEING?; cuando ya nada podía salir peor, había algo que me podía pasar, me di cuenta que no podía usar el Power Point en ninguna de las dos clases (cada grupo tiene un aula distinta) porque ambos ordenadores estaban cerrados con llave y no podía usarlos, por lo que tuve que medio improvisar una clase totalmente RANDOM a alumnos chinos casi sin nivel de español, intentando recordar lo que había escrito en el Power Point; y para colmo y remate, no me supe imponer, sobre todo, porque algunos alumnos del primer grupo (los del segundo grupo son super yuppies y aunque no se empanan de nada de lo que les digo, al menos me escuchan en silencio), ni me escuchaban y estaban muy desperdigados por la clase. Todo lo que intentaba hacer con ellos fue un caos y me superó la situación. Por suerte, con el segundo grupo, pude reponerme y con la experiencia del primer grupo, ya estaba un poco más seguro. Salí del instituto un poco CHOF, pero me duró 5 minutos, porque cuando iba andando por la calle de vuelta a casa ya estaba pensando en qué iba a hacer la semana siguiente para que no me pasara lo mismo.

b.   2º DÍA. Tras el varapalo del primer día, iba con ganas de hacerlo mil veces mejor. Además, la profesora me iba a acompañar y me había asegurado que podría usar el ordenador. Ese día tenía una cosa a mi favor: ya los conocía y sabía más o menos qué podía hacer con ellos. La cosa cambió muchísimo con los dos grupos. Todo para mejor. Pude hacer todo lo que había preparado y cuando termine ambas clases, sentí que había servido para algo. Tampoco es que hiciera tanto (rutinas y horas para el primer grupo; colores, días de la semana y meses del año con los yuppies), pero mi sensación fue muy buena. El único momento RARO del día, fue cuando al acabar la segunda clase, con los yuppies, la profesora se me acerca para hacerme una pregunto, y cuando acabo, me encuentro a una de las alumnas que me dice: ¡PROFESOR! Y me la encuentro, a la tía loca, con un móvil dispuesta a hacerme una foto. Mi cara era de WHATTHEHELLISGOINGON! Pero no fue la única, porque después vinieron 2 más. Y yo, cogí mis cosas y rápido que me fui para evitar más fotos.

c.   3r DÍA. Este martes tenía en mente hacer los números hasta el 100, familia y profesiones (grupo 1); y números hasta el 30, aficiones y repasar colores, formas de presentarse, meses del año y días de la semana (grupo 2). Ambas clases fueron muy bien. Me noté más seguro a la hora de organizar la clase y dar las explicaciones, pese a que los yuppies no se acuerden de nada de nada de lo que hemos hecho en dos semanas. Sólo hubo un momento muy, muy RARO. Pasó con el grupo 1. Faltaban unos 15 minutos de clase o así, y yo estaba preguntando a los alumnos cosas para conocer su familia, y de repente, uno que se llama FERNANDO (que es el que más la lía), se levanta y me da un post-it, en el que ponía “Nos puedes explicar “las 12 uvas”. Y yo alucinando. Así que dije: “¿lo de las 12 uvas? ¿El 31 de diciembre?” y todos me miraron como NO NOS ENTERAMOS. Yo pensando “si no entendéis “sobrino”, ¿cómo queréis que os cuente lo de las 12 uvas almas de cántaro?”. Mi reacción en ese momento, fue decirle que ahora estaba dando clase y que cuando acabara, se lo explicaría. En ese momento, me fui para un lateral de la clase, él estaba en el centro, y pregunté a una chica algo, de repente, veo que se levanta la profesora (que también había venido) y le da un tortazo en la espalda y le hace un gesto para que saliera de la clase. Yo disimulé e hice como que no lo había visto para que los otros no se me despistaran y seguí la clase como si no hubiera pasado nada. Ya no volvió a entrar hasta que terminé. Cuando acabé la segunda clase le pregunté qué había pasado, y la profesora me contestó: “Dice muchas malas palabras, así que lo he sacado, y lo he llevado a que lo EDUQUEN”. En este país es mejor vivir en la ignorancia, así que no quiero saber a qué se refería con eso.

Y esto es todo por el momento en estas 3 semanas de trabajo. Como apunte gracioso, por lo menos tienen nombres españoles, como JOSÉ, LUÍS, PEPE, ANTONIO (me falta un MANOLO para completar la colección) y un chico que se llama SOR (O__O) y las chicas tampoco se quedan cortas con nombres tales como MÓNICA, ANA, LUISA, ELISA, GLORIA (normales), aunque hay otros que tienen tela marinera, como HELENSA, FLORA, LLUVIA o ERRAZA, aunque los que se llevan la palma, son el nombre de dos chicas que tiene Laura, que son, nada más ni nada menos que REMINIA y VESEAÑA. Por cierto, mi sueldo es de 70 yuanes (8,75€) por 45 minutos de clase. No está del todo mal, podríamos cobrar más, pero tampoco vamos a pedir mucho más, sobre todo teniendo en cuenta que es un convenio y se supone que estamos haciendo prácticas. Una cosa más para el currículum. La semana que viene tenemos un mini-examen para evaluar lo que han aprendido hasta ahora ¡YA VES TÚ! Os mantendré informados… 

16.               LISTA #SOYFAN. Y cerrando esta entrada de hoy, tenemos ¡cómo no! Vuestra lista favorita, HA VUELTO, sí, es la lista donde se encuentran las cinco personas o cosas que merecen un tuit acompañados del hashtag #Soyfan. Tengo que decir que la lista ha ido cambiando según los días y según las semanas, pero aquí la tenéis completamente actualizada. ¡Allá vamos!

a.   #SOYFAN5. Abriendo la lista esta semana, volviendo a entrar en lista después de un tiempo y antiguo número uno, nuestro profesor de Comprensión Lectora. Este señor simplemente me encanta. No sé si es porque me entero de lo que dice, si me gusta la asignatura o qué, pero son las tres únicas horas de la semana que no se me hacen eternas. Alguna vez se enrolla como una persiana, pero siempre explica cosas interesantes y se le ve muy buena persona. Su gran comentario fue el de, “examen, ¿qué examen? CADA DÍA ES UN EXAMEN”. Olé tú.

b.   #SOYFAN4. Entrando en lista por primera vez tenemos a un señor muy peculiar que trabaja en el segundo piso de la cantina. Es el señor de las dos escobas. Este personaje tan peculiar se dedica a ir por el comedor del segundo piso (es enorme por si os interesa saberlo) con dos escobas en la mano, y lo que hace es recoger todo lo que ensucias o no se puede lavar (servilletas, palillos, plásticos, bolsas) lo tira todo AL SUELO, y después lo va barriendo todo con sus dos escobas. ¡ASQUEROSO, SÍ! Pero siempre nos reímos cuando nos viene, y él siempre que nos ve riendo, se ríe también. Tenía que ponerlo en esta lista, porque aunque sea antihigiénico, repugnante, vomitivo y deplorable lo que hace, siempre que lo veo venir ya me da la risa.

c.   #SOYFAN3. Esta semana, con la medalla de bronce colgada en el cuello no puedo no incluir a mis DRAMA QUEENS favoritas que son Meri i Judit. Las adoro. Esos momentos en los hacen una montaña de un granito de arena. Meri sobre todo con la brisca, (hemos tenido situaciones en las que nos hemos pasado minutos y minutos sin jugar porque no quería tirar una triste “J” que son 2 puntos), y Judit a la hora de contar sus peripecias. Estas situaciones se dan muy de vez en cuando, así que poco les falta para ir para arriba.

d.   #SOYFAN4. Repitiendo en el dos y manteniéndose en la lista nos encontramos con nuestra profesora de Gramática, Malaoshi. Esta mujer es un encanto, pero tiene sus días. Lo que sí tiene, es que cada día malgasta entre unos 5 y 10 minutos de clase en alguna estupidez, como preguntar si tenemos novio/novia, si nos gusta cómo enseña la clase, para preguntarnos cómo se dice una palabra en ingles, para saber si fumamos o no, para saber qué día es mejor para casarse en nuestro país, para ver fotos de nuestros familiares o para asegurarse de que se sabe nuestros nombres para después acabar gritando “Me los sé todos, ¡me pongo un 10!”. Hubo un momento muy bueno la semana pasada. Tiene bastante cruzado a Alexsei, el ruso que le dio por bailar fandangos el otro día y que quiere reconquistar la URSS, le dijo si había preparado el texto y este le dijo que “no”. A los 5 minutos le pregunta si puede leer, y le dice el ruso que no porque no lo ha preparado. Termina el primero de leer y le dice, “¿Qué significa esto?” y el ruso ya cabreado le suelta: PROFESORA, ¡¡YA LE HE DICHO QUE NO HE PREPARADO EL TEXTO!! Otra de las anécdotas fue el lunes, cuando le dio por preguntarnos cuántos idiomas hablamos. Le dio por contarnos que está aprendiendo inglés, pero que no se entera de nada, entonces le pregunta a un japonés qué tal su pronunciación, a lo que el muchacho le responde “más o menos” y ella se empieza a reír y a meter la cabeza encima del libro y cuando para de reír le responde “¡pues mañana tu pronunciación también va a estar más o menos!”. Quiero hacerme una foto con esta mujer antes de volver a casa.

e.   #SOYFAN5. Y volviendo al número 1 una semana más, nos encontramos con el simpático japonés Takuma. Siempre lo incluyo aquí por muchos motivos, pero hoy está aquí por dos motivos: uno, por la cena del sábado pasada que estaba riquísima; y el otro, porque hace un par de sábados se nos presentó a la 1 de la mañana cuando estábamos dándole a la brisca (para variar) borracho como una cuba y encima partiéndose porque tenía un partido de bádminton al día siguiente a las 7 de la mañana. No sé si fue más bueno, que casi se cayera al suelo y dijera cosas sin sentido, o que se pusiera bien al lado de Ari a hacerle preguntas y a arrimarse cada vez más (os recuerdo que tenemos la intención de emparejarlos pero nadie de los dos da el paso pese a que ya han ido a cenar los dos juntos por temas de apuestas por jugar a la brisca y se fueron a comprar las cosas de la cena japonesa). En definitiva, un primer puesto que lo tiene bien atado, pero que puede perder viendo la competición que tiene detrás. Veremos si en la próxima entrega hay cambios importantes y si tenemos nuevas incorporaciones. ¡Os espero en la siguiente LISTA#SOYFAN!

 

Y esto es todo por el momento. Os informo que ya han transcurrido 3 meses de nuestra llegada por allá un 28 de agosto. Espero no morir congelado y tengo los dedos cruzados para poder seguir subiendo entradas más adelante.

 

¡Muchas gracias por las visitas!

 

Un saludo muy fuerte.

 

马克儿

 

 

 

  

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