Ya ha pasado la primera semana.
Parece mentira. La sensación que tengo es bastante extraña: por un lado, parece
que hay pasado más tiempo, como 2 o 3 semanas, pero por otro lado, el tiempo va
tremendamente despacio. Es un sentimiento un poco bipolar, pero nada grave, o
eso creo yo. Estos días han pasado algunas cosas que me gustaría compartir por
aquí.
1. Volver
a empezar otra vez. No encuentro un
título mejor. Aquella canción tan repetitiva y tediosa que ponían en un anuncio
para recordar a padres e hijos que volvían las clases. ¡Qué sensación! Era un
poco como cuando eras pequeño y sí tenías ganas de volver a comenzar. Con
ganas, pero asustado porque no sabes con lo que te vas a encontrar. A día de
hoy, confirmo que me quedo en el intermedio 2, primero porque creo que es “mi
grupo”, y segundo, porque ya me he comprado los libros y creo que no me dejan
devolverlos. Así que alea iacta est. En
cuanto a las asignaturas y a los profesores, al final, “Chinese conversation” consistw en ir repitiendo frases y decir frases en voz alta de estructuras gramaticales,
por lo tanto, mejor de lo pensado;
“Extensive Reading”, mi profesor es el mismo
que me hizo la segunda entrevista y habla despacio, así que se le entiende
bastante bien, por lo tanto, aceptable; sin embargo, en “Intensive Reading”
tenemos una señora, que pese a ser entrañable a más no poder (tanto como para
levantarse de la silla y darle un abrazo y un buen beso de yaya en la mejilla),
no se le entiende ni jota. Pero ni por
asomo, ni por iluminación divina. Es una cosa horrible. Entiendo frases
sueltas, palabras, algún que otro carácter, pero lo que es la idea general de
su discurso o explicación, NADA. Ni papa. Lo único que me consuela es que el
100% de la clase está igual, porque hay un chico que es americano, pero cuyos
padres son chinos y tampoco se entera, así que de momento, MUERTE CONJUNTA EN
LA CLASE M906. Aún así, este semestre se avecina duro, en cuanto al trabajo y
al ritmo de deberes y clases. Creo yo que vamos a recibir más palos que un
manifestante del 15-M. Pero para eso estamos aquí, para sobrevivir en el
intento. Seguiremos informando…
Nuestro pan de cada día. |
2. Móvil. La semana pasada comenté por aquí que íbamos detrás de
un móvil chino. Pues bien, ya está casi hecho. El lunes, una china que
conocimos en la cena del coreano, nos acompañó a la tienda (porque resulta que
necesitas un chino para comprarte el número de móvil, para que sea como tu
“garantía”, es decir, que si no pagas tú, paga ella), y nada más entrar nos
preguntó qué número queríamos. En ese momento, pensé que podías inventártelo,
pero nada más lejos de la realidad. Tenían en la tienda una pizarra con los
números que tenían disponibles, y tenías que elegir el que te gustara más o el
que te transmitía más “confianza”. El siguiente paso era elegir la tarifa, que
al final era por poco más de 2€ al mes, incluía 100 sms y 30 min de llamadas,
más conexión a internet y conexión a un periódico chino (Movistar, ¡aprende!).
Ahora queda pendiente el tema móvil. Aquí en China, para tener móvil tienes que
comprar el móvil, la tarifa y el número, cada cosa por separado, no hacen packs. Cada cosa va por su lado. Del
tema aparato móvil, una chica que estaba aquí el año pasado me ha dejado un LG
muy sencillo que le dio una compañera coreana, pero tiene una pega: no tiene
cargador. Así que, o una de dos, o le pido a alguien que tenga LG que me deje
el cargador, o me busco un cargador parecido que alguien tenga por ahí de otro
aparato, o bien, voy a la tienda a comprarme uno. Yo opto por la opción uno.
¿Votos a favor?
3. El
super. De forma general, una persona
decide ir al supermercado a hacer la compra, y como mucho, si también hay
centro comercial, a darse una vuelta por las tiendas. Pues bien, nosotros aquí,
desde que llegamos, parece que vamos a los supermercados a pasar la tarde y a
cotillear lo que hay en las estanterías.
Un ejemplo para que lo entendáis,
pasarnos una tarde entera en el Carrefour dando vueltas y mirando lo que había,
para al final, solo comprar pinchitos, rollos de papel de cocina y un poco de
pan. Además de estos “paseos vespertinos” por los supermercados, también me
gustaría comentar un poco cómo son aquí los supermercados. En primer lugar, son
gigantes, excluyendo todos los pequeños colmados en los que venden 4 cosas, la
mayoría tienen 2 plantas: una propiamente de comida y bebida; y la otra, es de
tecnología, higiene, limpieza, ropa y material. Dejando de lado la cantidad de
cosas “inútiles” o “tremendamente chorras” que venden, tengo que decir que la
primera vez que entras en un supermercado chino, se te salen los ojos de las
órbitas.
Si a eso se le suma, que cuando quieres comprar algo, lo coges, lees
la etiqueta y te quedas igual, la cosa es aún más divertida. Como experiencias
curiosas que hemos tenido en el super, os puedo contar, por ejemplo, que aquí se
destila mucho lo grande (como sacos de 5 kilos de arroz) y también lo de “a
granel”, sobre todo los dulces, las legumbres, la fruta y las verduras, pero no
es lo único. Ni mucho menos. Aquí a granel también se puede comprar carne, como
por ejemplo, muslos o alitas de pollo. Te encuentras un cajón enorme con los
muslos y las alitas, ahí al aire libre, y la gente cogiendo y dejado a su
antojo (este sí, este no, fuera, esté tampoco, este sí, a ver si este está
blandito, etc.). Sí, yo también pensé lo mismo: ¡qué puto asco! Laura casi se
desmaya y sólo de pensarlo, se le revuelve el estómago. Y más cosas raras,
vimos una especie de pollo de color negro (¿qué era eso? Ni pajolera idea);
también vimos que tenían las gambas (casi todas muertas, pero algunas por allí
nadando) en una piscina de estas que pones en el jardín de tu casa y la gente las
cogía con una especie de red; también tienen peceras pequeñas con peces para
que te los maten allí mismo.
Vimos una pecera en la que había una manada de
peces y uno muerto por allí flotando y los otros peces esquivándolos (escena
muy sádica, por cierto). Y en cuanto al resto de productos, pues en general,
son más baratos, pero hay algunas cosas como la leche, que incluso es un poco
más cara. Y hablando de leche, aquí la venden en cartón, en botella, en sobre,
en todos los tamaños y colores, lo digo porque hasta he visto un paquete que decía
que había dentro leche NEGRA. No quiero ni verlo, ni mucho menos probarlo. Y
productos muy raros, como oreos de sabores (menta, vainilla, mitad naranja
mitad limón, mitad arándano mitad frambuesa), galletas rellenas de chocolate
que no saben a NADA, madalenas que huelen tan mal que sólo puedes tirarlas a la
basura, fruta metida entre una especie de gelatina (¡vomitivo!), batidos de sabores
que saben raro y que tienen como gelatina dentro, zumos de naranja que parecen
fanta, kiwis duros como ladrillos, pepinos del tamaño de un balón de playa,
melones que parecen cohetes… En fin, una colección de productos que apetece más
meter la mano en la piscina de las gambas que comérselos, y lo que nos queda
por descubrir, porque aquí hay comida para parar un tren. Y por lo que respecta
a los productos ESPAÑOLES, pues hay poca cosa, pero te hace gracia.
Hemos
visto, por ejemplo, pan bimbo, aceite y pastas gallo, pero son un poco más
caros, sobre todo el aceite, pero bueno, mejor ese aceite que no una especie de
agua amarilla que te venden que eso, como mucho, puede servir para arrancar una
vespa. Nuevas aventuras sobre los supermercados, en breve.
Un Carrefour o 家乐福 (JIA LE FU) |
Don Quijote de ja Mancha. ¡Olé! |
¡Esta muertooooooo! |
¡Bimbo! |
4. Internet:
el misterio de los cables. Cuando
llegamos aquí, uno de los pocos servicios que te entraba con la habitación era
Internet por cable en la habitación y el wifi en el lobby del vestíbulo. Los primeros días, en la habitación funcionaba
así así, pero abajo funcionaba a las mil maravillas; a los pocos días, se
tornaron las cartas; en la habitación perfecto, y abajo mal. Aquí con el paso
de los días, Internet funciona cada vez peor. Sólo tenemos una antena de
Internet para 5 edificios llenos de gente y las aulas, así que es comprensible
que funcione mal, pero claro, para una cosa que te ofrecen al menos podrían tenerlo
bien. De momento, a ciertas horas por la mañana y a partir de las 12 por la
noche, el wifi funciona más o menos bien, pero en la habitación tiene que
arreglarse de milagro, porque a veces funciona, y a veces no. Es una
desesperación tremenda. ¡Maldita adicción! A veces enchufas el cable al PC y
rezas para que la pantallita no salga con un símbolo de advertencia amarillo.
Sólo espero que de aquí unas semanas, cuando supuestamente se vacíe este
edificio un poco, Internet funcione de forma normal: que funcione, aunque sea
despacio, pero que te deje entrar en las páginas. Me da a mí, que pido
demasiado… Ya veremos.
5. Un
resbalón aceitoso. Esta parte se la
dedico a mi bonita Laura. Los hechos ocurrieron el pasado martes por la noche.
Decidimos comprar patatas y huevos para cenar, para INTENTAR cocinar una
tortilla de patatas, pero cuando llegamos a la residencia, nos dimos cuenta de
que no teníamos ni tapa que abarcara la sartén, ni espátula en condiciones como
para que remover bien la comida, ni siquiera un triste cuchillo en condiciones para cortar las
patatas. “Nada, revuelto de patatas y listo”. Todos estuvimos de acuerdo. Cuando
se terminaron de freír las patatas, pensamos guardar el aceite para poder
usarlo para cocinar otro día, pero como no podíamos meterlo en la botella del
aceite, porque la boquilla era diminuta, pensamos en usar un vaso. Así que
tuve que ir a la habitación, buscar la llave de un armario que nos dejaron unas
compañeras que estuvieron aquí estudiando el año pasado con algunas cosas,
subir 3 pisos, ir hasta la cocina, coger un vaso, lavarlo, bajar tres pisos y,
finalmente, echar el aceite en el vaso. Todo iba bien, hasta que sin querer a Laura se le resbaló el vaso y se le derramó por una buena
parte de la mesa de la habitación. Afortunadamente, todo se
quedó en un susto, porque no cayó nada encima de su ordenador, y simplemente se
mancharon un poco sus libros y una funda. Pero la cosa no acabó ahí. Más tarde, se
me debió de quedar algo de aceite en las manos porque al coger el paquete de
pan, se me cayó al suelo, pero por suerte, estaba bien cerrado; y más adelante,
cuando fuimos a lavar los platos, también estuvo a punto de caerse el fogón al
suelo. Por lo tanto, decidimos irnos a dormir antes de que nos cargáramos o se
nos cayera algo más al suelo.
6. Nueva
gente, nuevo idioma. Sigue llegando
gente y más gente. Yo no sé si vamos a caber aquí… El caso es que como he
conocido a un par de chicas portuguesas muy majas, he decidido ponerme a
aprender un poco de portugués. Sé que algunos pensáis que con lo que voy a
estudiar de chino, ya voy más que servido, pero entre partidas al UNO, comidas,
cenas y ratos de estudio en el lobby, al
final puedo llevarme un idioma extra para casa. Lo bueno es que hay muchas
cosas que son parecidas al castellano o al catalán y eso lo hace más sencillo:
“oh meu diosh”, “amañana” o el ya famosísimo “pourque” (versión Mourinho 2.0).
Luego está el “obrigado” (gracias) y alguna otra palabra más que ahora no recuerdo.
Dadme tiempo y puede que a final de semestre apunte otro idioma para el
curriculum.
Y de momento, esto es todo lo que se
cuece por aquí. Llegarán cosas nuevas en breve, ¡seguro! Por cierto, os
recuerdo que mi compañera Laura tiene un blog en el que va contando su
experiencia a través de sus ojos. Os pongo el enlace para que le echéis un
vistazo: http://desdetianjinconamor.blogspot.com/2012/09/examen-de-nivel-y-primer-dia-de-clase.html?spref=fb (Laura, esta promoción del blog vale por una Qindao J).
Cierro esta entrada con un dicho
chino que he leído hoy en un texto y que me gustaría compartir con vosotros:
笑一笑,十年少
(xiao yi xiao, shi
nian shao)
Lo que viene a
decir, más o menos, que el que ríe continuamente, tiene diez años más de vida.
Ale, a predicar con el ejemplo…
jjajajajaa!!! cada dia que passi doncs viurem més temps!! molaaaa! ;)
ResponderEliminarPer cert, molt bona l'entrada!!! (K)
Mark!!! Estoy en contacto con Quentin Tarantino ya hemos hablado para producir y llevar a la gran pantalla tu aventura en los supermercados chinos... sip yo creo que va a tener escenas como dices tu muy vomitivas jajajajaa dios como me he reído.
ResponderEliminarVinga noi!!! cuidate, un abrazo enorme ^^