martes, 2 de abril de 2013

Un cumpleaños, películas Disney y más de 365 días como bloguero


Muy buenas a tod@s, queridos lectores míos, ¿cómo andamos? Ya sabéis a lo que me refiero con esta pregunta, que cómo estáis, cómo os va la vida, cómo lo lleváis, si aún tenéis casa o el banco ya  os ha desahuciado y os ha enviado a vivir debajo de un puente mientras ellos se van de rositas… Dejando las bromas aparte, vamos con lo acontecido estos últimos días por nuestro querido Tianjin. Sólo espero que al lunático de Kim-Jong-Un, el pirado que tienen de presidente de Corea del Norte, no se le vaya la olla y ponga fin al mundo tal y como lo conocemos ahora.

1.   ¡Niños, a clase! No tengo mucho que contar sobre las clases, la verdad. Son durillas, pero bueno, si las preparamos bien y estamos atentos no son tan duras. Son más útiles que las del semestre pasado, eso seguro, básicamente por el cambio de profesores que ha ido, desde mi punto de vista, a mejor; la dificultad del contenido ha subido un escalón, y el volumen de trabajo ha aumentado exponencialmente, así que tenemos el doble de trabajo, pero también tengo la sensación de que estoy aprendiendo más rápido y tengo mucha más facilidad para resolver los problemas, menos cuando tengo que hacer 20 ejercicios de gramática y la mayoría son de terminar frases con estructuras gramaticales, ahí necesito ayuda de mis queridas chinas de tándem. Los profesores ya nos tienen fichados, incluso la de Gramática, que en la entrada anterior os comenté que nos ignoraba, pero eso se terminó al día siguiente de publicar la entrada, ya que ya nos empezó a preguntar cosas y ahora ya nos reconoce y ya se sabe nuestros nombres, aunque bueno, no distingue muy bien a Laura y a Meri, y el otro día, estando los tres nos preguntó “Meri, Marc, ¿entendéis todo lo que digo?” y Laura cogió complejo de mueble. A finales del mes de abril tenemos los exámenes de mitad de semestre, pero bueno aún queda para eso, de momento a seguir currando y a seguir aprendiendo. Una de las cosas que más me alegra es el buen rollito que se respira en clase, y esto va sin ironías ni dobles sentidos. A ver que luego tenemos gente que viene a clase cuando le da la gana o dice a grito pelado en clase cosas como: “no vengo a clase porque este curso es INÚTIL”, “profesora, esta palabra no sé escribirla porque yo sé que no sirve para nada” pero bueno, pedantes y gilipollas aparte, la verdad que se hace más llevadero estar en clase y nos partimos, sobre todo, con las coreanas, que son muy graciosas, sobre todo una de ellas, una tal Lily, que la conocemos porque era muy amiga de Takuma, y que está como una cabra. Se agradece poder estar tan a gusto en clase.

2.   ¡Felicidades Carolina! El pasado 22 de marzo tuvo lugar la celebración del vigésimo segundo cumpleaños de nuestra querida Carolina. Llevaba toda la semana entre la depresión (¡soy vieja cumplo 22! ¡cállate, que vieja que soy!) y la euforia (¡el viernes es mi cumpleañooooooooooooooos!). Después de salir de clase ese día, fuimos a Hellen’s, un bareto donde sirven hamburguesas y pizzas a buen precio, para comer algo diferente y tener una primera celebración. Consistía, básicamente, en que la misma Carolina se compró un pastelito, sus velas y nosotros le cantábamos el cumpleaños feliz. Vamos, un “yo me lo guiso, yo me lo como” de manual. Después del soplido de las velas, las fotos y con los estómagos llenos de algo que no era ni arroz ni fideos, nos volvimos para la residencia, donde empezaba la 2a parte de la celebración. Esta vez ella no sabía nada. Compramos unos bollos y los partimos en 22 trozos y los colocamos en forma de 22, y con 22 velas, y como regalo, compramos una maquinita para jugar al Tetris, que a ella le encanta, y le hicimos un poster con fotos nuestras y frases míticas, y Ari le dibujó un panda muy chulo. Somos todos vecinos, así que la cosa era sacar a Carolina al pasillo para que viera “el pastel” y merendar todos juntos. Sin embargo, eso costó un poco más de lo previsto, porque la señorita se estaba echando una siesta para estar descansada para salir de fiesta por la noche (“¡OBVIO!” que diría ella). Había que ingeniar un plan brillante e infalible. Y como somos unos seres prodigiosos y rebosamos sabiduría, se nos ocurrió un plan brillante con una posibilidad de éxito del 100%: la íbamos a  despertar tirándole un avión de papel con el mensaje de “FELICES 22 – SAL AL PASILLO” y al leerlo saliera corriendo gritando de alegría y se encontrara con el pastel en las narices. JA, ¿habéis visto que peazo plan nos inventamos en un ratito? En la vida se os ocurre algo tan complejo y brillante a la vez. Entonces pusimos en marcha nuestro inquebrantable plan. Fiamma dejó la puerta abierta, entró Meri con el avión de papel un poco y lo lanzó y de repente se escucha un “Que graciosos, ¿pone algo en el papel o se aburren y no saben qué hacer?”. Tras esta respuesta allí estábamos todos, Judit, Ari, Fiamma, Laura, Meri y yo, en mitad del pasillo, con 22 velas encendidas, con la cámara grabando y todos gritándole “NO NOS CHOTÉES Y LÉELO” y al cabo de 1 minuto, se hizo de rogar, pero salió al pasillo y ya vino el momento en el que todos cantamos el “Cumpleaños Feliz” (con un chino de testigo que no sé qué hacía por ahí) y le hicimos la entrega de los regalos. Allí estuvimos todos merendando y Carolina contentísima por la sorpresa. Después de esto, tocaba la parte importante, por así decirlo: LA NOCHE DE FIESTA. Para acompañarnos en la fiesta de cumpleaños también vino Tania, una chica que estaba en nuestra clase de chino en la UAB y que está en Pekín estudiando. Ya sabéis lo que reza el dicho: cuanto más seamos… La primera parada era ir a Qba, un bar latino, donde tengo que reconocer que ponen mejor música que en algunas discotecas en España, tiene guasa decirlo, pero es pura verdad. Se agradece poder escuchar canciones como Pasado pisado, Danza Kuduro, Balada, Ai si eu te pego, Tacatá, La gasolina, repertorio variado de Pitbull y algunas más de tipo comercial. Después de los bailoteos, tocaba ir a otro bar que se llama 美尚 (MEI SHANG), pero nosotros le llamamos Meshanis. Se ha convertido en un sitio de reunión para los internacionales de nuestra residencia, básicamente porque los tequilas están a 10 yuanes (1,25€) y la birra a 5 (6 céntimos). Allí nos dedicamos básicamente a charlar, charlar y reír, porque la música era hip-hop rancio y allí había más gente que un 7 de Julio en Pamplona esperando el chupinazo. La noche terminó a eso de las 4 de la mañana. Todos muertos de cansancio con unas ganas locas de pillar la cama y descansar. Sin lugar a dudas, un día muy bonito, y esperemos que inolvidable para Carolina.

3.   Ese tiempo como mola, se merece una ola. Cuando escribí hace un par de semanas comenté lo contento que estaba de que hiciera calor ya por fin, de lo bien que se iba por la calle sin chaqueta y de la felicidad que suponía que se fuera el frío por fin. Pues bien, alguien se debe de estar riendo por ahí arriba, porque el frío NO SE HA IDO, sino que HA VUELTO. Estaba descansando un poco o se había quedado atascado o yo que sé qué coño estaba haciendo, pero ha vuelto y con ganas de tocar la fibra. A ver, que en parte sigo poniéndome la ropa térmica y de abrigo, que para algo me las traje otra vez, pero que hayan quitado la calefacción, eso, ESO NO TIENE PERDÓN DE DIOS, NI DE BUDA, NI DE MAHOMA NI DE NADIE. No, porque ahora pasan cosas como estar en clase y tener que tener la chaqueta y los guantes puestos porque si no te pasas la clase temblando y con unos escalofríos tremendos o, como algunas de las chicas, dormir con polares, térmicas y casi con el abrigo. Y claro lo de “¿y por qué no os quejáis?” en este caso no funciona, y no sé si es una broma del destino, si los recortes de Rajoy también han llegado a nuestra universidad o si quieren que nos congelemos mientras estamos en clase, pero cada vez tengo más ganas de que llegue el calor.

4.   Los lunes martes deportivos. El semestre pasado, tuvimos varios lunes en los que durante hora y media podíamos usar las instalaciones del gimnasio para jugar a bádminton o ping-pong. De ahí cogimos la afición por el bádminton. Este semestre, esta actividad se ha empezado a celebrar antes y ha cambiado de día, ahora son los martes, en vez de los lunes, cosa que me alegra, porque los lunes tenemos 3 clases y tándem, así que sería una auténtica putada, además que terminaríamos el día peor que un zombi de Walking Dead. Lo curioso de esto, es que el que trae el material para que juguemos, un chino cuyo nombre inglés es Bob, nos mandó un mensaje para pedirnos que nosotros fuéramos los “responsables” de llevar la equipación de bádminton. Nuestra función es ir a buscar las raquetas, llevar los volantes y cuando termina la actividad, asegurarse de que todas las raquetas están de vuelta en sus fundas y devolverlas al cuartillo de material deportivo. Tampoco es que nos importara mucho hacerlo, pero bueno es una forma para poder llegar 5 minutos antes y empezar a jugar unos minutos extra. La parte graciosa viene ahora. El primer día que fuimos a buscar el material nos acompañó Bob. Nos explicó que el cuartillo del material deportivo está en una pequeña entrada con una rampa de camino al edificio de las clases. No habíamos estado nunca allí, pero sabíamos dónde estaba porque pasamos por delante cada día que vamos a clase. ¿Dónde está lo gracioso? Que de nuestra residencia a ese cuartillo hay menos de 5 minutos y del cuartillo al gimnasio hay 2 minutos, y cuando salimos de la residencia a Bob no se le ocurre otra cosa que decirnos “¡Vamos mejor en coche!”. Laura, Meri y yo nos miramos con cara de ¡WTF! y efectivamente nos montamos en el coche y nos pusimos a dar una vuelta increíble. Os juro que tardamos más en coche que si hubiésemos ido andando. Al llegar al cuartillo, Bob pidió las raquetas y de repente nos vuelve a abrir las puertas del coche y le decimos “¡Estamos a 2 minutos, podemos ir andando!”. Y obviamente cuando terminamos la actividad y recogimos todo, nos volvimos a montar el coche y fuimos hasta la residencia en coche. Alucino con la vagancia de esta gente. Es como con los ascensores, que estás en el primero y suben al segundo en ascensor o viceversa, cosa que me saca de mis casillas.

5.   Semana Disney. La semana pasada, a la hora de la cena, dimos el pistoletazo de salida a la SEMANA DISNEY, que consistía, como el propio título indica, en ver películas Disney mientras cenábamos. En parte me alegró esto, porque o mi memoria las ha borrado o no las he visto, porque no recuerdo ninguna. El lunes vimos La Sirenita, el martes El Rey León, y el jueves La Bella Durmiente. Y como excepción que rompe  la regla, el miércoles vimos Grease, que Ari no la había visto entera y a mí como me encanta, pues se ve otra vez y ya está. Os confirmo que sí, que aunque la vea una y otra vez, sigue terminando igual, siguen cantando las mismas canciones y todo sigue igual. No sé si seguiremos viendo películas o no, todo indica que sí, pero dependerá de las ganas que tengan ellas de verlas. Yo por verlas, no me niego. Me va a venir bien para destrozar a Cris al maldito Trivial Disney cuando vuelva, ¡PREPÁRATE PARA PERDER DE UNA VEZ POR TODAS, CHAMPION!  

6.   Arroz y pasta everywhere. La saturación que tenemos de pasta y fideos ya es irreversible. De repente ir a comer, ha pasado de ser curioso a aburrido. La rutina es muy mala y comer siempre lo mismo, cansa muchísima. A ver, hay miles de cosas que se pueden comer y a buen precio, pero SIEMPRE ES LO MISMO, o fideos o arroz con algo. Hemos pasado de “hoy quiero esto”, “hoy me apetece lo otro” a “¿qué es lo que menos no me apetece comer?”. Ahora toca ir variando lo máximo posible para soportar los meses que nos quedan aquí.

7.   No sin mi vodka. Sí, queridos amig@s lectores, las aventuras y desventuras de Natasha y Dimitri vuelven a dejarse caer por Relatos de un tal Make. La verdad que me moría de ganas de escribir sobre ellos. Sí, lo reconozco, soy malvado. Debo daros una noticia y es muy importante que estéis atentos, porque yo creo que ahora sí que va a ser la última vez que los mencione por aquí. El otro día, mientras estábamos en 美尚  (el bar) por el cumpleaños de Carolina, entro la señorita Siesa de la mano de otro ruso. Lo vi porque Meri me dio un codazo y efectivamente, allí iban los dos. Tampoco les vimos dándose el lote, pero parece que, o una de dos, han cortado (mi teoría principal) o le está poniendo unos cuernos al pobre muchacho con los que puede rayar el techo (esta teoría es más de piensa mal y acertarás). Sea cual sea, un placer haber podido relatar cosas sobre ti Dimitri, siempre te recordaremos.

8.   A: Holaaaaaaaaaaaaa. B: Privieeeeeeeeet. Respecto a cómo va mi convivencia con mi compañero de habitación de este semestre, la verdad es que estoy muy contento, no sólo nos enseñamos alguna que otra palabreja en nuestros idiomas (ya hasta nos damos las “buenas noches” en nuestros idiomas) sino que limpiamos la habitación juntos, hablamos sobre las clases, le pregunto cómo es que en su ciudad hace tanto calor para estar en Rusia, me pregunta por cómo me van las clases. La verdad es que si al principio de volver aquí en enero me hubieran preguntado cómo quería que fuera mi nuevo compañero, sinceramente hubiera pedido a alguien así, nada de malos rollos con su novia (que la tiene pero está en Rusia), aprendiendo algo de otro idioma, haciendo bromas, siendo una persona social que puedes ver de bares o charlando con otra gente… En fin, una persona NORMAL a la que conozco, lo cual me hace estar más tranquilo. Durante este tiempo, no se le ha caído ninguna tabla de cortar en la cabeza ni casi nos morimos de un susto a media noche porque escuchamos un trueno y pensábamos que era una bomba, pero todo sigue con normalidad.   

9.   La brisca. Puedo confirmaros con muchísimo gusto, que tenemos cambios en nuestra clasificación de “viejas” de la brisca, y son cambios sustanciales. Os dejo la tabla a continuación para que veáis como van las cosas:

POSICIÓN
NOMBRE
VIEJAS
1
ARIADNA “HOSTIL IMPACIENTE” GARRIGOLAS
6
2
LAURA BÉJAR
5
3
MARC “ANGRY KING” RODRIGUEZ
3
4
MERI “BLI BLA BLU” ROURA
2
4
CAROLINA MONTES
2
6
JUDIT “DRAMA QUEEN” FAGEDA
1
6
KIWIN
1
6
SARA SEGURA
1
6
JOANA FERREIRA
1

 

Como podéis comprobar cambios importantes y entradas significativas. En primer lugar, Ari toma el control de la lista con un total de 6 viejas, desempatando con Laura, que ha pasado de ser víctima de 5, a hacer 3 y reírse en la cara de los perdedores. Y en segundo lugar, la entrada en lista, por fin, de Carolina y Judit, que, hay que decir, se estaban haciendo las chulitas porque no estaban y de lo bien que lo hacían, y al final, ÑACA, y Carolina hasta 2 veces. A ver si tenemos más cambios en la siguiente entrada, al paso que vamos, parece que sí. Os confirmo, por eso, que ayer nos introducimos en otro juego llamado Remigio, y puede ser un buen sustitutivo, pero nada supera unas partidillas a la brisca después de comer.

10.              Los hijos de Mao. Vamos con las excentricidades de los chinos de estos últimos días. Agarraos fuerte porque vienen curvas…

a.   ¡Atrapada por sorpresa! Aquí todo lo que nos rodea es una auténtica chapuza. Ni Pepe Gotera y Otilio pueden hacerlo tan y tan mal. Hay que ir con tanta cautela que hasta las tapas de las alcantarillas pueden darte una mala pasada, como a una pobre chica que se le quedó la pierna enganchada, cuando al poner el pie en la tapa, ésta se vino abajo. Afortunadamente todo quedó en un susto tonto, pero podía haberse hecho muchísimo daño. Pero no sufráis, ya las han arreglado, pero yo pienso seguir sin poner los pies encima de las alcantarillas, por si las moscas.

b.   Un dependiente de lo más “gracioso”. Sábado 16 de marzo. Me levanto y me preparo para coger el bus para ir a comprar al Decathlon. Se me rompieron las gafas de natación y no había ninguna forma para arreglarlas, así que carretera y manta y a por unas de nuevas. Además de comprarme las gafas, también tenía que comprarme un par de zapatillas de correr o para hacer deporte. Como ya habíamos ido por la tienda antes para equiparnos para el frío invierno de Tianjin, ya tenía fichadas las que quería, pero antes de comprarlas, fui probando varios números para saber cuál se adecuaba mejor a mi pie. Cojo la 42 y me venía exageradamente grande, cosa que me sorprendió, y entonces, de la nada, me sale un dependiente con una sonrisa de oreja a oreja y me dice que si me puede ayudar, a lo que le respondo que no hace falta, pero él no se iba de allí. Se me quedó mirando mientras cogí las del 41 y me puse a andar un poco para ver si me iban cómodas o no. Y el chino seguía allí, mirándome y riéndose. A todo esto, voy a coger la 40, porque la 41 me iba un poco grande todavía y entonces se me acerca el chino y entre risas va y me da la 44, y yo con la cara de “¿tú eres tonto o fumas chicle?” y al darme la 44, me fijé en la etiqueta y descubrí que estaban todos los números mal colocados, los que en la placa ponía 43, la etiqueta del zapato ponía 42 y así sucesivamente. Entonces entendí porque el 42 que cogí me iba tan grande: porque me estaba probando una 43 en realidad. No tuve más remedio que coger las bambas marcadas con la 40 y vi en la etiqueta que eran de la 41. Allí dejé al chaval, ordenado mal los números y con una sonrisa porque había hablado con un laowai. La triste y misma historia de siempre.

c.   Siesta en la piscina. Se supone que el deber de un socorrista es estar despierto con los 5 sentidos para evitar que haya incidentes en la piscina. Ese es el problema, el “se supone”. En China toda interpretación pasa a otro nivel. El socorrista de la piscina, no sólo se prepara sus caldos de verduras y apesta toda la piscina, sino que tan pancho se pone a echarse una siestecilla en un banco, roncando como un oso, echado a la bartola, disfrutando de la tranquilidad que da saber que alguien puede ahogarse en un segundo. Sin duda, una forma admirable de trabajar.

d.   Tianjin Shore. Hace unos días, después de terminar de comer, fuimos al lobby a descansar y a darle caña a la brisca. Yo subí un momento a dejar las cosas y a coger las cartas, y cuando volví me encontré a un chino al lado de las chicas y ellas en silencio. En ese momento ya tenía la mosca detrás de la oreja y me imaginé que alguna cosa rara estaba pasando. Y efectivamente, por lo visto, el chino quería grabar todas y cada una de las cosas que hacíamos fuera del campus, nuestro día a día. Yo ya me veía llamándome Mark “The Situation” o algo por el estilo, con las cámaras detrás y explicando que esta está loca o que la otra ha dicho lo otro. Obviamente nos negamos.

e.   Indignación en la cantina. Los que me conocéis, sabéis que yo soy una persona pacífica y que me cuesta mucho enfadarme, pero hay veces que por una acumulación aleatoria de sucesos o factores se me puede ir la cabeza y perder los estribos. Pues bien, no sé si fue el sueño, el hambre o el cansancio, pero acabé a gritos. Os cuento. Estábamos pidiendo algo de comer, y a parte de una bandeja de pasta con carne, me apetecía comer una especie de crep que se puede comprar a peso. Entonces saqué un billete de 5 yuanes (tenía que pagar 2) y un hombre me empieza a dar toques en el hombro y a hablarme muy rápido. Lo único que entendí era algo de tarjeta, pero como no estaba de humor para hacerle caso y tenía prisa, le ignoré completamente. Hasta que volvió a darme toques otra vez y entonces se acercó otro hombre que me dijo que tenía que pagar con tarjeta. En nuestra cantina, usando el carné de estudiante como tarjeta, se puede recargar con dinero y en vez de pagar en efectivo, usar la tarjeta, pero como yo no quiero usarla, tiro de dinero como hace mucha gente. Pues bien, le dije a aquellos hombres que no quería pagar con tarjeta, y el hombre se puso a decirme algo, y en estos sale de la nada una china que me empieza a hablar en inglés y a decirme lo mismo que me estaba diciendo en chino el otro hombre. Y entonces eso sí que me sentó mal de verdad, así que lo primero que le respondí era que entendía lo que este hombre me estaba diciendo, y ella continuó “es que pagar con tarjeta es mejor” y yo “he pagado más de 100 veces con dinero, así que ya sé que se puede pagar con tarjeta, pero no me da la gana”, y allí que siguió hasta que le levanté un poco el tono y se largó. Pero no acabó aquí la cosa, porque al bajar para salir de la cantina, me la volví a encontrar y me dijo “allí tienes que ir para recargar la tarjeta” y entonces le grité “QUE YA TENGO LA TARJETA, QUE YO NO LA QUIERO USAR”, se dio la vuelta y ahí ya le solté un ¡ESTA TÍA ES TONTA! Que nervios… Menos mal que después de comer ya me calmé un poco, pero no acaba ahí la cosa porque…

f.     ¡Nos siguen! Enlazando con el abuelo pesado y la china estúpida, después de comer nos tocaba ir a clase, y al llegar al edificio de clases, frente a los ascensores nos salió un hombre mayor chino que nos preguntó que si éramos rusos. A partir de ese momento, se nos colocó al lado y allí se quedó haciéndonos preguntas, que si estudiábamos chino, que si era muy difícil, que qué clase nos tocaba, que qué tal era nuestro libro. Ya el colmo y remate fue cuando se bajó en el mismo piso que nosotros y nos iba siguiendo, hasta que cayó en la cuenta de que no iba allí y se largó, pero ya me estaba poniendo de los nervios.

g.   ¡Tongxueeeeeee! Este pasado viernes por la noche salimos un rato a tomar algo para desconectar un poco de las clases. Hacía falta. Al volver a la residencia sobre la 1 de la noche aproximadamente, el chico de la recepción nos hizo un gesto para que firmáramos ya que habíamos llegado más tarde de las 12, que en teoría tienes que dar constancia siempre, pero como esto es Sodoma, a la gente le importa un comino firmar o no. Nosotros intentamos pasar de él como hacemos casi siempre, pero el que estaba el viernes en recepción se empezó a volver loco gritando 同学 (TONGXUE = ESTUDIANTE) y ahí estaba, TONGXUEEEEEEEEEEEE, TONGXUEEEEEEEEEEEEEEEEEEE, TONGXUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE. Hasta que al final, le hicimos caso y fuimos a “firmar”. Bueno, básicamente lo que hicimos fue escribir cuatro garabatos e inventarnos las cosas. Si realmente consigue reconocer que somos nosotros con los garabatos que pusimos, le doy un premio. Mirar las cámaras de seguridad es trampa.  

 

11.              Lista #SOYFAN. Ya vuelve a estar con nosotros la lista más cool de todas. ¡Vamos a por una nueva entrega!

a.   SOYFAN5. Abriendo la lista de esta vez, se encuentro el señor de las dos escobas. Es que es un partimiento este hombre. Cuando nos ve, no habla, pero nos va saludando con la mano y haciendo como un murmullo raro. Es risa asegurada. Por lo menos dice “hola” y lo demás es un ruido raro.

b.   #SOYFAN4. En cuarto puesto y perdiendo el liderato, mi querida recepcionista de la piscina. Últimamente los días que voy, no la veo mucho, pero es la mejor de las que trabajan allí y es un lujo cuando la oyes decir “Adiosss”. ¿Qué palabra queréis que le enseñe a decir?

c.   #SOYFAN3. En tercer puesto, manteniéndose con el bronce, Meri. Esta semana por su instinto de madre y por el tono choni de sus palabras. JJJJJJJJJODER MACHO. La suma de estos dos factores hacen que le digamos que sus hijos vayan a terminar siendo chonis. Os podéis imaginar que no le hace ni pizca de gracia.

d.   #SOYFAN2. En segundo lugar, rozando el primer puesto, nos encontramos con Carolina, peruana, cumpleañera y lenguaraz (desde aquí saludar a sus familiares que ha llegado a mis oídos que alguno lee esto). Puede que a veces nos llame Racistas, o nos diga que sacamos el tema de la conquista, pero nuestra vida sería un poco más aburrida sin ella por aquí. Para que luego diga ella que no le decimos nada bonito.

e.   #SOYFAN1. El primer puesto se lo doy a Lily, la coreana de mi clase. Por dos motivos, el primero, porque está obsesionada con su peso y siempre que hace frases en clase, todo tiene relación con “gordo, adelgazar, comer mucho y lo bonito está en el interior”, como comentó Laura el otro día, debería escribir un libro titulado Cómo usar todas las estructuras del chino con la palabra “estoy gorda”; y el segundo, por su locura desmedida, ya que se apuesta chocolate conmigo en cosas obvias y siempre pierde o ayer, que era el día de los inocentes en china, decir a todo el mundo “Me he casado, ¡felicítame!”. Está como una regadera, pero es un partimiento. Próximamente, la nueva lista. ¡Estad atentos!

 

Y esto es todo por el momento. Antes de terminar, una de las cosas que no quiero pasar por alto es, AUTOFELICITARME. Algunos pensaréis, “baja esos humos” o “qué asco de tío, ¿no?”. Insultos aparte, estoy muy contento, porque el pasado 11 de marzo de 2013, cumplí un año como bloguero y Relatos de un tal Make cumplió un año de vida. Nunca imaginé que disfrutaría tanto haciendo algo tan gratuito y recibiría tanto apoyo, cariño y más de 3100 visitas. Soplo las velas virtualmente y no sé cuánto tiempo de vida le queda a esta bitácora, pero mientras tenga algo que contar, aquí seguiré, al pie del cañón.

 

No quiero depedirme sin dejaros con la expresión de esta entrada:

 

多才多艺

DUO CAI DUO YI

LITERALMENTE: mucho talento, mucho arte

SIGNIFICADO: ser muy versátil, dominar muchas cosas

 

Un abrazo enorme,

 

马克儿

 

2 comentarios:

  1. felicidades por ese año bloguero!!!! jajajajja un abrazo bien fuerte Mark :D

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  2. Maaaaarccc!!!!! Felicidades!

    Leo y el blog y es que te estoy viendo la cara!
    Me alegro mucho de que te esté yendo todo genial por ahí, pero tienes que volver y ponerte al día de Grey y comentar! Que eres el único que entiende de verdad!! :P

    Definitivamente a la vuelta si que tenemos que hacer algo por vernos y ponernos al dia!

    (por cierto, creo que lo de la Colldeforn con Disney es insuperable... ;)

    Besotes!!

    Thais

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